Capítulo 3.

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Caía la noche en la villa y en una de esas humildes casas dos pibes se sentían ricos.
Rosario y César tenían una charla muy animada mientras Oaky los miraba con recelo, pero feliz de ellos.
Y es que estos dos no paraban de irradiar amor, se les notaba en la manera de mirarse con los ojos brillantes, de regalarse hermosas sonrisas, de tratarse mutuamente. Cualquiera lo notaba y no podía evitar sentir nostalgia porque ¿Quien no estuvo así con alguien?, era muy rápido para decir que era amor pero lo era.
Si solo en días ellos estaban así quien se imagina en meses o años.
Sentada al pie de la cama la joven no podía dejar de contemplar al chico moverse mientras habla y se reía con la sonrisa más hermosa que el mundo pudo contemplar.
Estaba enamorada, y se dió cuenta de eso porque se conocía perfectamente, era amor, verlo y sentir que todo estaba bien, pensarlo y suspirar, tocarlo para entender que jamás se iba a saciar de esa sensación que dejaba su ardiente piel, la volvía loca, eternamente loca, cualquier cosa que tuviera que ver con el de ese momento para adelante iba a volverse su asunto, nadie jamás pensó que la sacaría de sus casillas de tan potente manera.
Ni Mario, que era el diablo mismo y iba a cobrar dura venganza.

Y hablando de Roma el viejo hombre acostado boca arriba con el seño fruncido y las manos atrás de la cabeza, planeaba una estrategia para vengar la falta de respeto no solo de los jóvenes chicos que golpeó hace días, sino también de su propia sangre. Por un lado Dios y la para el aberrante Mecha, y por el otro la según el inocente e ilusa hija que tenía con su ya no tan amada mujer Gladys, su otro hijo Brian también desobediente como su hermana, además de Lucas, un gordo boludo, y Gonzalo, el más grande que ya se había ido de casa hace años.
Todos por lo mismo, todos por en algún momento haberle fallado a Mario, y cualquier cosa que saliera de lo normal para el era traición.

El cabecilla de familia estaba pasando un duro momento de estrés, sentía como todos sus seres queridos se volvían miserables, pensaba lo infeliz que lo hizo su vida, lo solo que estaba. Así que parándose de la cama decidió en ese instante que haría algo, por qué no se permitiría caer bajo, era fuerte e iba a demostrarlo.
A todos aquellos que me hayan usado les dedico mí más grande odio, pensó, y tomare venganza de aquello, finalizó desapareciendo en la fachada de su casa.
  

-¿Y qué pensas hacer Ani?-Le pregunto Oaky interesado en ella.
-Eso-Acota César-¿Te quedas?.
-Seee-Responde ella-Ni ganas de bancarme a mí viejo.
-¿Te queres quedar toda la vida?no me enojo-Dice Oaky.
-Depende.
-¿Eh?-Pregunta su amigo extrañado-¿Depende de qué?.
-Si el se queda también obvio-Señalando a César que la mira sorprendido.
Anahí se levanta riéndose.
-Voy al baño chicos-Le guiña un ojo a Oaky.
El y su amigo empiezan a reírse también, y esperan hasta que la chica se alejó lo suficientemente para hablar.
-Mmm me parece que le gustas eh-Dice Oaky-Aprovecha pa.
-Na que ver-Se rasca la cabeza nervioso-Ojalá.
-No duermas boludo-Le pega un cachetazo leve-Que la piba esa tiene como a 20 encima suyo.
-¿Vos crees que me va a dar bola?.
-Ya te está dando bola gil-Lo reta.
-Na-Chista desanimado-Esa piba no me va a dar bola nunca-Agachando la cabeza-Y si me la llega a dar no va a durar mucho.
-Amigo posta te digo la conozco desde jardín.
-¿Y qué tiene que ver eso?
-Ay dios-Lo golpea-A lo que me refiero es que la conozco muy bien y se que le gustas.
-No creo.
-Ella me lo dijo-Bajando la voz.
-¿Qué?-Dice emocionado-¿Posta?
-No boludo te estoy diciendo en serio-Afirma mirándolo caer a la cama con una mano en la cabeza y una sonrisa.
-Fua loco-Mientras festeja.
-Les tengo fe.
-¿Fe de que?-Aparece Anahí en escena y ambos hombres se sobresaltan.
-Eeeehh-Dice César Nervioso.
-¿Hay algo que me tengan que decir?-Pregunta ella mientras los mira.

En casa de los Borges, Mario sentado en una silla de su comedor contando plata y haciendo cálculos con su mujer alado imitándolo, Colombia acomodando los fangotes de guita que ya fueron separados, en un ambiente de completa concentración terminan su acto el trío suspira agotado.
-Al fin-Gladys se recuesta en la silla, Mario la mira cansado también y suspira antes de hablar.
-Ahora hay que repartirlo entre los tres-Mientras empieza a agarrar fangotes ve divertido a Colombia que frota sus palmas rápidamente mirando la montaña de guita-¿Tas contento pibe?.
-Como no estarlo con esa belleza-Señalando con su cabeza el dinero.
-Por favor esto no pasa de nosotros tres-Con su dedo índice amenazante.
-Claro Mario.
-Obvio Marito no tengas dudas.
-Ni a Dios, ni a Barney, y menos a Anahí.
-Hablando de Anahí ¿en dónde está?-Pregunta Gladys.
-Nose pregúntale al novio que capaz sabe-Mirando a Colombia que se pone duro.
-Eeeh-se pone nervioso-No es mí novia.
Mario lo mira levantando las cejas.
-¿Vos crees que soy pelotudo?-Serio-Si andan ahí dándose amor todo el día-Se ríe.
-¿No te pasa cabida verdad?-La Gladys lo mira.
-No la verdad no la atención que quisiera-Agachando un poco la cabeza.
-Esta era igual-Junta sus manos y señala a su mujer con la cabeza-Mirala ahora-Le acaricia apenas la cara a su mujer-Se muere por mí.
-Anda-Ella hace un gesto con los dedos juntos como que nada que ver.
-Era más agria-Su esposa se ríe-Bueno lo es todavía-Recibe un golpe de ella con un repasador
-Que malo que sos eh-Mientras se ríe-Me voy a cocinar.
-Bueno gorda-La golpea levemente en el culo.
-Mario-Lo reta.
-Anda gorda anda que voy a hablar con Colombia.
-No le pegues mucho eh-En joda.
-¿Pibe que tenes vos con Anahí?.

Los Indefendibles (El Marginal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora