Cap. 10

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Mirando en alto en todo momento dejo que Max le guiará, entonces con pánico observó aquel carruaje negro y grande con el emblema del Rey y tembló.

Recordaba cómo el mismo día de su boda le había obligado a no subir a él, le había advertido que si un solo zapato de ella entraba en aquel carruaje conocería su carácter, lastimosamente había caminado de noche en tacones y con vestido frente a mucha gente que la humilló.

El pánico la llevó a detenerse completamente sin ser consciente de lo que hacía tembló. —¿Se encuentra bien mi lady?

Mirando aquellos ojos tan diferentes negó. —¿Me está permitido subir a su carruaje?

La carcajada masculina le heló la sangre, aquella risa provocada por ella y no sobre ella le hizo nudos en el estómago. —Es un simple carruaje os lo regalarle si te gusta.

Negando con rapidez le permitió ayudarla a subir, se iría con Kaede tan pronto llegara la madrugada y no pensaría nada de su pasado de nuevo. —Estas muy callada ¿acaso me temes?

Mirándolo fijamente negó con la cabeza antes de sonreír, ahora que está a un solo paso de ser libre y feliz nada le asustaba. —Creo que debería ser usted mi lord.

—¿Debo temerte? —Sonriendo con alegría se desplazó en el asiento y se acercó a su oído. —Dicen que soy una chica rebelde, pero en el fondo solo me temen.

Alejándose se felicito por no demostrarle su miedo, pero entonces él la miro de una forma demasiado extraña antes de mirar al frente, una mirada profunda que no supo identificar en él. —¿Soñabas casarte?

Riendo tiró del abrigo que Erin le había elegido.—Por supuesto que no mi señor, mi sueño era ser libre.

Sorprendido esté la miró con fascinación. —Algún día espero crear un continente dónde no solo los hombres gobiernen creó que ocurrirá mucho antes, existe la leyenda de una niña llamada Isabel que será la mayor Reyna de todos los tiempos.

—¿Es usted estudiosa mi lady?—Sin mirarlo miró al viejo pueblo cuantas cosas no existía aún en esa era deseaba hablar de todo. —No se si pueda llamarme así, me interesan las nuevas tecnologías y sueño con aprender de nuevas naciones.

—¿Así que mi lady sueña con conocer los territorios americanos? —Mirándolo le dio una cálida sonrisa ella había vivido toda su vida en Japón bueno su corta vida y la realidad es que no extrañaba la tecnología cuando tenía todos esos espacios puros. —No llama mi interés el territorio Inglés mi señor pero si le soy sincera tengo un muy buen conocido que lo es y me ha contado maravillas.

—¿Conocido? —Muda observó su ceño fruncido entonces cuando el carruaje se detuvo por completó sintió alivió... No debía mencionar a William, no lo involucraría de nuevo, no lo induciría a morir con ella en esa nueva vida. —Nuestra platica queda pendiente...

No supo descifrar su mirada  pero se sintió ligera al saber que sólo tendría esta conversación como recuerdo de aquel hombre.

—¿Está listo todo? —La frialdad con la que se dirigía a su gente le recordó lo malvado que era, y se recordó que no debía confundir las cosas él nunca sería alguien bueno.

                                                                                          ***********


—¿Auch? —La modista le miró con advertencia de nuevo y solo pudo gruñir al verla pinchar de nuevo su vientre. —¿Acaso lo hace apropósito?

La mujer la miró sólo una vez antes de incrustar el alfiler en la manta que usarían para tomar sus medidas. —No es mi culpa que usted tenga de más.

Divertida se mordió la lengua para no responder ¿Le estaba llamando gorda? De echó todos miraban su vientre que aunque no era plano no estaba robusto. ¿Que les pasaba?

—Con las mismas medidas crearé su ropa de dormir ¿Desea algún color?

Mirando como la ayudante miraba su vientre de nuevo le observó con confusión. —¿No se supone que es blanco como el vestido?

—¿El vestido será blanco? —La mujer le dio una mirada altanera antes de tomar su maletin y levantarse—Pensé en hacerlo color crema algo no tan puro cómo usted... sabe.

¿Puro? Porque sus ojos señalaban su vientre.... Oh, riendo le miro con soberbia nunca llegaría a usar aquel vestido así que poco le importaba el color.—Tiene razón querida sería lo mejor.

—Con su permiso mi lady. —Riendo cómodamente se dejó caer en el sillón aún en camisón. ¿Pensaban que estaba embarazada? ¡Oh por Dios todo el mundo lo hacía! Acercándose a la puerta iba a llamar a una mucama para que le ayudará a abrochar su vestido cuando la puerta se abrió por completó.

—¡Kyaaaaaaa! —Mirando al hombre que le miraba sin ningún pudor su corazón latió rápidamente antes de serenar se. —Oh pensé que era alguien más mi lord. Sabe no debería estar aquí, de por si todos piensan que ya no soy pura... Su presencia lo confirma.

—¿Que dices Aome? —La mirada de este estaba dirigida a sus pechos y se encontró sonrojada empezando a buscar su vestido con rapidez, sintiendo como se volvían sus mejillas de color.—¿Porqué estas casi desnuda?

—La modista se acaba de ir,  justo iba a llamar a alguien para que me ayudara con el vestido.—Cuando este se acerco a ella sintió pánico en su cuerpo, más cuando la gran mano masculina se posó bajo sus pechos soltó un pequeño grito.—¿Quién a osado decir que no eres pura?

Temblando cuando la mano subió por su costado respiró hondo tratando de tranquilizarse él nunca había sido un hombre perverso.—To... To-todo el mundo mira mi vientre...

—¿Y qué? —El beso en su cuello le hizo temblar por completo sintiendo cómo aquello no pronosticaba nada bueno.—Serás la madre del príncipe, la futura reina de su imperio es normal que piensen en nuestros hijos.

El dolor en su pecho fue tan duro que sintió como casi se desplomaba... "Tu hijo nunca será proclamado mi heredero" ¿Cuando habían cambiado sus palabras? —¿Emilly...?

Lágrimas que no escapaban rodeaban sus ojos mientras que el ronco susurro de Max, moría en su cuello, entonces las manos frotaron la suave carne de sus pechos. —Eres tan...

Los dedos en sus pezones le erizaron al momento y decidió alejarse más una mano se impidió moverse. —Te dije que no podía esperar.

Gritando sintió como presionando la contra la pared su cuerpo le arrebata el aire y el espacio.

Renací Como La Esposa No Deseada Del ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora