Blaze of glory

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Blaze of glory de Bon Jovi

Año 1960.

"...Calles estrechas de adoquines. Bajo el halo de una farola..."

El extraño caminaba por las calles desiertas de Arkansas. Era tarde por la noche y nadie lo esperaba. El mismo viejo saco que ahora lo cubría de la fría lluvia era el que usaba de almohada cuando encontraba un lugar donde descansar su golpeado cuerpo.

Tenia 27 años, tan joven pero sin ningún propósito en la vida, las esperanzas habían volado lejos como los pichones que abandonan el nido una vez que aprenden a volar, en otras palabras ya estaba cansado de vivir.
A él le tocaba hacer el trabajo que nadie quería hacer. Sacar la basura para las peores personas de la ciudad, nunca tuvo nadie que se preocupara realmente por él, en otras palabras era un vagabundo que iba por la vida sin rumbo cierto.

Su cuerpo ya se encontraba agotado de caminar cuando sus ojos fueron apuñalados por el destello de una luz de neón que dividió la noche.

Contó las monedas que tenía en el bolsillo y entró al bar, la campanita de la puerta sonó haciendo que el tipo de los tragos lo mirara, se dirigió a la barra arrastrando sus pies esperando a que éste lo atendiera.

Del otro lado del mostrador el cantinero limpiaba con un trapo el lugar que acababa de dejar libre un sujeto medio ebrio, recogió los dos dólares que le habían dejado de propina y los guardó en un frasco cerca de la caja registradora. Había muy pocas personas y lo único que mantenía vivo el ambiente del lugar era la rockola que no dejaba de sonar.

Era ya entrada la noche y faltaba poco para que las últimas personas se fueran. Mientras tanto acomodaba las botellas en su lugar.

- Buenas noches - saludó cortésmente.

- Buenas noches - contestó una vez se sentó.- ¿poca clientela hoy? - preguntó mirando por encima de su hombro.

- Es un poco tarde- respondió- llueve fuerte, ¿eh?- conversar con los clientes era una buena forma de ganar propinas.- ¿qué le sirvo? - sacó un vaso de vidrio y esperó a que el contrario contestara.

El recién llegado miró el reloj con forma de estrella que se encontraba detrás del ojiazul corroborando el horario.
- si, y por lo visto no se detendrá hasta mañana - cuando termina de decir aquello se oye el sonido de un trueno proveniente del exterior lo que hace que los cristales de los ventanales vibren. El castaño ignoró aquello.
- sírveme lo más fuerte que la casa ofrezca. -necesitaba entrar en calor para pasar otra noche en la calle.

El pelinegro asintió y sacó una botella vacía hasta la mitad, no muchas personas ordenaban aquello y usualmente quienes lo pedían buscaban olvidarse de algo doloroso; miró al hombre sentado y se preguntó qué habría pasado con él para querer ahogar sus penas en alcohol, era un sujeto alto de cabello largo y ojos penetrantes, probablemente tuvo problemas con su pareja o en el trabajo, aunque juzgando por su facha y como iba vestido dudaba que tuviera uno. Sirvió la bebida y le entregó el vaso.

- ¿Todo bien? - preguntó después pretendiendo ser una pregunta casual en una conversación casual, aunque si tenía mucha curiosidad pero preguntar qué había ocurrido no era prudente.

El castaño negó, nada estaba bien. Hacía mucho tiempo que no sabía lo que era estar bien.
- solo quiero olvidar todo, apagarme por algunas horas, con suerte algunos días. - tomó el vaso y de un trago se bebió todo el alcohol.

 - tomó el vaso y de un trago se bebió todo el alcohol

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