D O C E

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El olor dulzón crispo la nariz de Taehyung quién estornudo un par de veces a mitad del pasillo.
Aquel aroma parecía intensificarse a medida que avanzaba hacía la cocina, dónde se encontró con un ambiente un poco tenso.
Seok Jin servía una bebida amarillenta que arremolinaba hondas de calor en el aire.
Tanto Hoseok como Namjoon llevaban puesto un cubre bocas, este último realizaba un sin fin de señas a su omega. Haneul sonreía tan abiertamente que Taehyung se preguntó si aquel aroma no estaria desvaneciendole.

--YoonGi, por favor toma esto o vas a estallar-- musito Jin con un dejo de preocupación en su voz. El alfa mas bajo parecía petrificado en su asiento mientras sus puños eran fuertemente doblados tornado sus nudillos blancuscos.
Aquello asusto a Taehyung. Cuando se armó de valor para preguntar que ocurría fue interrumpido con Jungkook quién entre torpes pasos llegó hasta la isla de la cocina simulando falsas arcadas.

--Hyung~ has algo por favor. --suplicó al de cabellos negros. --El aroma de Jimin me está matando.

--Es cierto, Yoongi por favor ve, pídele disculpas... y follen de una buena vez. --todos observaron a Namjoon con sorpresa ante aquellas palabras tan bruscas e impropias del moreno. Se vio cohibido ante las miradas pero chasqueo la lengua restandole importancia.

El olor a celo de Jimin era casi insoportable para los alfas de la casa. Para algunos como Jungkook, podía  removerles el estómago y producir efectos de repugnancia ante el chillón y desbordante aroma dulzón, pero para otros, como Namjoon, comenzaba a tener efectos indeseados de calor. No dejaría que Haneul lo notara, no dejaría que nadie lo hiciera, pero hasta cierto punto el aroma de Jimin estaba atrayendole. Tomó la mano de Haneul y con prisa se despidió de todos saliendo de la casa,  llenó  sus pulmones de aire cuándo la brisa del mar chocó de frente. No volvería a aquella casa hasta que Jimin y YoonGi hayan arreglado sus problemas.

Lisa se hace presente en la cocina, consigo carga una bolsa pequeña abarrotada de inhibidores, supresores que el omega rubio rechazó.
SeokJin suspira por enésima vez en lo que va de la mañana y se dirige nuevamente al rapero.

--YoonGi, están haciéndose daños los dos... deberían hablarlo y resolver este problema junt-...

--Hyung eres el menos indicado para hablar de resolver problemas de parejas. --masculla gelidamente, ganándose las reprendedoras miradas por parte de los presentes.
Bien, lo ha cagado.
El vocaliste ríe con aparente desgano y luego esboroza la sonrisa más falsa que los ojos de Lisa han llegado a ver.

--T-tienes razón YoonGi, no soy nadie para decirte que hacer. ¡Lo siento!-murmura débilmente-- Si me necesitan estaré en mi cuarto.

Deja los utensillos de cocina en su respectivo lugar, tomando una gran bocanada de aire cuándo sus ojos se humedecen al punto que estos pican.
No voltea a ver a sus amigos, solo toma el camino que le llevará a su habitación a su cama que yace vacía porque en ella falta amor, falta Jisoo. El mundo parece derrumbarse a su pies mientras aprende forzosamente de una soledad que  desconoce. Cada día, hora y segundos, SeokJin se pregunta si sobrevivirá y la respuesta es negativa. Extraña a su omega, extraña su calor, sus labios, su cuerpo, sus sonrisas... Jisoo se llevó todo lo bueno de él. Quizá es momento de avanzar, de resolver y perdonar...

--Hyung, no, espera -- chilla Jungkook observando a su hyung favorito desaparecer entre las escaleras. -- Gracias Min idiota YoonGi.

--¡Jungkook! --reprende Hoseok llamando su atención debido al vocabulario ocupado pero él no hace más que repasar a los presentes con la mirada y largarse del lugar.

Yoongi se toma la cabeza con las manos y tira de sus cabellos con frustración.
Todo aquel estúpido drama comenzó cuando el celo de Jimin se adelantó la noche anterior.
El rapero estaba dispuesto a ayudar a su lindo omega a pasar el calor, pero los problemas iniciaron cuándo Jimin se opuso a utilizar el condón alegando que era más satisfactorio sin el. YoonGi se negó rotundamente ante la sucia jugada de el de cabello rubios. Hace un par de semanas encontró la tira completa de supresores escondida entre su ropa interior. YoonGi cayó en cuenta que Jimin había dejado de cuidarse sin su consentimiento... tener cachorros, aún no estaba en sus planes.
YoonGi se negó, Jimin le atacó y el rapero contraataco alegando su deseo de no tener cachorros con el menor, lo cuál para Jimin fue como una filosa daga atravesando su pecho. Él quería un cachorro, lo deseaba, todos los días imaginaba cómo sería tener un pedacito de Yoongi y suyo creciendo dentro de él.
La discusión se vio alterada en medio de la noche, entre gritos y lloriqueos por parte del menor.
Todo acabo cuándo luego de explicar su punto YoonGi azotó la puerta del cuarto dejando a Jimin con el rostro empapado.

Algodón de azúcar || Taelice OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora