Preparativos y fugitivos

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La primera semana de Septiembre pasó deprisa, sin ningun cambio. Algunos alumnos de quinto, sexto y séptimo se ausentaban para cazar demonios de vez en cuando.

El baile era la comidilla de todos. Los chicos buscaban el momento oportuno para conseguir pareja y las chicas esperaban ansiosas la proxima excursion a Idris para comprar los vestidos. Aunque sólo tenían pareja las que ya tenían novio, las demás esperaban con ansia que se lo pidieran. Por eso Alex miraba nerviosa de un lado a otro mientras esperaba a que Celine cogiera el libro de Runologia. A ella ya se lo habían pedido, claro, ¿quién no querría ir al baile con la hija de Jace y Clary Herondale. Alex evitaba todo eso, era muy tímida en lo que respecta a los chicos.

De repente el aura del pasillo cambió, las chicas se volvían a mirar y cuchicheaban y los chicos miraban con envidia a Hugo Seelie, una de los chicos más guapos de la escuela y a sus "compinches", los gemelos Denovan. Había varios chicos populares en la escuela, los jugadores de Quidditch, las animadoras y pocos más. Hugo era el capitán del equipo de Quidditch de las hadas, y eso que cursaba cuarto curso. Los demás capitanes eran Thomas Blackthorn, del equipo de los nefilims; Jackie Jeferson, del equipo de los vampiros; Cristina Brown, del de los lobos; e Isabel McLain, del de los brujos.

Estas dos últimas eran las más mortíferas en el campo de Quidditch, pero luego, cuando no se enfrentaban en ningún partido, se llevaban bastante bien.

En ese momento Hugo Seelie pasó junto a Alex, y como sí nada le sonrió y le guiñó un ojo. Cuando se hubo ido, Celine se incorporó sosteniendo como podía sus libros de Runologia, miró a su amiga y frunció el ceño.

-¿Qué te pasa?Estas roja.

-Hugo Seelie le ha guiñado un ojo-respondió una chica lobo de segundo, que cuchicheaba con sus amigas.

Alex miró fijamente a su amiga, se apretaba tan fuerte los libros que el pecho empezaba a dolerle, se notaba las mejillas arder y tenía los ojos muy abiertos. Sonó el timbre, "salvada por la campana", y corrieron a su clase de Runologia.

Iris y Sophia paseaban juntas por Alacante, ni siquiera se habían molestado en quitarse los uniformes, habían salido corriendo del instituto al tocar el timbre, dejando a Isabel y Adele totalmente desconcertadas. Al día siguiente sería el cumpleaños de la bruja y tres días después el de Adi y tenían que comprar los regalos. Para Adele era fácil, llevaba semanas detrás de unos tacones rosas monisimos, pero no sabían que comprarle a Isa. Un chico las llamaba desde lejos, Marcus se paró junto a ellas, apoyando las manos en las rodillas para intentar recuperar el aliento.

-Necesito vuestra ayuda, ¿qué le puedo comprar a Isa por su cumpleaños?

-Hola ¿qué tal estas? ¿cómo te h ido el día?- dijo Sophia con sarcasmo.

Iris le lanzó una mirada furtiva y le pegó un pequeño puñetazo en el brazo.

-Pues nosotras estábamos pensando lo mismo. Si quieres vente con nosotras.

-Vale

Durante la siguiente hora recorrieron todas las tiendas de Alacante y al final se decidieron por un arco nuevo con remates en bronce y morado, y un carcaj con flechas a juego. Marcus entró en una joyería y salió con una cajita, aunque no había querido decirles a las chicas lo que había comprado.
Para las ocho ya estaban de vuelta en el instituto, donde Sophia se encontró con Max y fueron a esconder el regalo.
Cuando fue a subir las escaleras para subir a su habitación se encontró a su hermana Neus.

-Iris, que bien que estas aquí, ¿Has visto a Koji?
-No, acabo de llegar.
-¿Y ha Sasuke?-dijo Isa que acababa de aparecer-Por cierto, ¿dónde os habéis metido tú y Sophi toda la tarde?
-Comprando tu regalo de cumpleaños.
-Uuuuuuu, ¿Qué me has comprado?
-Tendrás que esperar a mañana.
-Podemos centrarnos-dijo Neus-en encontrar a Sasuke y Koji.

Aunque Max no lo dijera en voz alta, Sophia le hacía sentirse débil, como si estuviese hecho de mantequilla. A la luz de la luna, su piel blanca parecía brillar en contraste con su pelo negro y en medio de todo sus ojos, que deberían ser castaños como los de sus padres, pero que habían enredado el color azul de su tío.

-¿A dónde se suponía que vamos?
-A buscar un sitio libre de cotillas
-Pues buena suerte, teniendo en cuenta que Cristina y Celine estudian aquí.

Aún riéndose Max la agarro por los hombros, la apoyó contra un árbol y comenzó a besarla. En esos momentos agradecía el que no le fuera necesario respirar, podían pasarse horas así, sin necesidad de parar, pero aún así Max se separó de la vampiro y le dedicó una media sonrrisa.

-¿Qué pasa?-pregunto Sophia.
-Creo que alguien más había pensado en este sitio para pasar un ratito de intimidad-dijo Max, mirando detrás del árbol con expresión divertida.
Sophia frunció el ceño y se dio la vuelta para ver a Koji y a Sasuke tumbados juntos en la hierba.

La sala común del Instituto ocupaba todo el ático y ofrecía unas vistas perfectas del bosque, el lago Lynn y Alacante. Tras la cena sólo quedaban allí unos pocos alumnos. En un largo sillón se acomodaban Mia, Jenny, Kyle, Andrea y Hugo. Apoyada en las piernas de Kyle estaba Adele que acariciaba a su uron. En el diván junto al sofá estaba acomodada Celeste que nunca se había parecido más a su madre, con un vestido de seda rosa y rozando con los dedos a su gato. Cris practicaba las formas de manipular el fuego junto a la chimenea y Celine y Alex se reían sentadas los brazos de un sillón de una sola plazas.
Adele pensó en su parabatai, la sangre de ángel en sus venas le permitía tener una conexión mental con las personas de su familia y con su parabatai. Cerró los ojos y se concentró Sophi, Sophi ¿dónde estas?.
¿Adi?. Oh no, esa no era la voz de su parabatai, era la voz de su hermana.¡Saraphine! ¿Qué haces despierta todavía? Vete a la cama ahora mismo. ¿Para qué necesitas a Sophia?¿Es una misión secreta?. Saraphine vete a la cama ahora mismo o se lo diré a mamá. Vaaaaaale, que aguafiestas. Buenas noches Saraphine. Buenas noches.
Su hermana era incorregible, por lo general. Entonces en el piano empezó a sonar una canción de cuna. Nadie pareció sobresaltarse, a los fantasmas del instituto les gustaba tocar el piano, pero Adele reconoció la pieza.
Era la pieza "Cancion de Cuna para mi princesa" Su padre se la tocaba todas las noches cuando era un bebé ya que de otra manera no se dormía. Cuando tenía seis años su padre le había enseñado a tocarla. Un día estaba ensayando la canción y su tío Alec se encontraba en la biblioteca. Antes de terminar la primera línea de la canción Alec había salido a paso apresurado de la biblioteca. Cuando le preguntó a su padre este le dijo que su tío Max se dormía con la misma canción y que también había aprendido a tocarla con su edad. Desde entonces procuraba que Alec no estuviese cerca cuando la tocaba. Y supo que el fantasma que tocaba el piano era Max, que hablaba con su hermana desde hacía un año.
Volvió a cerrar los ojos y a concentrarse. Sophia....

-¿Qué?

Abrió los ojos y giró la cabeza. Sophia acababa de entrar por la puerta con Max, Neus y Marcus.Estaban allí para decidir el tema del cumpleaños de Isabel.

-Yo propongo una fiesta normal y corriente-dijo Max
-Tu eres el menos indicado para aconsejar-dijo su hermana Alex-yo propongo una fiesta con colores brillantes y purpurina y..........
-Eso está muy visto-dijo Neus-podemos hacer un baile de etiqueta......
-¿Y si hacemos una fiesta de zombies?-añadió Kyle

Y así empezaron a discutir. Cada uno aportaba un tema distinto que a casi nadie le parecía bien, hasta que Marcus se interpuso.

-¡Silencio! Es la fiesta de Isa ¿no? Pues creó que tengo la idea perfecta.....................



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Siento muchísimo haber tardado tanto en subir pero es que he estado de viaje y cuando he vuelto he tenido que hacer todos los deberes y exámenes atrasados. Pero les dejo una foto de los personajes para que me perdonen.

Un beso. Voten y comenten

Cazadores de sombras: Ciudad de los espejos del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora