19.ABR.19

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Estaba terminando de recoger los platos de la comida cuando mi teléfono empezó a sonar. Lo miré y era Dan. Fruncí el ceño pues tenía mucho sin saber de él.

— Hola —respondí caminando a la sala.

— Hola Kary, ¿cómo estás?

— Bien, gracias. ¿Y tú? ¿Y este milagro?

— Pues era para ver si querías venir mañana a un bar con nosotros.

— ¿Con quiénes "nosotros"? —respondí cautelosamente.

— Unos amigos de la uni, Oscar, Pablo —a quienes conocía de la preparatoria—, Janet, Justin y mi novia.

— No lo creo —dije después de escuchar el nombre de mi ex.

— Vamos, ya pasó un tiempo desde la separación, estoy seguro de que pueden llevarse como personas normales.

— No sólo es eso —dije recordando de repente—, una amiga de la universidad va a celebrar su cumpleaños mañana y le prometí acompañarla.

— No sé por qué me suena a excusa.

— Nada de eso —reí—, es en serio, te voy a mandar captura del evento para que me creas.

— Está bien, está bien, te creo, no hay problema. Ya será en otra ocasión.

— Sí, lo siento Dan. Ya será la próxima.

— Bueno, que estés bien Kars.

— Igual tú Dan, gracias.

— Quizá podamos salir después tú y yo para platicar o algo.

— Claro que sí, luego nos ponemos de acuerdo.

— Muy bien.

Colgamos y yo apagué la tele cuando me di cuenta de que Hanna se había quedado dormida en el sillón. La desperté y la llevé a su cuarto para después ir al mío y ponerme a leer mientras esperaba que mis papás llegaran del trabajo. Recordé la invitación de Dan y decidí enviarle la captura del evento en Facebook para que no pensara que se trataba de una mentira mía.

Dan

"No hay problema, que descanses"

El día siguiente yo corría de un lado a otro tratando de que mi cabello se viera espectacular.

Había pasado mucho tiempo desde la última vez que había ido a una fiesta, sí había ido a muchas reuniones pero no a una fiesta como tal, donde pudiera bailar y conocer gente.

Llevaba puesto un top azul con una falda corta a juego que hacía lucir una delgada franja de mi abdomen. Me miré al espejo infinitas veces, no estaba segura de si me veía bien o no. No era común en mí usar cosas así, pero necesitaba verme diferente para así sentirme diferente.

Tenía el presentimiento de que esa noche pasaría algo bueno. Podía sentirlo.

Gina pasó a recogerme media hora después, me despedí de mi hermana y mi mamá y me subí al auto.

Después de recoger a otra chica, nos encaminamos al antro donde celebraríamos el cumpleaños de Grace.

Mientras hacíamos fila para entrar al lugar, pude notar que algunos chicos nos miraban. Eso elevó un poco mi autoestima, nos miré a las tres y definitivamente nos veíamos muy atractivas.

Entramos y buscamos la zona VIP que estaba apartada para Grace esta noche. En el camino algunos chicos nos sonrieron y no hicimos más que sonreirles de vuelta y pasarnos la mano por el cabello.

Fui un idiota, perdón | J.B |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora