De pasar una tarde calurosa en la playa, a terminar con el cabello pegado a al cuello por el sudor, junto a un completo desconocido atrapados en un puesto de golosinas antiguo lleno de ratas…
Era lo único que podía pasarle a Lena aquella tarde.
̶ Uhm... ̶ Daryl miraba a la castaña con detenida atención, su rostro mostraba completa seriedad, para una situación nada seria. ̶ No se Lena, me gusta cómo se te ve la forma del vestido… pero el color…
̶ Tal vez si te maquillas más los ojos te veas mejor.
Murmuró Allen sentado junto a su hermano, mirándola con la misma determinación.
̶ Para mí se ve perfecta.
Esta vez fue Cory quien hablo, asintiendo su cabeza con una mirada de aprobación.
Hubo un incómodo silencio de 30 segundos, y como saben… todos gritaron al unísono.
̶ ¡Marica!
Lena pareció incomodarse un par de segundos por su comentario, antes no le habían incomodado esa clase de comentarios provenientes de Cory.
Se dio un poco la vuelta dando otro ángulo para mostrar la espalda abierta del vestido con encaje entubado que utilizaba.
Un pequeño suspiro recorrió la sala, la castaña rodo los ojos y de un segundo a otro sintió una suave palmada en el trasero, sintió su rostro teñirse de rojo, se dio la vuelta para mirar detenidamente a los cinco chicos que se encontraban mirándola con rostros falsamente inocentes.
̶ Muy bien, par de retrasados… ¿Quién fue el gracioso?
Otro suspiro recorrió el lugar, varias miradas se intercambiaron. Y Lena sabía perfectamente que ninguno de ellos delataría a su hermano, y si era el caso… se turnaban para ser culpados.
Sid se aclaró la garganta y levantó la mano de forma inocente, sintió la penetrante mirada de la castaña y trago saliva con un temor recorriendo su cuerpo.
̶ ¡Fue Chechu!
No pasaron ni cinco segundos cuando todos los chicos salieron despavoridos del cuarto de la chica, y de la casa de la misma.
Lena no le daba mucha importancia que hicieran esa clase de cosas, habían sido amigos de toda la vida, o bueno… la mayor parte de su vida. Pero desde que comenzaron los seis a hacer ejercicios, su cuerpo cambio completamente, y se podría decir que se desarrolló a la perfección. Desde entonces, ahora le molestaba más que la tocaran en partes inapropiadas.
Confirmó su cabello una vez más frente al espejo, como la fiesta sería en la playa sabía que iba a ser un completo desastre con el calor, así que optó por trenzar su cabello, los chicos como siempre eran los primeros en estar listos. Después de terminar de delinear sus ojos, dio por terminada su tarea de arreglarse.
Dio la vuelta para salir del cuarto, y sin esperar encontrarse al rubio ahí soltó un grito llevando una mano a su pecho.
̶ ¡Cory!
El chico pareció espantarse por el susto y soltó su bolsa de ositos de goma, haciendo que estos se esparcieran por el piso.
̶ ¡Mis gomitas! ̶ esta vez fue el quien gritó por el susto y puso de cuchillas recogiendo la triste bolsa con solo tres pandas en su interior ̶ Oh… por Dios.
̶ C-Cory…
Él se llevó una mano al pecho, aunque Lena no sabía si era solo actuación o si realmente estaba entristecido por su bolsa desperdiciada.
ESTÁS LEYENDO
Vecina de los Deaton
Teen FictionEsta es la vida de Lena. Una universitaria de 19 años, lleva una vida completamente normal a excepción de una cosa. Sus vecinos con los chicos más deseados de toda la Universidad.