̶ Lena… ̶ Dijo la chica pelirroja a su lado, su cabello era una pequeña explosión como todas las mañanas, pequeños rulos caían sobre su rostro pecoso. Los ojos cafés de la chica recorrían el abarrotado pasillo de estudiantes de nuevo ingreso. ̶ ¿Me estas escuchando? ̶
La castaña terminó de sacar las cosas de su casillero y sonrió levemente.
̶ Si Wendy, te estaba escuchando. Es solo que… ̶ buscó las palabras, pero después encogió sus hombros ̶ No lo sé, hoy es primer día para los de nuevo curso, la cafetería va a estar llena de gente por no saber qué puede pasar ahí.
̶ Pero ¡Lena!... ̶ reprochó ̶ Cory estará ahí… y tú sabes que me gusta desde el semestre pasado, sé que ni él ni sus hermanos te simpatiza en lo mínimo, pero… ̶
Un golpee las sobresaltó a ambas. Sobre todo a Lena, que estaba justo por cerrar su casillero justo cuando una mano varonil lo cerró antes que ella.
La chica guio su mirada desde la mano que se posaba en el casillero, a lo largo del brazo del chico hasta su rostro. Donde brillaban aquellos ojos verdes brillantes, y una sonrisa retorcida estaba en la boca del chico.
Daryl Deaton.
̶ Johnson, nos encontramos otra vez…̶ dijo el muchacho de grande y musculoso cuerpo. Varias chicas se habían quedado paradas en medio del pasillo para ver a tal chico como si fuera la única estrella que quedara en el cielo. Pero Lena no, con ella era diferente.
̶ Pues claro, inútil ̶ susurró ella con ironía ̶ Estudiamos en la misma Universidad, ¿Qué esperabas?
El chico puso los ojos en blanco y después los rodó por la típica ironía que usaba la chica desde secundaria.
̶ Siempre tan linda, Le… ̶ se quedó callado un instante notando la mirada de la chica ̶ Johnson… Por cierto, ya te lo había mencionado antes ̶ Daryl tocó debajo de su ojo izquierdo lentamente ̶ Si quieres te presto un poco de dinero para tu verruga.
La chica frunció mucho las cejas.
̶ ¡Es un lunar! ̶ gruñó esta con enfado, se alejó un par de pasos de él ̶ Malditos sean ustedes los Deaton ̶
Él sonrió de lado y un largo suspiro se escuchó en todo el pasillo.
Las chicas nuevas emocionadas.
̶ Hey Johnson ̶ dijo el chico. Lena y Wendy ya se habían alejado por el pasillo, la castaña lo observo de reojo, este volvió a sonreír ̶ Feliz inicio de curso… ̶
Le guiñó el ojo y dio la vuelta caminado por el pasillo abarrotado de las próximas fanáticas de los Deaton.
Lena soltó un pequeño bufido y negó lentamente.
̶ No entiendo porque se odian tanto. Siempre se andan fastidie y fastidie mutuamente, sobre todo Daryl e Ian ̶ Wendy negó también con la cabeza ̶ Sabes Lena, tienes suerte… aunque te molesten ese par de hermanos, muchas chicas matarían por esa clase de atención por parte de ellos ̶
Lena soltó una pequeña risita por lo bajo, ella quería mucho a su mejor amiga Wendy. Eran muy unidas, pero no lo suficiente, y ella lo sabía. Pero una de las cosas en las que eran diferenciadas, era porque la pelirroja hablaba demasiado, era por eso que creían que Lena era muy callada. Pero no era así. Pero pocos conocían esa fase. Lena era muy dulce con todos, era de esa clase de personas que no importaba quien fueras, siempre tenía una sonrisa y un “Buenos días” para animarte el día. Claro, pero en la Universidad, para los Deaton era totalmente lo contrario. Aunque claro, el físico tenían un gran cambio, Lena era una chica de estatura media, un cuerpo bien formado, claro por el ejercicio que ella hacía, un largo cabello castaño oscuro algo ondulado, tez blanca y un lunar debajo de su ojo izquierdo que la delataba de las demás chicas. Wendy, por el contrario, era bajita, su cuerpo era delgado y su piel pálida rodeada de pequeñas pecas que la recorrían desde la punta de la nariz hasta sus brazos y unas cuantas en sus piernas.
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Vecina de los Deaton
Teen FictionEsta es la vida de Lena. Una universitaria de 19 años, lleva una vida completamente normal a excepción de una cosa. Sus vecinos con los chicos más deseados de toda la Universidad.