Uno de los monstruos

Chapter Final

Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no me pertenecen, son propiedad de J.K. Rowling. La historia tampoco me pertenece, esta pertenece a galfoy  y fue beteada por AliciaBlackM.

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«Estaré aquí cuando despiertes.»

La voz de Hermione flotaba a través de los sueños de Draco, inconexa y extraña, dándole algo a lo que aferrarse cuando se balanceaban entre las pesadillas. No tenía idea de cuánto tiempo había dormido, pero se permitió sumergirse en ese mundo, sabiendo cuan desesperadamente necesitaba de un descanso. Sentía vagamente como si estuviera en un barco, que se balanceaba lentamente entre las olas, sin tener ningún lugar en particular para estar. Por un tiempo fue hermoso, pero también era solitario, y Draco ansiaba el sol.

Finalmente, la niebla se disipó, y arrastró a Draco consigo, susurrándole que despertara. Él parpadeó lentamente.

—Bienvenido de regreso —dijo Hermione, sonriéndole, la luz del sol que se filtraba de la ventana del hospital le cegaba la vista. Ella había cumplido su palabra. Estaba exactamente donde dijo que estaría.

—Santa mierda.

Tosió, y luego hizo una mueca, su intención no era comenzar con particularmente ese saludo. Su mente no estaba completamente en línea, parpadeando débilmente hacia la conciencia. Se sentía horrible.

Ella rió.

—Encantada de verte también. Probablemente sea mejor si no hablas demasiado. Tu garganta está en carne viva y le diste un feo mordisco a tu lengua. Sin embargo, tu tobillo se curó bien.

—Qué afortunado —gimió, sintiéndose dolorido en todas partes. Incluso su piel dolía.

—Te acaban de dar una nueva ronda de drogas para el dolor, por lo que te sentirás maravilloso pronto.

—Siempre me siento maravilloso, Granger —refunfuñó.

Ella rió de nuevo, y él decidió en ese momento que necesitaba escucharla reír tanto como fuera posible, disfrutar del como su rostro se iluminaba ante sus palabras.

Tampoco fue el único cambio. Hermione parecía completamente transformada. Todo el estrés y la tristeza que se habían grabado en sus rasgos, había desaparecido. Ella se veía jodidamente increíble.

La vida después de la guerra ya se sentía asombrosamente diferente, y él solo había sido parte de eso por un momento.

—A tu madre le encantará saber que estás despierto —dijo, apartándole tímidamente el cabello de la frente—. Ella logro sobrevivir, aunque estuvo fuera unos días. Sus heridas están curando bien. Ahora es una heroína de guerra, ya sabes. Toda una celebridad.

Draco abrió la boca para responder, pero descubrió que no podía hablar gracias al repentino nudo en su garganta. Merlín, estaba tan agradecido. Cuando vio a su madre así... inmóvil, herida... había esperado lo peor. Otro desamor para agregar a la creciente lista. Otro cuerpo para enterrar. En un intento desesperado para no auto humillarse, agarró la mano de Hermione y la apretó con fuerza, respirando con pesadez.

Hermione bajó la mirada hacia sus manos unidas y le devolvió el apretón, fingiendo no darse cuenta de que sus ojos se estaban llenando de lágrimas.

Se le ocurrió que probablemente ella no entendía realmente qué tan en deuda se sentía. Los Gryffindor eran así, sin embargo, realizaban acrobacias lunáticas solo porque parecía lo correcto. Hermione los había salvado. A todos ellos. Ni siquiera se suponía que debía estar allí.