Basta

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Narrador

Eran las dos de la mañana, Emilio después de varios intentos por despertar a Joaquín de su desmayo decidió mejor dejarlo descansar al descubrir que simplemente estaba dormido por tantas emociones fuertes que sufrió en el día, y también prefirió quedarse dormido a su lado para que cuando despertara él fuera lo primero que su esposo viera.

Emilio se estaba acomodando moviéndose de un lado para el otro, cuando busco el cuerpo de su amado Joaquín para poder abrazarlo, sólo descubrió un gran espacio en el lado de la cama de su marido.

De a poco a poco fue abriendo los ojos, y al darse cuenta de que el castaño no se encontraba en la cama, su preocupación se hizo presente haciéndolo despertar de golpe

Emi: ¿"Late"? ¿"Late"?

El rizado comenzó a levantar las sabanas y las almohadas de la cama esperando poder encontrar un rastro de Joaquín. Sin éxito, decidió levantarse para empezar a buscarlo por todo el departamento

Emi: ¿"Late"? "Late" ¿Donde estás?

Empezó a abrir cada puerta que encontraba en el departamento y en ninguna de las habitaciones había señales de su esposo. No fue sino hasta que vio que había dejado la ventana abierta, donde hace unas horas Joaquín tenía pensado saltar; Emilio ya pensaba lo peor.

Con cuidado, con mucha lentitud pero sobre todo con mucho miedo, Emilio se acerco a la ventana para luego mirar a la calle y esperar a que no hubiera nada. Para su alivio fue así, así que después de soltar un gran suspiro de alivio, se dispuso a cerrar la ventana y volver a buscar al castaño por todo el departamento.

Cuando creyó que jamás podía encontrar al amor de su vida, de repente miro unos segundos al balcón de la casa, y ahí estaba: Solo, desabrigado y viendo a la nada. Emilio se tomó un tiempo para calmar sus emociones que estuvieron a flor de piel, para luego salir al balcón para verse con su amado.

Emi: ¿"Late"?

Joaco: -Lo voltea a ver- Ah hola amor

Emi: ¿Que haces aquí afuera tu sólito? ¿No tienes frío?

Joaco: No tranquilo amor, sólo salí para tomar un poco de aire fresco y pensar es todo

Emi: ¿Ya te sientes mejor?

Joaco: Sí, creo que esa siesta era lo que necesitaba -Regresa la mirada la frente- Y no te quería despertar así que decidí salir aquí un rato para mirar las estrellas -Levanta la mirada-

Emi: -Lo abraza por detrás y levanta la mirada- Y a parte de ver las estrellas, ¿En que tanto pensabas?

Joaco: Pues, en lo que paso hoy, en mi reencuentro con Pecas

Emi: Él regreso porque te sentías solo, tu mamá ya nos contó todo

Joaco: Sí efectivamente me sentía solo pero, creo que está vez fue diferente

Emi: ¿A que te refieres?

Joaco: Que sí me sentía solo pero ya no fue como hace años, ahora que me reencontré con Pecas me di cuenta de una cosa

Emi: ¿Que cosa?

Joaco: Que a diferencia de que cuando era un niño de 6 años, ahora ya no veía a Pecas como mi mejor amigo

Emi: ¿Entonces?

Joaco: -Comienza a llorar- Ahora lo veía como un hijo -Se suelta a llorar- Cuando lo volví a ver, sí me dieron ganas de jugar con él como cuando niño, pero está vez sentí la necesidad de.... Cuidarlo, Protegerlo, Educarlo y Amarlo. Ahora me siento la persona más ridícula y más estúpida del mundo porque ahora sí toque fondo y llegue a mi límite, mira que tener que imaginarme a un niño que no existe para llenar ese vacío en mi corazón donde hace falta un hijo

Aquí Estaré (Emiliaco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora