Narra el narrador:
En el salón todas las miradas seguían posadas en yoshiko quien las ignoraba aún que en ocasiones ella lanzaba miradas asesinas, al llegar la hora del almuerzo ella subió a la azotea ya que aún no quería hablar con Mamoru, al sonar el timbre de regreso a clases ella regreso, aún seguía con una cara de pocos amigos eso asustaba a los chicos que se encontraban en el pasillo los cuales al verla se hacían a un lado, ella entró con normalidad al salón y se sentó en su lugar sin ni siquiera voltear a ver a Mamoru, después de eso la maestra de inglés llegó y lo primero que iso fue pedir los trabajos todos los alumnos le entregaron una memoria USB al igual que yo ya que el trabajo de la canción estaba hay, después de varias horas muy largas de clase el timbre de salida sonó yo guardé mis cosas rápido ya que quería salir de hay lo más pronto posible al salir del salón siento como alguien me toma del brazo impidiendome salír al darme vuelta me encuentro con un par de ojos azul marino era Mamoru quien me detenía en su rostro avía una expresión seria.-- ¿qué quieres Mamoru?- le preguntó yoshiko un poco molesta.
-- quiero que me digas porque estás actuando así- le respondió con un tono de autoridad.
-- no tengo porque darte explicaciones- le respondío yoshiko más molesta que antes, y desaciendose de su agarre- tu no tienes porqué meterte en mi vida.
-- pero yoshiko yo solo...- no pudo terminar porque yoshiko lo interrumpió.
-- tu nada Mamoru, tu no tienes que meterte en mi vida, ya que yo...yo- yoshiko no podía terminar de hablar.
-- yo que Yoshiko dilo de una vez.
-- yo ¡¡Te odio Mamoru Itachi no quiero volver a verte jamás!!- respondío yoshiko con lágrimas en sus ojos dejando a Mamoru cabis bajo.
-- pero yoshiko tu...tu no puedes odiarme porque yo- Mamoru levantó la vista se podía ver como las lágrimas se deslizaban por sus mejillas- ¡¡Porque yo te amó yoshiko!!.
Yoshiko quedó en shock por ésa respuesta de Mamoru las lágrimas comenzaban a caer con fuerza- lo siento Mamoru pero yo no siento lo mismo por ti- dicho esto salió corriendo llorando con todas sus fuerzas no se detuvo asta llegar a su casa, al llegar se encerró en su abitacion, se tiró en la cama escondió su cabeza en la almohada y comenzó a llorar con mucha más fuerza que antes, siguió así por unas horas asta que ya eran las 7 de la tarde, la mamá de yoshiko seguía preocupa por su hija ella avía inténtando hablar con su hija pero está no quería ya que ella seguía deprimida, durante el tiempo que estuvo encerrada solo pensó en todo lo que le pasaba, todo lo que avía echo en su vida.
Narra yoshiko:
Porque todo esto me está pasando, mi vida párese que cada vez está peor desde niña mi vida no fue muy feliz, mi padre nos abandonó cuando yo tenía sólo 3 años, mi abuelo que se avía vuelto un padre para mí murió un tiempo después del abandono de mi padre, por culpa de eso termine comportando me como una niña tonta por más de 10 años, y ahora esto, descubrir que tengo cáncer de mama, mi vida se ha vuelto una porquería, seguí juzgando mi vida por varias horas asta que ya era de noche, mi mamá me llamaba repetidas veces para cenar pero yo no le respondía asta qué...escuchó un ruido muy fuerte parecía como si la puerta de mi abitacion se abriera a la fuerza volteo a ver rápidamente y veo a mi mamá en una posición de lucha callejera ella avía derribado la puerta con una poderosa patada luego se hacerco a mi colocó su mano izquierda en mi mejilla, en sus ojos se podía notar la tristeza.-- yoshiko hija no tienes porqué seguir estando triste verás que todo saldrá bien, después de la cirugía todo volverá a estar como antes- me dijo inténtando consolarme.
-- lo sé mamá es sólo que desde que descubrí que tengo cáncer mi vida no a sido como antes, está enfermedad me a echo pensar en mí persona, en como pensé que este cambio me iba a ayudar- dije aún con lágrimas.
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una promesa, un amor
Romanceyoshiko hanabatake la chica tonta y adicta a las bananas seguía siendo como siempre asta que un día llega a la escuela un chico nuevo uno con el que yoshiko tiene una gran amistad desde pequeños y a llegado el momento de cumplir una promesa echa en...