Wolf

Capítulo 2

Bip Bip...Bip Bip

Gruño, y apenas me muevo cuando escucho el despertador sonando de nuevo. Se que tengo que levantarme, tengo cosas que hacer en la escuela, así que con demasiada fuerza de voluntad abro un poco los ojos.

Apago el despertador que aún seguía sonando -no quería a un Adam gritando en mi habitación porque esa cosa no dejaba de sonar-.

De pronto la noche anterior vuelve a mi mente de golpe, y suspiro admirando el color blanco del techo de mi habitación.

Me pregunto si mamá habrá llegado.

Creo que eran las tres de la mañana cuando me vine a dormir, o las cuatro. Dejo todo eso detrás, y me levanto para ir a hacer mi rutina mañanera.

Ya en la ducha decidí mojarme el cabello, necesitaba estar completamente fresca para enfrentar lo que sea que hiciera este día, sobre todo porque se que terminaría hablando con mamá.

Toc Toc

Estaba mirando mi reflejo en el espejo, tal vez imaginando en que sería lo primero que le diría a mamá.

Toc Toc

Voltee ligeramente la cabeza hacia atrás y grite un pase.

—¿Estas en el baño?

—Si, ya salgo.— ajuste la toalla y salí para verlo. Adam estaba sentado en la cama mirándome.

—¿Como amaneciste?— extrañaba esto.

Sabia que estaba preocupado por lo de ayer, no significa que el tampoco estaba afectado por eso, pero sabemos que de los dos, soy la más débil emocionalmente.

—Estoy bien, un poco más relajada.— me acerqué y quedé frente a él, su mirada no decía que confiara en mis palabras y para ser sincera yo tampoco, pero tome sus manos y le sonreí—Tranquilo.

—Mamá nunca llegó.— obviamente fruncí el ceño; pensé que terminaría llegando aunque sea apenas en la mañana. Obviamente seguro había pasado la noche con el señor Scott, pero creo que era mala idea no venir a casa y hablar con sus hijos.

—Pensé que estaría aquí.— apretó mis manos y se levantó.

—Por ahora será mejor que vayamos a la escuela y en la tarde hablaremos con ella.— me dio un beso en la frente y caminó para salir de la habitación y así poder vestirme—Te hubiese abrazado si no estuvieses mojada.

Reí y luego escuché como su habitación se abría y cerraba. Caminé hasta el armario y saque unos jeans y un suéter, el clima de hoy iba a ser algo frío, podía sentirlo. Termine de ponerme las gomas y tome mis cosas para bajar a la cocina.

—Lo siento— fue lo que dijo Adam cuando llegué—, sabes que no se me da bien cocinar, así que toma.— lanzo una manzana y la atrape.

"Ya vienen"

Esa voz; recordé también lo que pasó ayer cuando fui a la cocina, y me acerqué a la ventana que estaba detrás del lavabo y miré de nuevo el bosque. 

—Vámonos.

Estaba sentada en el asiento del copiloto mirando la ventana, pensando en ese extraño suceso de anoche en la cocina y no se como, pero también terminé pensando en el extraño sueño que tuve ayer cuando llegué de la escuela.

—No pienses mucho en ello.

Giré mi rostro hacia Adam, sabía a lo que se refería, pero en realidad no pensaba en eso, aunque le sonreí y le respondí como si lo hiciera.