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Luego de que la situación se haya calmado, ambos se sentaron en el ancho sofá que el menor poseía. Jaebeom aún se encontraba abrazando al contrario, y este último, se aferraba a su mayor para que no lo soltara.

-¿Dijiste que me amabas?- habló finalmente el pelinegro, asomando su cabeza entre los brazos del castaño.

-..¿Yo dije eso?- el más grande estaba comenzando a sentirse nervioso, ansioso, por saber la reacción del menor frente a la repentina confesión de hace sólo unos minutos atrás.

-Sí, lo dijiste..¿Fue en serio?

El contrario no sabía cómo responder, la cercanía de ambos tampoco estaba ayudando en ello, y estaba comenzando a sudar-Debes de verte muy genial ahora.-dijo Jaebeom sarcásticamente hacia sus adentros.

-Si ese fuese el caso,¿Cómo te sentirías?

-Muy feliz.

-¿De verdad?

-De verdad.- respondió sinceramente Jinyoung, esperando lo mismo de la otra parte.

-Te amo, fue en serio, muy en serio.- Lim se quedó observando cada detalle del rostro del pequeño príncipe, buscando alguna reacción de su parte; paseaba sus ojos desde su mentón hasta su alborotado cabello, lo cual lo volvía aún más precioso.

Nunca habría planeado confesarse en una situación tan delicada como en la que se encontraba el más pequeño, pero si se ponía a pensarlo, no había un momento más exacto para hacerlo.

Jinyoung, por su parte, no sabía qué hacer, se había perdido en las palabras del más grande. No tomaba en cuenta el hecho de que sus sentimientos fuesen a ser correspondidos por el castaño, pensaba que todo iba a terminar como un amor unilateral por su parte, y que el contrario encontraría al fin y al cabo, a una persona especialmente para él-Vaya historia que te creaste, eh.- se respondió a sí mismo.

-¿Jinyoung?-Preguntó el de ojos pequeños, al ver que el príncipe no respondía y parecía haberse quedado en las nubes.

-Yo también te amo.

La sonrisa de Jaebeom crecía cada vez más al repetirse mentalmente lo que había dicho su menor; se encontraba embobado en su pequeño mundo.

-Pero estoy algo decepcionado.

-¿Qué?¿Por qué?-Su sonrisa se había tornado en una mueca de duda, y sus cejas en una muestra de interrogación.

-Porque me diste un beso en la frente, y debía de ser en los labios.- Finalizó el pelinegro con una sonrisa, la más bella que el contrario haya visto desde que se conocieron.

-Entonces arreglaré eso.- Respondió sonriente, mientras se acercaba suave y lentamente a sus peligrosos labios color durazno, los cuales habían sido dueños de su mente desde hacía semanas.

Jinyoung terminó por acortar la escasa distancia que aún los separaba para unirse con su mayor. Ya no aguantaba el misterio de saber qué gusto tendría aquella boca dueña de esa hermosa sonrisa de la cual nunca se cansaba, y que provocaba tantos sentimientos nuevos y diferentes en él.

Jaebeom tomó al contrario por sus sonrosadas mejillas, y mientras su mirada intercambiaba lugares entre sus ojos y labios, finalmente se besaron, unieron sus belfos en un cálido beso, que deseaban sea interminable, para quedar inmersos en él para siempre. Aquél daba muestra de lo mucho que se amaban el uno al otro, de lo conectados que se sentían entre sí, como si se conocieran desde hace años.
Ese sería el primero de muchos, pensaron ambos.

Al repetir el acto más de una vez, se terminaron quedando sin aliento, por lo que ambos debieron de separse para comenzar a retomar la respiración, que se había vuelto agitada como si acabasen de correr una vuelta manzana.

Jinyoung fue el primero en hablar luego de haber normalizado su estado.-Te amo mucho.

-No sabes cuánto te amo yo a tí.-Contestó el castaño con una de sus sonrisas, una que esta vez mostraba una felicidad pura, que nunca había visto antes.

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Luego de unas horas en las cuales ambos trataban de controlar sus inevitables y ruidosos latidos, decidieron quedarse mirando películas infantiles como excusa de quedarse juntos un tiempo más. Si bien Jaebeom no quería dejar solo al más pequeño, no tenía más remedio, ya que cuando las madres llegaran, dudaba que les llegara a  gustar ver a un hombre desconocido en su hogar, durmiendo en la misma habitación que su hijo, porque el de ojos avellana, no iba a dejarlo dormir en el sofá.

Todo estaba más que perfecto, ambos se encontraban rodeados en un ambiente cálido y familiar, no podían estar más contentos y cómodos con la compañía del otro, hasta que Jaebeom se dió cuenta de que había olvidado un detalle importante.

-Jin...

-¿Qué sucede?- El pelinegro se veía sorprendido al ver a su mayor con una mueca triste en el rostro, no entendía el porqué de la misma, considerando la situación en la que estaban.

-Jin.

-¿Sí..?- Ahora estaba aún más confundido, su rostro de la nada se había tornado serio, nunca lo había visto de esa forma, lo cual casi lo hizo comenzar a reír, debido a la dualidad del más grande.

-¿Quieres...te gustaría ser mi novio?-Finalizó ansioso y casi muriendo de los nervios. Nunca había experimentado lo que Jinyoung le había hecho sentir en aquellos pocos meses, era algo completamente nuevo para él, y por eso se sentía de esa forma, vulnerable, como un niño, como si fuese su primer amor.

-Sí, por supuesto que sí.- Sonrió sonrosado el menor, al darse cuenta que también había olvidado confirmar aquello.

Ahora Jaebeom ya no tendría que luchar contra su pésima suerte en el amor y preocuparse por buscar a aquella persona especial para él, eso había quedado atrás desde hacía tiempo, porque ya la había encontrado en "El Príncipe", su príncipe, Park Jinyoung.



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Y aquí "finaliza" esta historia, aunque entre comillas porque aún falta el epílogo.

Pueden dejarme sus opiniones acerca de ella, ya que fue más de prueba que otra cosa, porque es el primer fanfic narrado que escribo, ah, por eso mismo tampoco sabía muy bien el cómo hacerlo más largo. Pero al menos por mi parte, me llevo cosas bonitas, ustedes?

¿Les gustó?¿Esperaban otra cosa?

Como siempre, gracias por los votos, agregadas de lectura y leídas💕













꒰🖇꒱ 𝘈𝘯 𝘜𝘯𝘭𝘶𝘤𝘬𝘺 𝘎𝘶𝘺 ⨾ 𝘑𝘑𝘗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora