El Sapo » K. TaeHyung

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Un pequeño niño de 7 años llamado Kim TaeHyung, había adoptado un sapo como mascota. En resumen, lo había conseguido en el parque solo y abandonado junto a un estanque mientras miraba al horizonte, por lo que supone TaeHyung; que él también esperaba a su mami, pero aún así ella nunca llegó.

Frustrado con la vida, el rechoncho de cabellos negros como el carbón; consulta el problema con su mejor amiga, quién al principio chilló horrorizada al observar de cerca la nueva mascota del castañito; no obstante, la joven castaña y el pelinegro tomaron la sobre cargante decisión de llevarlo a un lugar mejor, donde estuviera libre de peligros.

Pero aún así TaeHyung pensó que sería una buena idea hacerlo parte de su familia.

Cuando el moreno invita a jugar a su nuevo miembro familiar, éste sólo lo mira con su mejor cara de poker mientras que TaeHyung resopla decepcionado porque su nueva mascota era tan amargado como su Hyung.

— Tal vez y sean parientes lejanos...— murmura, haciendo un bonito puchero.

No obstante, TaeHyung no se rendiría, él le daría su mejor porción de amor, tal como su mami siempre lo hacía con él.

— ¡Necesita muchos besos y abrazos, YooJi!— exclama yendo detrás del sapo; quién lo mira de soslayo antes de brincotear y asustar a la más joven de los tres.

— ¡Me quiere comer!— chilla la menor, corriendo en dirección contraria.

Y es que al sapo no le había gustado la idea de ser atrapado por un hiperactivo niño, por lo que se había inflado en posición defensiva.

— ¡VA A TU DIRECCIÓN!— señala— ¡VAMOS YOOJI, ATRAPA A MI SAPO!— vocifera el mayor con sus mejillas rosaditas de tanto correr detrás del extraño anfibio con cara de amargado.

Pero aunque TaeHyung le pidiera aquello; a YooJi le daba asco tocar su piel, por lo que niega asustada mientras el animalito aprovecha para huir del pequeño y travieso TaeHyung.

Finalmente luego de aproximadamente 10 minutos donde la adrenalina era parte de su outfit, el nuevo miembro familiar se ve acorralado por el castañito; quién chilla internamente.

— Te tengo...— masculla con una sonrisa graciosa, donde el espacio temporal que había entre sus dientes de leche y hueso se mira en todo su esplendor.

Pero no se imaginó que su sapo tuviera complejos suicidas, por lo que abre su boquita impresionado cuando el mismo se lanza en un salto mortal hacia atrás, cayendo justo en la parte más honda del estanque que estaba detrás de su feo cuerpo.

En ese fugaz instante, TaeHyung se queda en shock, procesando la información en silencio.

¡MI SAPO ESTÁ MURIDO!— grita histérico, llevando sus dos manitas a la cabeza mientras que sus ojitos se llenan de lágrimas gruesas que derramaba sin parar.

Entonces, cuando su amiga le observa llorar a moco suelto; se acerca para consolarlo y decirle lo que un par de viejitos sentados en un banco del parque le habían asegurado.

— Tae, la señora de allá me ha dicho que en realidad tu sapo no era más que una rana.

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