Los Vestigios de una terrible batalla, a causa del intento de invasión de Noxus a Jonia se podía notar en lo que alguna vez fue una aldea prospera en la frontera del ya mencionado país. El silencio era casi predominante en ese lugar, a excepción de el graznido de algunas aves de rapiña que habían comenzado a llegar al lugar para alimentarse de los cientos de cadáveres que allí yacían, y de un lejano sollozo que parecía provenir de un infante.
El sol de mediodía golpeaba con toda su furia el pequeño y débil cuerpo de Shieda Kayn quien no lograba distinguir de donde o a quien pertenecía ese llanto que escuchaba, y la fuerte y clara luz solar lo tenía con la visión bastante limitada-No Morirás, no aquí... Tú vencerás cualquier adversidad que se te ponga enfrente, y serás grande, más grande y fuerte de lo que nadie imagino jamás... creó en ti, Kayn.
Dijo una suave voz que como un susurro llegó hasta los Oídos del chico que por alguna razón le dieron la fuerza y motivación suficiente para alzar de manera débil pero firme su mano derecha la cual sujetaba una oz que fue su arma con la que le dio muerte a varios habitantes de ese lugar. Ya acostumbrado más a la luminosidad del sol, pudo notar como un grupo de hombres, probablemente ninjas al juzgar por sus vestimentas, se acercaban al casi moribundo Kayn. Uno de ellos, él que imponía más respeto y que aparentaba ser él líder se detuvo a unos cuantos pasos del joven Shieda quien lo miraba con un ojo un poco entrecerrado. Él Ninja pudo observar en él chiquillo un dolor y oído que no era propio de alguien de su corta edad.
Él hombre se inclinó un poco hasta él niño y le extendió la mano a éste, a lo cual él joven no dudó ni un momento y la tomó, sintiendo como era jalado con poca fuerza para así por fin poder ponerse de pie.
Él mayor miraba detenidamente el lugar, como si lo analizara o buscara algo, tras unos segundos dirigió de nuevo la vista al chico tras lo cual y como si hubiera dado una orden o señal todos comenzaron a tirarse del lugar.
Ya varios años habían pasado desde la terrible invasión que Jonia sufrió a manos del tirano y conquistador de Noxus. Con bastante dificultad, la zona del país que fue testigo de esa sanguinaria lucha, había logrado salir adelante, pero siempre atento por el temor de un nuevo ataque. Por su parte, Shieda Kayn se había vuelto un hombre fuerte y orgulloso, capaz de aprender a utilizar cualquier arma que se propusiera y gran dominado de la magia sombría que habían aprendió del hombre que le salvo la vida y ahora maestro, Zed. Esas habilidades lo hacían por si solas un adversario letal, pero lo que realmente lo hacia tan temible para los que habían llegado a escuchar de sus azañas, era que él era portador de una de las milenarias armas Darking, que habían robado por orden de su maestro a los noxianos hacia casi un año, pero en un acto de imprudencia y soberbia él joven Shieda tomo liberando así su demoníaco poder sobre si mismo, el cual se reflejaba en su brazo y ojo izquierdo los cuales parecían estar cubiertos por la piel de ese terrible ser. Kayn sabía muy bien en lo que se había involucrado, sabía que si llegaba a perder su batalla interna con el Darking, no solo significaba su propio fin, si no la posible aniquilación de todo organismo vivo.
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Destino entrelazado
Fiksi PenggemarLa vida de Shieda Kayn parece transcurrir con la suficiente normalidad para un asesino de la Orden de las sombras, pero su vida da un giro de 360° al conocer a la chica del monte Targon, la cual guarda un obscuro secreto que hará que Kayn nunca vuel...