3.4K 134 18
                                    

Aunque no te agradaban los gatos, los hijos de Minho siempre eran una excepción.


Desde hace tiempo Minho te había presentado a sus gatos, era gracioso porque lo hizo antes de presentarte a sus propios padres.
Te habías encariñado mucho, Minho a veces se molestaba porque los gatos comenzaban a preferirte, sin embargo los llevaba a la casa en ocasiones.

-¿Que cree que hace?- susurró un poco molesto entrando a la casa y ver que en el sillón de la sala te encontrabas durmiendo con la boca abierta y saliva saliendo, junto a uno de sus gatos, quien se encontraba felizmente en tu abdomen ronroneando.- No hermana, consiguete tu gato.

Acto seguido Minho tomó los retenedores de Jeongin que al tocarlos notó que se los acababa de quitar, ocasionando que los aviente hacia tu cara, cayendo y chocando con tus dientes. Te despertaste alterada y el gato se asustó rasguñando un poco tu brazo y huyendo.

-¿Que carajo? ¡ESPERA! ¿Son los retenedores de... ¡QUÉ ASCO!- Exclamaste ahora levantándote rápido y dirigiéndote hacia Minho.

- No sé que has dicho pero sonó descortés.- frunció el ceño señalandote indignado al escuchar que no estabas hablando coreano.- como sea, el que debería decir eso soy , es mi gato maldita.- Fue lo último que dijo para tomar al gato que recién se asomaba por la puerta e ir a su habitación, dándote una última mirada.

-Tonto loco de gatos.- bufaste

「Si estuvieras en Stray Kids」ツDonde viven las historias. Descúbrelo ahora