A la mañana siguiente me levanté, aseé y me cambié como pude, es demasiado complicado llevar el yeso en el pie y las muletas. Ya quiero que llegue el día en que me haya curado por completo.
Bajé las escaleras y para suerte mía solo estaba mi mamá, Josh aún no se había levantado.
- Hola Mamá - Saludé.
- Hola Cariño, desayuna y yo te llevaré al instituto - Mencionó.
- ¿A qué se debe? - Pregunté sentándome frente a mi plato.
- No es debido a nada, solo pensé que debería llevarte ya que no puedes caminar, y quería pasar al menos un tiempo contigo - Respondió.
- Gracias mamá - Dije.
Comí todo mi desayuno y ella igual, me lavé los dientes y nos fuimos al auto. Ella lo enciende y lo pone en marcha.
- ¿Quien te traje ayer? - Preguntó.
- Me trajo Mateo - Respondí.
- Eso chico me cae bien, además de guapo, también, caballeroso. Sería perfecto para ti -
No pude evitar no reírme a carcajadas.
¿Mateo? El más egocéntrico y el que se folla hasta a un árbol ¿Es perfecto para mi?
- ¿Qué? - Preguntó.
- Mamá, no lo conoces realmente - Dije. Ella ya no dice nada más y yo me dispuse a ver por la ventana como avanzábamos hasta que divisé el instituto.
- Llegamos - Dice estacionando el auto frente a este.
- Gracias ma - Dije, ella se baja y me ayuda con mis muletas.
- Suerte cariño y cuídate - Me da un beso en la mejilla y se vuelve a subir al auto.
- Adiós - Me despedí.
Comencé a caminar hasta dentro del edificio, pero siento una mirada sobre mi, por lo que giré mi rostro y vi a Mateo mirándome, no aparta la mirada ni cuando supo que lo estaba viendo hasta que uno de sus amigos llama su atención, él voltea la mirada y sigue hablando con ellos.
Yo lo miré un momento más ya que no estaba acostumbrada a que alguien, y mucho menos él, se me quedara viendo.
- ¡Lena! - Mis amigas llegan hasta mi y me ayudan con mis cosas rápidamente.
- Hola - Saludé esbozando una pequeña sonrisa.
- ¿Cómo te sientes? - Preguntó Sarah.
- Mejor que ayer, el dolor ya no es molestia - Respondí.
- Me alegro - Dice Jul suspirando aliviada y sonriendo un poco.
- Vamos a dentro - Habla Sarah.
- Vamos -
***
***
Salí de mi clase para ir al almuerzo. Llegué a mi casillero y dejé mis cosas, vi a mis amigas venir hacia mi, solo que esta vez con ellas venía una chica nueva.
- Hola - Dije animada.
- Hola - Saludan ellas, aunque la otra chica parecía ser tímida ya que solo abraza sus cuadernos y no parecía querer mirarme a los ojos.
- Lena, ella es Taylor, es una chica nueva en nuestro salón de ciencias - Dice Sarah.
- Hola Taylor, es un gusto - La saludé sonriendo amable.
- Igual... - Dice en un murmuró pero tomando la iniciativa y mirándome a los ojos ahora si.
- Oigan. El partido se hará mañana, vamos todas ¿no? - Preguntó Jul.
Me había olvidado del partido.
- Lo siento chicas pero no creo poder ir así - Dije sonriendo victoriosa.
- Ah no, a mi no me importa si te estás muriendo o no, tu vas al partido porque vas, lo prometiste - Dice una Sarah muy decidida, yo bufé y la fulminé con la mirada.
- Taylor mira como serán estas contigo cuando pase el tiempo - Dije. Ella ríe levemente.
- Creo que podré manejarlo - Responde.
- No te confíes, yo también lo creí en su momento - Dije.
- Bueno, vámonos, tengo hambre - Dice Jul.
Las chicas me ayudaron, nos pasamos conociendo a Taylor, ella, Sarah y Jul tenían mucho en común. En cambio conmigo no tanto pero aún así me parecía una chica simpática y divertida. Me caía bien.
- Mira quien no despega su mirada de ti Len... - Dice Sarah con una sonrisa pícara mirando atrás de mi.
Yo me di cuenta y vi a Mateo mirándome.
- No se, probablemente este mirando a otra persona - Dije. Vi como Taylor miraba a Mateo como si tuviera un brillo de interés y deseo en sus ojos.
- ¿Quién es? - Pregunta suspirando enamorada y sin dejar de mirarlo.
- Mateo, un idiota, egocéntrico y arrogante, te recomiendo alejarte porque si te busca es para agregarte a su lista de víctimas - Respondí encogiéndome de hombros.
- ¿Lista de víctimas? -
- Ya sabes... víctimas del sexo - Respondió Sarah.
- Bueno a mi no me importaría ser su víctima... - Dice en un susurro casi inaudible pero sin apartar su vista de él.
- Ew - Dije haciendo una mueca.
- ¿Qué? ¿Vas a negarme que está guapo? -
- No te lo puedo negar, pero no es que me encante escuchar a las demás decir que quieren follárselo - Respondí.
Seguí comiendo pero aún sentía su profunda mirada sobre mi, era exasperante pero aún así decido ignorarlo completamente.
ESTÁS LEYENDO
OPUESTOS ENAMORADOS
Teen FictionDos personas totalmente diferentes, ella bailarina que busca cumplir su más grande sueño de estudiar en una universidad de danza, pero con un problema en su familia que no sabe cómo resolver... Él, un capitán de fútbol americano. Aunque parezca desi...