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Aquél lugar parecía ser mágico, por fuera aparentaba ser una simple casa ordinaria la cual puedes encontrar en cualquier vecindario mas sin embargo una vez que te adentrabas en ella todo era diferente, parecía que sus pasillos no tenían fin, todos y cada uno de ellos estaba repleto con mil y un cosas, si no eran cuadernos de apuntes eran libros, o bien utensilios de pintura, lápices, lienzos, cuadros a medio completar... simplemente todo estaba repleto y nunca faltaba algo que llamara tu atención para que tus ojos se detuvieran a deleitarse ahí.

La sensación y el aroma ahí no se quedaban atrás, todo era muy reconfortante y cálido, todo tenía su toque personal y las paredes y todos los muebles sin excepción se encontraban decorados con una tonalidad hermosa, con un color que te hacía sentir no querer irte de ahí nunca.
Los muebles de aquella casa eran todos de madera y aparentaban ser bastante viejos pero también eran bastante buenos aún, eran de buena calidad.

-Ven ven, por aquí -Alba jaló de la mano a Emma llevándola hasta una habitación pasando por encima de todo lo que había en el piso, como si aquello fuera lo más normal del mundo-
-¿Éste... éste es tu estudio?
-Así es, aunque lo que te quiero mostrar es otra cosa, cierra tus ojos un momento.

Emma no respondió, estaba totalmente fuera de sí ya que sus ojos se encontraban demasiado ocupados analizando todos los cuadros llenos de colores súper llamativos, cada uno de ellos parecía tener vida propia y estarle pidiendo que los observara. Alba solo sonrió al ver los ojos tan amplios de aquella niña así que dejó que se deleitara un poco en todo aquello.

-¿Enserio tú has echo todo esto?
-Sip, eh aprendido muy bien en clases, ¿Cierto?
-Demasiado bien... -seguía atónita y ahora acariciaba suavemente los cuadros-
-¿Ustedes han estudiado sobre el expresionismo?
-Hemos aprendido solo los estilos básicos, la maestra dice que el expresionismo es aún un poco complicado para nosotros.
-¿Sabías que los expresionistas defendían su arte el cual era más personal e intuitivo, donde predomina la visión interior del artista osea la expresión frente a la plasmación de la realidad?
El expresionismo suele ser entendido como la deformación de la realidad para expresar de forma más subjetiva la naturaleza y el ser humano, dando más importancia a la expresión de los sentimientos más que a la descripción objetiva de la realidad.
-Una forma para expresar los sentimientos... sin duda es algo hermoso.
-En definitiva lo es, sobre todo porque de ese modo cada artista tiene su estilo propio, su propio sentir, su propia forma de ver la vida y en esa forma plasma todo lo que siente en el lienzo blanco que está listo para representar toda una historia.
-¿Crees que pueda hacerlo tan bien como tú lo haces?
-Este estilo de arte sirve para expresarse, sea que estés pasando un buen momento o un mal momento todo lo puedes plasmar, por eso se llama así: Expresionismo, porque es para sacar lo que llevamos dentro, para decir "aquí estoy".

La mayor guardó silencio al notar que aquella niña se encontraba meditativa pensando en quién sabe qué, solo la observó sabiendo que sin duda había sido buena idea llevarla hasta ahí.

-Ven, esto es lo que te quería mostrar -las dos se dirigieron hacia un lienzo muy grande que se encontraba reclinado en una de las paredes- dime, ¿Qué opinas? -Alba tomó la manta con la que estaba tapado el lienzo y la quitó de un tirón dejando al descubierto aquella obra-
Aquél cuadro consistía en el retrato de una chica, cualquiera diría que un retrato de alguien sonaba muy simple y cliché pero no era ese su caso; la pintura estaba tan bien echa que incluso se podía apreciar cómo el pecho de la chica se llenaba de aire con cada respiración de esta, a pesar de toda la explosión de colores que decoraba su cuerpo se podía notar el tierno rubor en sus mejillas dándole vida, incluso se podía apreciar cómo la cálida brisa le levantaba cada cabello de su larga cabellera y el fondo no era menos, estaba lleno de tantos colores hermosos y brillantes haciendo tantas formas abstractas pero aún se podía entender que se encontraba en un parque por la noche, lleno de árboles con copas frondosas y altos faroles que le brindaban su luz y calidez mientras ella se mecía en un columpio, llevaba un lindo vestido rojo que dejaba al descubierto sus hombros y ella tenía una gran sonrisa en rostro tan vívida que si lo intentabas podías escuchar su risa, tan dulce y cálida.

Cayendo como en Otoño Donde viven las historias. Descúbrelo ahora