Hermosa Imperfección

1: Ayuda Vital Inesperada

Desde la primera vez que puso un pie en la escuela secundaria, Hyukjae sabía que su vida no iba a ser normal. Era lo que la gente categorizaría como un friki, un nerd o, probablemente, también una molestia. Era un genio, un estudiante transferido de una escuela prestigiosa de Nueva York.

Si bien la mayoría de las personas probablemente estarían encantadas de estar de vuelta en su ciudad natal después de pasar años en un país extranjero, tenía una idea totalmente diferente. La gente lo evitaba. Estaba solo. Sus malas habilidades sociales tampoco ayudaban, por no mencionar su apariencia que definía claramente "el extraño chico nerd que siempre tiene libros en la mano".

Aunque se acostumbró a eso. No era odiado por nadie, pero tampoco era amigo de nadie. Decidiendo no preocuparse por lo que otras personas pensaban de él, se aisló y comenzó una vida adolescente solitaria.

Una cosa de la que se sentía contento era que nunca fue intimidado, ni siquiera una vez. A veces recibía bromas burlonas de algunas personas, pero eso era todo. Bueno, al menos la humanidad todavía existe en este mundo.

—¿Como estuvo la escuela hoy?

Era la misma pregunta que recibía casi todos los días de parte de Kyungmi, su leal ama de casa.

—Bien —y él respondía con la misma respuesta cada vez que se le pedía.

De hecho, pensó que estaba bien como estaba, hasta el día en que ingresó por primera vez a la escuela secundaria y conoció al popular bailarín convertido en ídolo, Jung Yunho, quien asistió a la misma escuela secundaria a la que asiste. Fue como un sueño hecho realidad.

A pesar de su imagen de friki, a Hyukjae siempre le había encantado bailar; era su pasión. Admiraba mucho a Yunho, y probablemente era una oportunidad enviada desde el cielo para encontrarse con este último en persona.

Pensó en él como un Dios del baile, bueno, pensó que lo era, hasta ese día sombrío que nunca podría olvidar.

—Realmente te admiro, Yunho-sii —se preparó y valientemente se acercó a Yunho, ignorando los ojos que intentaban echar un vistazo a su conversación—. ¿Puedes ser mi profesor de baile? También me gustaría ser bailarín como tú.

No sabía de dónde sacó la confianza para abrir su boca generalmente silenciosa y acercarse al estudiante más popular de la escuela. Pero lo hizo. Reuniendo todo su coraje, le dijo a Yunho lo único que había estado guardando desde el primer día de clases.

—De verdad —Yunho le sonrió, el tipo de sonrisa que instantáneamente lo tranquilizó—. ¿Quieres ser bailarín?

Hyukjae asintió. Esto es, pensó. Finalmente lograría su sueño, junto a su ídolo, Jung Yunho. Escuchó susurros y murmullos burlándose de él, pero no podía importarle menos. Yunho era el único que podía ver en este momento.

—¿Estás bromeando? —Yunho dejó escapar una risa sarcástica, sus ojos juzgadores mirándolo de arriba abajo—. ¿De verdad crees que un feo pedazo de mierda como tú podría ser un bailarín como yo? Sigue soñando, friki.

Esas palabras dejaron un gran impacto en él, más de lo que él pensó que serían. Solo podía estar parado allí mirando fijamente las paredes, todavía en medio de procesar cada una de las palabras que Yunho le había dicho.

Pedazo de mierda.

Feo.

Sigue soñando.

Su rostro enrojeció, nunca había pensado que el amable y genial Jung Yunho que había visto en la televisión diría algo así. No esperaba este resultado, no lo vio venir.