17.ENE.19

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Al otro día, cuando fui por Hanna a la escuela vi que Alec iba cruzando la calle, de reojo vi hacia dónde iba para ver si en su coche iba de casualidad Justin, y sí, estaba en el asiento del copiloto, junto a su papá. Me aseguré de que me viera, pasando muy cerca de su coche. Cuando pensé que estaba hecho, fui a la puerta a buscar a mi hermana. Me quedé unos minutos esperando, quizá Justin iría a verme, pero no.

Cuando volteé para ver donde estaba estacionado su coche, ya no estaba. Se había ido y ni siquiera había bajado a saludar.

¿Pero de qué me sorprendía si había hecho lo mismo una decena de veces antes?

La diferencia es que esa vez necesitaba un favor de mí, pudo al menos bajar e ir a verme para pedírmelo en persona.

Media hora después revisé si tenía un mensaje suyo y sí ahí estaba. Eran tres, pero sólo podía ver el último porque no quería abrirlos aún.

Babe💕

"ReeshiReeshiReeshiReeshiReeshiReeshiReeshiReeshi"

Decidí activar sus notificaciones para que la próxima vez que enviara algo, pudiera verlo completo desde la barra desplegable de arriba y seguí haciendo mi tarea. Pasaron las horas y yo entraba de vez en cuando en Messenger para que viera que simplemente no quería contestarle.

Y entendió la indirecta porque dos horas después me escribió.

Babe💕

"Otra vez no Reeshi"

Lo ignoré y continué en lo mío. Cuatro horas más tarde mi celular volvió a sonar.

Babe💕

"Por favor, Kar"

Bloqueé el celular y continué viendo la tele hasta que llegó otro mensaje.

Babe💕

"Ya dime por qué estás así"

Y uno más.

Babe💕

"O sólo soy un exagerado ridículo"

Mi corazón se encogió de sólo imaginar que la estaba pasando mal sin saber nada de mí, pero no podía permitirme eso.

¿Cuántas semanas enteras pasaba yo sin recibir al menos un "hola" de su parte?

¿Cuantas veces le mande mensajes que ignoró por días?

Use todas mis fuerzas para volver a bloquear el celular pero entonces recordé que él necesitaba una respuesta sobre las asesorías o no dejaría de molestar.

"Mi mamá dijo que no, lo siento", escribí simplemente y minutos después ya tenía una respuesta.

Babe💕

"): Está bien, y no puede ser en tu casa?"

Me armé de valor y le contesté.

"No, tengo muchas cosas que hacer"

Volví a bloquear sus notificaciones y conecté mi teléfono para que cargara un rato. Sólo así me quitaba la tentación de estar revisándolo a cada momento.

Una semana después, me encontraba en un estado de ánimo mucho mejor.

Ya no dolía tanto que El cacas y yo ya no estuviéramos juntos.

Lo extrañaba por momentos, pero no era bueno aferrarse a algo que te daba más momentos malos que buenos.

Ya no lo mencionaba, si había algo que me lo recordaba, prefería distraer mi mente con otra cosa y así lo dejaba de lado. Además no paraba de escuchar la lista de canciones que había hecho para olvidarme de él. 

Hanna estaba en el sillón frente a mí haciendo su tarea mientras yo veía la tele. Yo sabía que ella estaba mucho más tranquila desde que yo estaba más tranquila.

Pero la tranquilidad paró ahí.

— Tsssssss — la miré cuando hizo ese sonido de cizaña, tenía el teléfono en la mano y por su cara me imaginaba que sus compañeros otra vez se estaban peleando por el grupo de WhatsApp como acostumbraban.

— ¿Qué pasó? —le dije emocionada y me acomodé en el sillón. Sus compañeros eran muy divertidos cuando se enojaban.

— Mira —me giró el teléfono y vi un mensaje del Cacas.

Justin

"Hola Hanna, perdón por molestar. Puedes decirle a Reeshi que revise su Messenger?"

Fruncí los labios y negué con la cabeza.

— Dile que sí y ya.

Seguí viendo la tele y me negué a revisar mi teléfono. No me interesaba nada que tuviera que decirme.

Esa noche, entré a su conversación. Desde que le había negado mi ayuda había recibido exactamente 23 mensajes y 4 llamadas perdidas. Mi parte enamorada (o como le había dicho antes, la babosa) saltaba de emoción porque significaba que sí le importaba al Cacas, pero la parte lastimada, la que tenía todavía el corazón roto por tanta decepción, sólo quería dejarlo en visto para que entendiera que ya no había nada que pudiera hacer para reconciliarse.

No tenía la fuerza suficiente todavía para decirle "Se acabó", así que esperaba que el hecho de que lo ignorara se lo diera a entender, sabía que estaba mal y que estaba siendo muy cobarde, pero no podía, no me sentía lista.

Fui un idiota, perdón | J.B |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora