🌸Capítulo 8🌸

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- Acepto - Alzó su mano con aquella herida que se hallaba en el centro de su palma, misma que tomó Ixtelotli estrechando sus manos, combinando su sangre.

Su cuerpo tembló con temor, sus ojos se humedecieron ¿Y quién no? Tal vez no se trataba de un ser que proveniente del mismo inframundo pero era un ser que había surcado cada uno de los castigos impuestos por el mismo dios que sea halla al cuidado de aquel horripilante lugar, convirtiéndolo en cierta manera en una de ellos; Ixtelotli mostró una sonrisa cínica y triunfante y acercándose peligrosamente a su rostro repitió de nuevo el trato.

-No perteneces a Avándaro, Echendero ni al Mictlan, eres un ser que se haya destinado a vagar por siempre mientras estés cerca de mi y mi sangre se halle en tu alma tu seras mi sirviente. No me importa un comino si tengo que eliminar o enfrentar a mas de un dios, si me destierran y auin que eliminen mi cuerpo terrenal, no me importara matar ningun obstaculo mientras se interpoinga en mi camino.

Lagrimas rodaron por el moreno rostro de Error, como deseaba que sus hermanos estuvieran ahí para decirle un tipico "No te hayas solo" como se arrepentia de aquel regaño por parte suya en la fiesta.

El nagual con aires de Rey se marchó del hogar dejando solo al de ojos carmesí.

Pasó una semana desde aquel trato que se halló en total cumplimiento, no había heridos ni muertos registrados desde aquel día que en su memoria jamás desaparecerá. Error miraba por la ventana de la cocina viendo como las lejanas montañas devoraban al lucero estelar falso y riendo suavemente al ver cómo una tras otra florecillas se movía erróneamente para cerrar sus pétalos.

- ¿De qué te ríes? - Cuestionaron a sus espaldas, sin provocarle impresión alguna después de todo aquella semana estaba siendo acechado tan de cerca que en más de una ocasión había sido asustado por el nagual, ahora estaba tan acostumbrado a ello que ni la instintivo movimiento de ver hacia atrás le resultaba.

-Es que acaso ni siquiera puedo reirme sin que tu me des permiso.

Con un ligero aire de ofendido respondió - No, solo me dio curiosidad.

-¿Las flores?

- ¿Comó?

- De sus movimientos, solo miralos.

Señaló aun cuando su brazo tuvo que sobresalir del ventanal, ambos rieron momento que fue interrumpido cuando un perro alaska ahuyo se despidió del nagual el chico.

Pasó un poco de tiempo e Ixtelotli mirando por la ventana cuando rasguñaron la puerta pero antes de tan solo diera un solo paso su olfato le advirtió de su viejo conocido y creador Quetzalcóatl.

-¡No eres bienvenido! ¡Lárgate!

Sus vellos se erizaron se colocó en cuatro patas en posición hostil, poco le importó usar su máscara de lobo (una ayuda que le habían entregado para su autocontrol) lentamente su cuerpo cambia, sus huesos crujían y su carne sufría pero lo adrenalina lo aliviaba.

- ¡Vete!

Su piel vibraba ante la creciente ira.

-¡Vete!

La puerta cayo derriba y ahi estaba Quetzalcoatl con su distinguible piel verde de sus ojos caían grandes lagrimales, hizo unas señas a manera de silenciarlo para luego transformarse en una hermosa serpiente emplumada de belleza exótica, luego una ola de de personas armadas hasta los dientes con armas convencionales propias de la prehistoria que cualquiera su hubiera tomado la molestia de mofarse de estas.

Ink quedó desconcertado.

-¡A por el!

Se abalanzaron a la bestia que reacciono la sentir la horrenda y punzante dolor provocado por las armas de obsidiana.

Ixtelotli #Premios ErrorInk Love In Spring.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora