Tess y Colten son rivales dentro y fuera de la cancha, pero ninguno de los dos pensó que en medio de su batalla campal se vería involucrado el corazón.
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La mayoría de las escuelas tienen rivalidades con otros institutos, pero en Dallington High e...
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—Y ahora, por fin, ¡recibid con un gran aplauso a la alineación inicial de nuestros dos equipos universitarios de baloncesto, ambos invictos durante toda la temporada!
Las vigas del gimnasio temblaron cuando comenzaron los vítores, cada fila de cada grada que rodeaba el gimnasio estaba repleta de estudiantes.
Saliendo corriendo por las puertas dobles del vestuario con el uniforme, sonreí mientras corría hacia el centro del gimnasio. Al llegar a la pequeña plataforma donde Josh, nuestro presidente del cuerpo estudiantil, nos había presentado, me detuve frente a ella y saludé a la multitud.
—¡Nathan Samuels, Travis Jones, Cody Collins, Michael Cannington y Colten McDermott!
Los vítores aumentaron, si eso era posible, cuando Colten salió del vestuario. Trotó tranquilamente hacia la plataforma, parándose a mi lado en medio de las dos filas de nuestros equipos. Su hombro rozó el mío y mi piel pareció arder. Me alejé un poco, tratando de evitar el contacto.
Josh, disfrutando de ser el centro de atención con su micrófono, saltó de la plataforma, colocándose entre Colten y yo, haciendo que toda la fila de jugadores de baloncesto se moviera y dijo por el micrófono:
—Nuestros dos capitanes, Colten McDermott y Tess Lancaster, posiblemente los mejores jugadores de baloncesto del estado, han llevado a nuestros equipos a victorias continuas, ¡y solo queda un partido para cada equipo! El campeonato para nuestras chicas, dentro de tres semanas, y el campeonato para nuestras muchachos, ¡en cuatro semanas!
Ante esto, Josh se volvió hacia mí y me dijo:
—Tess, ¿vais a ganar tú y tus compañeras?
Le sonreí a Josh, con uno de sus brazos alrededor de mis hombros, tomé el micrófono que me ofrecía.
—¡No te preocupes, Josh, ese trofeo es nuestro! —le dije.
La multitud aplaudió su agradecimiento.
—¡Eso es lo que me gusta escuchar! Y, Colten, han circulado algunos rumores terribles sobre ti en la escuela, ¿eso afectará mucho tu juego? ¿Aún podrás ganar ese campeonato para nosotros?
La multitud se calmó al instante, esperando.
Miré a Josh boquiabierta con ira. Me sonrió felizmente y luego, al ver mi enojo, se encogió de hombros y miró a Colten expectante.
Colten, sus ojos moviéndose momentáneamente hacia los míos, tomó lentamente el micrófono que le ofrecían, con una comprensión evidente en su expresión, y se volvió hacia la multitud, diciendo:
