Bts x Stray Kids - Bang Bang

Capitulo 28 - Hasta pronto

Luego de ver cómo Lisa subía las escaleras decidí darme un baño y recostárme en la cama.

-¿Qué quieres de mí? - susurré.

Finalmente esa pregunta quedó en el aire, esperándo a ser respondida en algún momento ya que había quedado profundamente dormido.

Caroline

Jungkook me había dejado con las disculpas en la boca. Porque... ¿Debía disculparme no? Si, debía. El tenía todo el derecho de estar enojado. Y yo tódo el derecho de estar confundída.

Hyunjin, Jungkook.... Jungkook, Hyunjin... maldita sea. ¿Y si me voy con cualquier otro? Sería una cualquiera. Me sentaba y me paraba del sillón una y otra vez. Hasta que simplemente me dejé caer.

-....

Ya era bastante tarde lo que realmente me hacía pensar que sería la única a esas horas. Estaba equivocada.

-¿Jeongin?

-Ah... eres tú.

-¿Esperabas a alguien más? - pregunté sentándome a su lado.

-A tu jefe con la sorpresa de que Rosé no irá a ningúna parte.

-I.N. entiendo que no quieras que se vaya... - subí su mirada. - Pero no será para siempre.

-¿Y quién me lo asegura? - bajé mi cabeza.

Me había callado la puta boca con esa pregunta... el chico tenía razón. ¿Quién puede asegurarle que su hermana volverá? Nadie, absolutamente nadie.

-Tal vez no te lo pueda asegurar. Pero puedo confiar en las habilidades de tu hermana. Y decírte que esa chica es increíble, y más cuando anda con los demás, igual de buenos. O mejores. - susurré el final y rió.

-Kim, gracias por esta charla. Y lamento mucho haber causado tantos problemas, el ser parte de Black Mask me hizo una moléstia.

- reí. - Tranquilo, la verdad era que no tenías muchas opciones. - asintió.

-Mi hermano tampoco, un día no quería electrocutar a Taehyung y tuvo que hacerlo.

-¿Que?

-Oh si, Wiyung obligó a Felix a torturar a tu hermano. - abrí mi boca sorprendida. - Me había obligado a mí pero Felix no me dejó hacerlo.

-Dios... ese hombre es el diablo.

-Era... - corrigió. - ¿Porque lo mataron no?

-... pues. - pensé. - Claro que si... él está muerto. Lo vímos morir.

-¿Porqué lo pensaste? ¿Wiyung está mierto Caroline?

-Yo... no, lo sé Jeongin.

Sentí una pistola en mi cabeza. Levanté mis manos en señal de no llevar conmigo un arma. Y miré a I.N. quien también levantaba sus manos mientras le salían lágrimas.

-Porfavor, no le hagan daño al chico... ¿Quiénes son? ¿Qué hacen en mi casa? ¿Cómo entraron? Y ¿Qué quieren?

-Párence. - La voz me era reconocida. Muy, reconocida. - Muchas preguntas, que nó responderé, mejor ni lo intentes.

-Bueno, si quieres saber quienes somos... - habló el otro. - Puedes voltear.

Jeongin seguía mirándome de reojo asustado. Fui volteando poco a poco para quedar frente a... ¿Que cojones?

-Hyunjin.... Jungkook.

En pocos segundos el pequeño I.N. estába en el suelo mientras lo acompañaba un disparo en la cabeza. Comenzé a gritar por ayuda mientras seguía mirándo el charco de sangre que manchaba la alfombra.

-¡Chicos porfavor, Rosé tu hermanito! - lloraba con las manos en alto.

-¿Porqué gritas loca? Aquí estoy.

-Rosé, ¿Que no lo vez? matáron a Jeongin, fueron ellos.

-Ah eso... - pateó el cuerpo. - Yo los mandé. - comía un sándwich.

-¿Mandaste a matar a tu hermano menor? - agitada por falta de aire.

-Sip, son un peso enorme.

-¿Quiénes? - pregunté aún buscando oxígeno.

-Porfavor suéltenme, no lo hagan. - llegó Felix agarrado por Changbin y Seungmin. - Dios mio ese es... ¿Jeongin? M mi he hermani... - se desmayó.

-Ugh, Felix siempre fue un dramático. - decía Rosé hacercándose a mí. - Y tú cariño, no servirás mucho. - puso la punta de un cuchillo en mi estómago.

-Entones mátame. - susurré. - ¡Ahhh!

-No, Rosé... déjasela a él. - miró hacia atrás.

No puede ser... el, está, muerto. Wiyung está muerto, ese no es él. No puede ser.

-Pequeña nos vemos de nuevo. No escaparás de mí otra vez... - extendió los brazos. - Dale un abrazo a papá.

-...

-Kim.... ¡Kim!... ¡Demonios ya despiérta!

Caí sentada y miré a mi alrededor confundida. Podía sentir el sudor en mi frente, mi corazón latiendo a mil por hora y esas miradas posadas sólamente en mí. Me encontraba en el sillón de la sala. Al parecer me había quedado dormida.

-Diablos ¿pasaste toda la noche aquí?

-Yo... si, digo... eso creo. Disculpa ¿Que hora es?

- miró su reloj. - Exáctamente las 7:30 a.m. Los chicos se irán en unas horas, deberías despedirte. - Se paró con intenciones de irse.

-Oye Jeongin. - volteó. - ¿Hablé contigo anoche?

-Si... ¿No lo recuerdas?

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-¡Chicos porfavor, Rosé tu hermanito! - lloraba con las manos en alto.

-¿Porqué gritas loca? Aquí estoy.

-Rosé, ¿Que no lo vez? matáron a Jeongin, fueron ellos.

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-No... no recuerdo. - mentí.

-Bueno, pues me dijíste que todos me veían de forma tierna y sobreprotectora, pero que tú me veías diferente... me veías sexy y salvaje...

-.... ¿Eso pasó? - abrí los ojos.

-No tonta... - rió. - Sólo te quedaste aquí dormida.

-Okay. - suspiré aliviada. - Fue un sueño.

-Si si, fue un sueño ahora mueve tu trasero ¿si? - me dio la mano. - Hay que despedir a los demás.

Le otorgué una sonrisa y tomé su mano para levantarme. Subí a mi habitación y me dí un corto baño. Seguía pensando en ese estúpido sueño.

-Cariño, ya llegó tu jefe.

- suspiré. - Sé lo que significa. - la miré.

-No se quedarán lejos de casa.

-Lo sé mamá... volverán.