Classmate [Tachibana Makoto]

Parte 1

— ¡No entiendo esto! — dije desesperada y revolví mi cabello.

— Puedes pedirle ayuda a Tachibana-kun — sugirió Sora, mi amiga.

— ¿Tachibana Makoto? —por un momento me puse nerviosa.

—Sí, él tiene las mejores calificaciones en esta materia, estoy segura de que podrá ayudarte.

—No lo sé... — estaba un poco indecisa sobre aquello, además que no podía estar cerca de él sin sonrojarme.

— ¡Vamos! ¿Eh? ¿Por qué te sonrojas? ¿Te gusta? —Sora comenzó a molestarme.

— ¡Claro que no! — me costó negarlo por un momento —. ¡No es así, ya verás! — entonces para no caer en el juego de mi amiga, me levanté y caminé hasta Makoto.

Él le estaba hablando con Haruka y cuando llegué a su lado, ambos chicos me miraron.

—Tachibana—san. Quería pedirte un pequeño favor... — solté avergonzada.

— ¿Qué pasa? —habló el chico con una dulce sonrisa.

— ¿Podrías ayudarme a estudiar para el próximo examen? Es que me va muy mal en esta materia y tú tienes muy buenas calificaciones... — hablé rápidamente quedándome sin respiración.

Makoto lo pensó un momento —. Creo que puedo.

— ¿De verdad? — su respuesta me hizo muy feliz.

— Sí, podría ser después de que termine las prácticas con el club de natación. ¿Está bien?

—Sí, no hay problema. Muchas gracias — le di una pequeña reverencia de agradecimiento.

Al día siguiente esperé a Makoto en la sala de clases, como habíamos quedado. La tarde se pasó muy lento mientras lo esperaba pero sobre todo estaba nerviosa. ¡Estaríamos los dos solos!

— Perdón por la tardanza — se escuchó una voz mientras abría la puerta, mi vista fue enseguida hasta él, y vi aquella dulce sonrisa adornando su rostro.

— ¡Ah! No te preocupes, no llevo mucho tiempo.

— Bien, comencemos. — dijo el chico sentándose junto a mí y sacando sus apuntes.

La compañía de Makoto era maravillosa, tenía mucha paciencia para enseñarme lo que más me costaba y siempre sonreía dulcemente. Cada vez que lo veía mi corazón parecía que iba a estallar.

Había llegado el día del examen final y agradecía mucho la ayuda de Makoto, aunque estaba nerviosa por el resultado.

Al terminar la clase me acerqué hasta Makoto, intentando no avergonzarme como siempre pasaba. Poco a poco todos los alumnos salieron del salón y quedamos solos.

— Tachibana-san, muchas gracias. Sin tu ayuda no hubiese sido capaz de esto.

— No hay de que, puedes contar conmigo cuando quieras. — Sonrió dulcemente una vez más y un silencio que produjo por unos minutos.

— Bueno, si me disculpas tengo que ir a practicar.

— ¡Ah, espera! — grité de pronto, sin poder controlar mis palabras.

— ¿Qué sucede?

Tomé aire y lo solté, era ahora o nunca.

— Tachibana... hay algo que quiero que sepas. —Hablé con calma —La verdad es que...

— ¿Qué...? — habló Makoto tras un momento de silencio.

— Me gustas... —Apreté mis ojos con fuerza, no quería verlo y mostrar mi rostro avergonzado.

— Ya veo... — dijo él con un poco de nerviosismo —. No sé qué responder, esto es muy repentino.

— No es necesario que digas algo... Verás... —mis palabras se enredaron.

— Gracias — me interrumpió Makoto —. Gracias por tu confesión. Me hace feliz que sientas esto por mí.

Acto seguido se acercó y acarició mi cabello con dulzura. Tomó mi rostro con sus cálidas manos y me besó en la mejilla.

— ¿Puedes esperarme después del club? Los chicos me esperan para practicar los relevos pero quiero que sigamos hablando.

— Sí. Te estaré esperando.

Y con la misma dulzura que entraba siempre a clases, salió por la puerta, antes de eso se giró y se despidió moviendo su mano. "Hasta pronto" dijo antes de desaparecer tras el pasillo.