Caminamos hacia la puerta que se abría lentamente conforme nos acercábamos a ella; Noah se pegó a mí, no lo separe porque prefería estar protegida por ese mastodonte que estar sola en este vacío.
[...]
Llevábamos rato caminando y todo seguía en plena oscuridad, aunque avanzábamos lento para no tropezar, cuando de repente, una luz ilumino toda la estancia.
Era un viejo farol, el color rojo desteñido y oxidado que tenía le hacía parecer que llevaba ahí cientos de años, estábamos en una vieja estancia, de la cual solo apenas habíamos cruzado la puerta.
Tras nosotros se veía el desván en el que con anterioridad habíamos estado.
Noah volteo a verme y con la voz ronca susurro:
-Esta es la recepción de mi casa, ¿Cómo diablos hemos llegado aquí? - cuando una brisa del tamaño de un vendaval nos azoto y cerró la puerta tras nosotros a su paso.
Noah se giró; la puerta estaba a tan solo unos pasos de nosotros, como si todo el tiempo andado había estado en nuestras mentes, he intento abrirla, pero estaba sellada; me miro con preocupación y continuamos caminando hasta llegar a una pequeña sala que estaba rodeada de más puertas y miles de cuadros de niños. Mi mirada se dirigió hacia el mientras este miraba todo con una pizca de añoranza. Camino hacia la puerta mas cercana a nosotros y la abrió.
Un gran comedor de aspecto antiguo apareció frente a mis ojos mientras una mesa rodeada de sillas nos daba la bienvenida; me acerque hacia ella y tome la pequeña hoja que yacía en esta.
Esta contenía un dibujo infantil. Noah la tomo y la guardo en su bolsillo. Tomo mi mano y nos guió hacia lo que parecía ser una cocina.
En la estufa una olla hervía bajo un fuego lento, nos acercamos y el levanto la tapa, en esta parecía haber una especia de sopa escarlata nos acercamos a ver un poco mas y lo que parecía ser una pequeña uña floto hasta la superficie. Rápido el cerro y ambos volteamos a ver lados opuestos suportando las fuertes arcadas que nos venían.
Cuando nos recuperamos nos regresamos a la sala de las puertas, la siguiente puerta estaba marcada la silueta de una daga.
Entre en lo que parecía ser un despacho, y en el centro del escritorio había un pequeño cartel que apuntaba a una ventana, nos acercamos a esta y pudimos ver lo que parecía ser la silueta de mi casa, lo que significaba que o bien los dueños de esta eran mis vecinos o quien sea que haya hecho esto podía modificar las apariencias a su antojo.
Algo rompió una lampara detrás de nosotros y volteamos exaltados, en el suelo, entre los vidrios de esta había otra daga y otro dibujo. Me acerque y tome la daga mientras que Noah tomaba el dibujo y lo guardaba en su bolsillo. Lo observe con duda y él se percató de esto.
Suspiro y saco algo de su bolsillo. -He visto que tu cargas con dagas, o cargabas ya que dejaste la caja en lo que es tu casa, supongo que eso es lo que te hará sobrevivir junto con tu familia. En mi caso son dibujos, que representan historias que hemos vivido Sarah y yo.
Baje mi vista y tenia tres pequeños dibujos de una niña y un niño, todos parecían momentos felices menos el ultimo de estos. Uno de esos niños estaba rodeado de otros mientras estos se reían a carcajadas.
- ¿Qué significa el ultimo? - pregunte tomando el dibujo entre mis manos y admirando el trazo que este tenía.
-Mi hermana y yo somos huérfanos, esta era nuestra casa de acogida, pero los otros niños la maltrataban por el simple echo de que era diferente, yo siempre trataba de protegerla pero me metí en tantos problemas que ese día no pude verla, ni nunca desde entonces. - tomó el dibujo de mis manos y lo guardo junto a los otros en su chaqueta.
Salimos del despacho y continuamos con la siguiente puerta, esta parecía una sala de estar. Al fondo de esta había un gran televisor, con dos puertas mas a sus lados, frente a este, un gran sofá en forma de L y un par de mesas detrás, Un gran armario estaba junto a nosotros. Noah camino hacía el y empezó a rebuscar entre los cajones hasta que dio con un archivo, idéntico al que había en el archivero de mi casa. Este tenía un nombre que me resulto tan familiar y extraño a la vez.
Connor Jónsson
Edad: 17 años
Última consulta: 18 de agosto
Dirección: Centro Reclusorio Psiquiátrico
Enfermedad: Esquizofrenia
El nombre que salía en esas carpetas era el de mi hermano, no recordaban haberlo visto manifestar algunos de los síntomas que este trastorno mostraba.
Tome la carpeta de las manos de Noah, este me miro confundido pero no dijo nada, trate de entender todo lo que los documentos contenían, mas sin embargo, el lenguaje técnico me lo impedía, frustrada tire la carpeta al suelo.
Noah tomo mi mano y me hizo avanzar mas dentro de la habitación. De repente, la puerta detrás de mi se cerro y el televisor se encendió, un vídeo de un par de niños jugando en un parque empezó a reproducirse, pero este tenia un audio diferente, una voz relataba lo que pasa sobre la cinta mientras una risa femenina se reía por detrás de este.
El vídeo se detuvo y se puso en rebobino hasta mostrar a los dos niños delante de la entrada de una casa, Noah se acerco a la pantalla y esta se apago, con un estruendo, esta se abrió mostrando una habitación a oscuras.
Me acerque a él y entramos dentro de la habitación, la cual era una litera, un par de baúles y un escritorio. Noah se acerco a uno de ellos y lo abrió pero rápidamente retrocedió por el olor que este emanaba. Dentro del baúl había un par de huesos y el típico liquido escarlata.
A este punto el olor ya no nos afectaba, por lo cual rápidamente se recupero y tomando una sabana de una se las camas rebusco entre el liquido sacando así una de mis dagas que envolvía un pequeño corazón y uno de los dibujos de Noah.
Me tendió la daga y tomo el dibujo. Camine hasta el siguiente baúl, y al abrirlo nos sorprendimos al ver el pequeño animal perteneciente de aquel desastre. Salimos de la habitación, y alguien nos hizo detener, mas bien, "algo" que no esta antes ahí.
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Frío como el otoño
Mistério / SuspenseLas hojas caían y el aire soplaba, Rose sonreía triste al atardecer pensando en todo lo que había pasado en los últimos meses. Nunca se imagino estar ahí, a finales de Septiembre, recordando aquel lejano día en el que todo inicio, ahora ella solo qu...