Nostalgia

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Había sido invocado para ser el Servant de clase Saber de una nueva guerra del Santo Grial. Su Master era una persona bastante amable y, curiosamente, sus ideales le recordaban mucho a los de su rey, lo cual le hacía sentir una enorme nostalgia en su corazón. Mentiría descaradamente si dijera que no extrañaba a su rey ni un poco.

Su vida después de la muerte de su rey había vivido como un ermitaño hasta el día de su muerte, pues no deseaba seguir con su vida si no podía estar al lado de su rey. La amaba, la amaba como nunca antes había amado a nadie y como nunca amaría a nadie. Sabía la verdad, no estaba ciego para no darse cuenta; al fin y al cabo, era quien pasaba mayor parte del tiempo al lado de la rubia. Tan hermosa, tan valiente, tan justa y perfecta, ¿Cómo no podría amar a una mujer así?

Se encontraba tranquilamente en la biblioteca pública de la ciudad de Fuyuki, dado que su Master le había dejado ir a despejarse un rato y leer algo. Mientras buscaba otro libro interesante para poder distraerse, muy curiosamente había encontrado "La leyenda del rey Arturo". Su corazón dio un vuelco y su respiración se volvió errática, sus manos temblaron con el libro entre ellas y sus ojos se cristalizaron. La vida de su amado rey en aquellas páginas.

El joven de cabello rubio platinado abrazó el libro con su corazón latiendo con fuerza, sus mejillas se tornaron color rojo y una nostálgica mirada iluminó sus ojos violeta. Gracias a ese libro muchos recuerdos vendrían a su mente, recuerdos tanto felices como tristes, pero esperaba que fueran más que nada felices. Él caballero fue a una mesa a sentarse y leer un rato, con gran nerviosismo al no saber lo que encontraría.

Las horas pasaron volando mientras sus ojos violáceos seguían la lectura y pasaban las páginas, perdiéndose en la gran leyenda de su rey y todo aquello que habían vivido todos a su lado. Rebobinaba en su mente aquellos momentos, especialmente en los que podía estar al lado del amor de su vida.

— Señor, ya vamos a cerrar la biblioteca, debe retirarse.— Una voz quebrantó su concentración, era la señorita que atendía la biblioteca.

— Oh sí. Lo lamento.— Apenado, cerró el libro.

— No se preocupe. Es bueno ver que aún hay gente que logra perderse en una buena lectura.— Dijo amablemente la mujer antes de tomar el libro que Bedivere leía y se retiraba.

Bedivere suspiró antes de salir del lugar, llevándose las manos al pecho, el cual latía fuertemente ante el revoltijo de emociones experimentadas en su lectura. Mientras tomaba el camino que le llevaría a casa de su Master pensó mucho en la muerte de Arturia. Vaya que había sido lo más difícil de afrontar.

Tenerla entre sus brazos, ya sin vida, había sido una daga a su corazón y todo en su vida perdió sentido. No pudo jamás decirle que la amaba y, si no era con ella, la vida ya no tendría sentido. Estaría sólo. Muchos de sus compañeros habían muerto y otros se habían ido, su rey muerto y no quedaba ya más nada.

— Majestad, espero que logremos encontrarnos de nuevo. Le pido a Dios que me de la oportunidad de verle una vez más y finalmente decirle cuanto la amo.— Pensó antes de mirar hacia el cielo.

El rey y su más fiel caballero [Bedivere x Arturia One-Shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora