"Oye Jungkook"

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Camine por los pasillos tranquilamente, sonriendo, mi prima se encontraba a lado mío, ya listos para entrar a nuestro salón, no había llegado a casa ayer, no quería, no debía. A menos que quisiera ser golpeado por mi padre.

Estaba con una gran sonrisa en mi rostro, lo cual era extraño viniendo de mi. Me sentía vivo, emocionado y con todos los ánimos que nunca había tenido.

Pero se derrumbó cuando vi a Tae a lado de Baekhyun. ¿No había dicho que terminaría con el?, no estaban haciendo nada pero, yo aún mantenía la idea que Tae aún no la terminaba.

El me miro y yo volteé la cara inmediatamente, pase de largo a su lado, aún sintiendo su mirada a mis espaldas.

-¿No habrá terminado ya a Baek? - pregunta mi prima. Claro que le conté todo hasta el más mínimo detalle.

Llegamos al salón rápidamente y aún no llegaba el profesor, nos giramos quedando cara a cara.

- No me interesa - mentí.

- A mi no me interesa, digo tal vez y la termine en el recreo, tu no puedes meterte ideas en esa cabezota que tienes sin estar cien por cierto segura - dice ella.

- pero qué tal si todo lo que me dijo fue mentira.

- Buenos días chicos, lamento llegar tarde, habrán su libro en la página 145 - interrumpe el profesor, me encongo de hombros y saque mi libro, tratando enfocarme en mis estudios que en Taehyung.

[.......]

La clase termino y fue el cambio de salón que llevó a cabo, yo tenía la hora libre mientras mi prima no. Me despedí de ella y camine hacia las canchas. Pero Tae apareció de pronto, tomándome del brazo jalándome hacia un cuarto de limpieza.

- ¿Que Quieres? - pregunte.

- ¿Estas enojado? - pregunta el, pero no respondo. Como nota eso prosigue en hablar - Si es por lo de Baekhyun, no te preocupes en el descanso lo termino, ¿de acuerdo? - preguntó y asiento.

- ¿Tienes hora libre? - le preguntó.

- No, me la salte.

- Eso está mal.

- Todo por verte lindo.

-me sonroje y baje un poco la cabeza- Me hubieras visto en el descanso.

- Le quitas el romanticismo a todo lo que digo.

- Perdón, así suelo ser- sonrió.

No dice nada, me mira atentamente haciéndome enrojecer más de lo que ya estoy, mi piel se hace chinita cuando siento que me acorrala hacia la pared y su cuerpo se junta con el mío. Siento mariposas, fuegos artificiales en mi estomago, de todo, cuando toma de mis mejillas y levanta un poco mi cabeza, con su pulgar frota una de mis mejillas delicadamente, luego su pulgar roza con mis labios, haciéndolos abrir delicadamente, inconscientemente cierro los ojos, disfrutando el momento.

Los abro de nuevo, fue cuando sus labios atacan los míos.

Suaves y gruesos con sabor a fresa, es lo que descifro al besarle. Un beso tierno y delicado, como si en ese beso, estuviera demostrando todo su amor hacia mi.