2: Origenes (Parte 2)

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− ¿Entonces aceptaste?− El ojiverde miraba con una expresión seria a la castaña. ambos adolescentes se encontraban de camino de la escuela a su hogar.

− Sí.− Dijo la chica mientras asentía con la cabeza.

− ¿Sin saber al menos si era real lo que te estaba diciendo el tipo ese?

−Sí.

−¿Sin pensar en el peligro al que te exponías incluso si fuera real?

−Sí.

−No fue algo muy listo de tu parte.

−Lo sé.− Rió un poco.− Pero el que no arriesga no gana.

−Estamos hablando de una supuesta misión intergaláctica que incluye la posible interacción con criaturas no identificadas, no creo que ese dicho cuente aquí.− Caminaron por un momento en silencio por unos minutos para luego ser roto por Jayn.

− Dijeron que iba a entrenar para esto. Me van a dar armas de alta tecnología en caso de ser necesario y me van a enseñar a usarlas, además de que estaré en varios simuladores y me van a preparar físicamente para aguantar el viaje porque irá a mucha mayor velocidad de lo normal.− Hubo una pausa.−El entrenamiento durará tres meses. Dicen que son profesionales y que tienen la mejor tecnología del mundo.

−Yo aún estoy en contra de que vayas.

−Piensa en lo importante que podría ser este descubrimiento. ¡Estamos hablando de vida en otro planeta! ¿Sabes lo importante que puede ser esto para la ciencia?− Ace no contestó.

Nadie dijo nada durante el resto del día.

[...]

Había pasado una semana desde el encuentro entre Jayn y el empresario. No mucho había pasado desde entonces, solamente tuvo que firmar unos contratos y leer varios papeles. Aquél día era cuando oficialmente comenzó su entrenamiento, el cual duraba ocho horas diarias y comenzaba una hora luego de que Jayn saliera de clases. Iban a ser unos meses agotadores.

La chica salió de su casa con sus audífonos puestos a todo volumen. Tarareaba y se movía al ritmo de la canción sin que le importara lo que los demás dirían, como era normal en ella.
Cantaba a un volumen bajo al mismo tiempo que lo hacía el cantante principal de la banda. Hacía poco tiempo supo de aquella banda y se había enamorado pronto de su canciones, por lo que las escuchaba cada vez que podía.

Siguió moviendo sus pies siguiendo el ritmo de las canciones que se encontraban en su lista de reproducción hasta llegar a la dirección que le dio su nuevo 'jefe'. No era la misma dirección en la que se encontraba el edificio donde decidió aceptar aquél trato, era una completamente diferente y nueva ubicación a la que jamás había visitado en su vida.

Para su sorpresa, al llegar a la dirección no había un edificio, sino un campo lleno de césped verde que aparentaba estar muy bien cuidado y con varias flores de diferentes tipos y colores esparcidas por lo verde, como si un artista hubiera pintado todo su lienzo de verde y luego hubiera decidido añadir los tipos de flores que conocía sobre él. Daban tantas ganas de rodar por los pequeños montículos que se formaban.

Sin embargo, a pesar de la belleza que se encontraba en frente de los ojos de Jayn, ella no pudo apreciarlo, pues estaba demasiado confundida y demasiadas preguntas aparecieron en su cabeza a la misma vez. ¿Por qué en un campo? ¿Realmente había ido al lugar correcto? ¿Cómo se supone iban a entrenarla en un campo?

Se acercó más para ver si lograba divisar algún edificio o al menos una construcción por más pequeña que fuese, pero nada. Ningún edificio, ningún establecimiento, ni siquiera había una pequeña casa rural que eran tan comunes en áreas como esa, nada. Lo cual, llevó a Jayn a preguntarse más cosas. ¿Por qué nadie había decidido construir una pequeña casa por ese lugar tan bonito? ¿Al menos existía alguien que supiera de ese lugar?

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