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Amo sus errores

Ahí estaba yo, caminando con Jimin hacia la misma tienda de helados donde hace 2 meses le confesé mis sentimientos. Íbamos caminando de la mano, ambos nos gustabamos, pero aún no éramos pareja.

Al llegar al local, tomamos asiento e hicimos el pedido a la gentil trabajadora que siempre nos atendía.

—Hmmh... Un helado de chocolate, con chispitas y fresas, por favor— Jimin fue el primero en hacer su pedido, era un gran amante del cacao y los frutos rojos.

—Apuntado—Al terminar de escribir, aquella chica, la cual según una tarjeta en su pecho, se llamaba Sana, fijó su mirada en mí —¿Y para usted?

—Oh...Yo...Nada—respondí.

—Claro, por cierto—Sana apuntaba a un cartel que estaba en una de las paredes— Hay una nueva promoción, se trata sobre un tazón grande con helado de mango, contiene galletas, chispitas y chocolate derretido. Es especialmente para las parejas.

—Eh, suena muy delicioso, pe-

—Es una buena promoción, pero mi lindo acompañante y el mango no son muy buenos amigos—dije en un tono veloz, golpeandome internamente por interrumpir a Jimin.

—Bien, no hay problema—la peliroja mostró una gran sonrisa— Esperen un momento que ya vengo con el helado que pidieron.

Pasaron unos minutos y por fin Jimin pudo disfrutar de su amado helado de chocolate, este lo comió muy feliz, lamiendolo y saboreandolo.

—Mimi...¿Y si terminas el helado en el auto?

—Claro Kookie,solo me falta la mitad del helado para acabar—Y sin más, nos dirigimos al auto.

En el auto Jimin seguía comiendo su helado,y yo... Solo lo observaba. Siento que debí haber pedido mi amado helado de menta con chocolate, pero no quería mostrar mis gustos raros ante Jimin.

—¿Quieres un poco Kookie? No creo poder terminarlo yo solo—dijo acercandome su helado—Vamos, al menos prueba, está muy rico—Mostró su hermosa sonrisa.

Acepté su invitación, el cono se veía tentador, pero de un momento a otro sentí algo muy frío en mi pecho.

El helado había caído sobre mi camisa, y Jimin tenía una cara aterrorizada.

—Ji-jimin

—K-Kookie— tartamudeó el pequeño rubio,quién estaba asustado— ¡Perdón! Fue un error mío, yo..yo puedo arreglarlo —En eso trató de agarrar el chorro de helado e intentar ponerlo en su cono.

Yo seguía un poco en shook, no se porqué, pero ese helado en mi pecho y Jimin tratando de sacarlo de ahí me hizo sentir algo extraño... No se como explicarlo, era un poco divertido.

—Mimi, cariño... —Mi chico paró los movimientos de tratar de arreglar lo que había hecho mientras seguía con la cabeza abajo— No te preocupes, iremos a casa y me cambio de camisa, no pasó nada malo...Tranquilo,¿Si?

Jimin no evitó sonreír ante aquellas palabras, lo tranquilizarón pero aún tenía que hacer algo con la prenda de Jungkook.

—Cu-cuando lleguemos a casa, y-yo puedo lavar tu ropa, Kookie—Dijo aún cabizbajo.

—Que no te preocupes amor, yo puedo lavarlo solo, fué un accidente, además, me pareció algo gracioso— respondí entre pequeñas risas.

—¿Y si lo lavamos juntos?—Habló con ánimo— Quisiera compensar mi error, por favor — dijo en suplica mientras me miraba con esos bellos ojos.

—Mi ángel, solo fue un pequeño accidente—acaricié su cabello dorado—Pero sería grandioso que me ayudaras, mañana será día de lavado para nosotros.

—¿C-Cómo una cita?— el rubio empezó a sonrojarse.

—Sería la cita más extraña del mundo, pero si así lo deseas, entonces será una cita con lavado de ropa—De pronto solté pequeñas carcajadas. Jimin también empezó a reírse.

Pero sí o sí, mañana tendríamos esa cita con lavado de camisa incluida, aquel pequeño "error" que Jimin cometió, me llevaría a la mejor y más linda cita que tendría.

Amo sus errores