Capitulo 11

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Dejo cuidadosamente la orquídea, limpio la poca suciedad que tiene la lápida y me siento

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Dejo cuidadosamente la orquídea, limpio la poca suciedad que tiene la lápida y me siento. Suspiro.

— Se que me estoy tardando, zwerg. Pero te lo prometi y lo haré, cueste lo que cueste.

8 años.

Ese es el tiempo que paso, y las cosas no terminaron para nada tranquilas.

Hace ocho años le declare la guerra a los Ferox, y extrañamente, a los seis años ellos atacaron. Aunque técnicamente, ellos la comenzaron, se ocultaron por seis años y cuando atacan, atacan con todo.

— Las cosas son un desastre, ¿sabes?— Rasco mi cabeza. Necesito un baño— Mi madre insiste en el que necesito una Luna, pero yo solo te necesito a ti.

Mi madre tiene como candidata a Serene, la chica que rescatamos de la cueva de los Ferox. Mi madre la vio salir de mi habitación y por eso cree que estoy avanzando.

Pero no es así.

Si, me acosté con Serene hace unos años, pero fue algo de una sola vez y todavía no me lo perdono.

— No sabemos cuando volveremos a atacar. Tal vez ellos ataquen primero, eso me facilitaría las cosas.— Miro el atardecer y luego la lápida— Tan sólo imaginarme que si todo hubiera salido bien, que tu estuvieras conmigo, posiblemente ahora estaríamos juntos, casados o con hijos. Me hace querer matarme, pero posiblemente me reecuentre contigo y me volverías a matar.

Sonrio triste y me levanto.

— Luego volveré, zwerg.— Miro la lápida por unos segundos más, suspiro y me alejo

Camino hacia el castillo, con la mirada perdida, pensando todo lo que paso estos últimos ocho años.

En mi sólo esta el deseo de arrancarle la cabeza a Lucían, es lo que pienso todos los días. Y obviamente tiene sus consecuencias, sólo estoy enfocado es eso, en ganar esta guerra.

Me siento mucho más alejado de todos, del pueblo, de mi familia. Pero no puedo evitarlo. Cambie, y me metí en esta burbuja oscura, tan concentrado en ella, que aunque saliera nada cambiaria.

Cuando ella murió, me quedé perdido, sin saber que saber, sin rumbo. Pocas veces logró conciliar el sueño, cada vez que cierro los ojos, veo su rostro con sangre.

Con ella se llevaron prácticamente todo de mi, más importante, mis deseos de volver a amar. ¿Cómo volver a hacerlo?, ella me enseñó como.

De igual manera, ya no le encuentro sentido.

●○●

Entro al castillo por la puerta trasera. Sin pasar por el pueblo, pasar por ahí me trae muchos recuerdos.

Cruzo la puerta y camino hacia mi habitación. Ya me acostumbre a que el castillo este en silencio.

— Hijo.— Escucho a mi madre llamarme, me giro lentamente

 Mi LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora