Capítulo 1

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—Deberán entregar un trabajo sobre el tema visto el día de hoy, es para la semana que viene. — rápidamente todo el salón estaba dando quejidos— Dejen de quejarse, les estoy dando el tiempo suficiente para realizarlo.

El timbre indicando la salida no se hizo esperar y que los alumnos salieran cuán balas hacia la puerta tampoco. Esperé que hubiera menos alboroto y me dispuse a salir, aunque antes de cruzar la puerta la voz del profesor Stevens me detuvo.

—Señorita Higgins, ¿Puede regalarme un minuto de su tiempo?— retrocedí y me dirigí al frente de su escritorio. Una sonrisa amable adorno su joven rostro y me sentí un tanto incómoda— Escuché que eres algo buena con el dibujo, ¿No es así?

—Emm, sí.

—Excelente. Me preguntaba si podrías ayudarme a hacer las pancartas de la feria de ciencias.— arremango su camisa y pude notar el tatuaje de una media luna de color negro en su muñeca derecha. Ese dibujo en su piel de cierta forma sentía que me llamaba, al igual que a mí curiosidad. Desvié la vista de aquel lugar y miré sus ojos lo cuáles portaban un color verde muy peculiar.

—Claro, no tengo ningún inconveniente.

—Pues eso es una buena noticia; entonces le diré al grupo encargado de preparar la feria que lo harás.— tomó un lapicero y saco una hoja donde pude ver cómo anotaba mi nombre en ella— Bien, el día de mañana ellos te dirán que días se reúnen para organizar todo. De verdad muchas gracias por esto.— de nuevo ví aquella sonrisa y mi incomodidad volvió, sentí un ligero calor en mis mejillas e hice sonar mi garganta para intentar distraerme.

—Emm, sí. Yo estoy encantada de ayudar.— miró hacia un costado y sonrío fugazmente. El ríe un poco y se despide.

Al salir del salón mi corazón hizo un poco de presión haciendo que por unos segundos me costara respirar. Suspiré y seguí caminando, debo controlar que no se acelere.

Camine por un pasillo hasta llegar a mi casillero, deje unos cuadernos y saqué otros. Al cerrar el bolso una mano en mi hombro me hizo desviar mi atención hacia la dueña de ella, y si, Cass se encontraba detrás de mí.

—Te esperé en mi casillero y nunca llegaste. ¿Donde estabas?— hizo un ligero puchero y yo reí un poco.

—Lo siento, es que el profesor Stevens me detuvo unos minutos.— su rostro cambió drásticamente de dulce a pícaro moviendo sus cejas de arriba hacia abajo.

—¿Sexy Stevens?

—Así no se llama.

—Así le queda mejor. Las clases de biología son mas interesantes desde que el las imparte.— reí de nuevo mientras negaba con la cabeza lentamente— Sería increíble que su atención se posara en ti, ¿No?— esa pregunta me tomo de sorpresa por lo que casi me ahogo con mi propia saliva.

—Silencio Cassidie, pueden escucharnos.— giré mi cabeza mirando hacia todas las direcciones disimuladamente.

—Vamos Jess, nadie sabe que hablamos de él.

Seguimos caminando hacia la salida. Al llegar al estacionamiento subí en el auto de Cass.

—¿Le dijiste a Adam que vendrías conmigo?— preguntó refiriéndose a mi hermano mayor.

—Ni siquiera vine con él, tuve que tomar el autobús porque no me habla.

—¿Que hiciste esta vez?

—Tal vez mi puño fue a parar por accidente en la cara de su linda novia.— sonreí sarcásticamente mientras aseguraba el cinturón sobre mi cuerpo. Escuche una risa y reí junto a ella.

WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora