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Eran las diez de la mañana del día siguiente de la fiesta y un adormilado Jaebeom se encontraba sentado en su cama frotándose los ojos para tratar de despertarse en su totalidad.

Por dentro se alegraba y agradecía enormemente no haber consumido tanto alcohol, de lo contrario ahora estaría sientiéndose morir y con ganas de vomitar todo el líquido consumido la noche anterior.

De la nada se le vino a la mente el rostro de Jinyoung, el cómo bailaba y hablaba animadamente ayer y pensó en cómo se vería al despertar.-Seguramente adorable-afirmaba hacia sus adentros.

Se levantó de su cómodo y gran lecho para dirigirse directamente a bañarse para quitarse el olor a los dintintos perfumes de las personas con las que había pasado el rato y se repitió mentalmente dejar de hacer eso, ya que esas acciones sólo alimentaban su imagen de "chico malo", palabras que Jaebeom comenzaba a odiar cada vez más.

Apenas salió del baño, con una toalla alrededor de su cintura y otra en su cabello, el timbre de su apartamento sonó sacándolo de sus pensamientos.

Por un momento sintió miedo de pensar que sería alguna de las personas que "conoció" ayer, queriendo tener algo más que un simple roce o un par de besos, ya que más de una vez pasó. Ni siquiera sabía cómo encontraban la dirección de su casa pero no dudó en amenazar con denunciar a aquella gente.

-Jodidos acosadores.-Musitó recordando aquellas situaciones.

A pasos desconfiados se fue acercando hacia la puerta de su hogar, la cual no pretendía abrir sin asegurarse primero quién era la persona al otro lado.

-¿Hola?

-Jaebeom, abre, ¡Tengo información que te interesará! ¡Es sobre El Príncipe!

Al reconocer la voz de Bambam pudo tranqulizarse, no debería de lidiar con algún acosador o acosadora nueva. Dejó pasar al menor sintiéndose emocionado por las palabras anteriormente mencionadas del tailandés, esta vez sabría algo nuevo de aquel pelinegro.

Mientras se bañaba, había decidido conocer a Jinyoung antes de hacer algún movimiento y que este se decepcionara al igual que los demás. Esta vez aquél chico realmente le interesaba, no quería que fuese una simple "pareja de prueba" como la mayoría de las personas con las que había salido, así que se esforzaría por hacer las cosas bien y despacio.

-¿Información? ¿Y por qué crees que me interesaría?-Por más que Jaebeom se muriese por saber más del príncipe, aún tenía su orgullo dispuesto a salir a flote en ciertas ocasiones.

-Estuviste acosándolo con la mirada hasta que terminó la fiesta, es obvio que te llamó la atención.

-¿Fui muy obvio?-Rogaba que Jinyoung no haya notado su mirada prácticamente clavándole la nuca, es que era imposible para el castaño quitarle la vista de encima.

-Demasiado. Ahora a lo importante, hablé con algunos de mis contactos y sé que es soltero, tiene tu misma edad, que fue a la fiesta ya que es mejor amigo de Jackson y que se cambiará a nuestro colegio durante la semana que entra. Soy genial, lo sé, luego me agradeces llevándome de compras.

-Admito que a veces eres genial, a veces. Y me sigue pareciendo raro que conozcas a tantas personas.

-Hmm...quién sabe, tengo mis trucos. Ahora debemos pensar en cómo hacer que se fije en ti, no creo que sea muy difícil.

-Primero quiero conocerlo mejor, asegurarme de que no sea un idiota como los demás con los que he salido.

-Entonces comiencen como simples amigos, así verás si tienen gustos en común, si hay química entre ustedes, que no sea un imbécil, etcétera ¿Qué te parece?

-De hecho, me gusta, tiene sentido.

-¡Maravilloso! Te presentaré con él apenas pueda hacerme su amigo su primer día de clases.

-De acuerdo, gracias Bam.-Se sentía increíblemente emocionado y nervioso, si ya en la fiesta no había podido entablar una conversación con él, teniendo en su cuerpo un poco de alcohol, estando al cien por ciento sobrio sería aún más difícil. Rogaba que su mala suerte cambiase para al menos dar una buena primera impresión al lindo príncipe.

-Cuando quieras, hyung.-Y dicho esto último el peliblanco se despidió del mayor diciendo que debía de ir a la peluquería, que tenía que llegar antes de que comenzara a llenarse de gente, pero Jaebeom sabía que no era así, de lo contrario, su amigo ni siquiera hubiese pasado por su hogar en primer lugar, luego de años de amistad con el menor, aquél era como un libro abierto para Lim.

El tailandés iría a visitar a Yugyeom y aunque tratase de negarlo, para todo el mundo era obvio que había algo entre ellos.

꒰🖇꒱ 𝘈𝘯 𝘜𝘯𝘭𝘶𝘤𝘬𝘺 𝘎𝘶𝘺 ⨾ 𝘑𝘑𝘗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora