Noona please, love me (P.J)

Conversación

La etapa de la Universidad para muchos es una de la mejores experiencia donde la juventud disfruta de sus días como estudiantes, descubriendo nuevas emociones y cosas debido a que ya son mayores como para hacer cosas que antes no podían además que se hacen consientes del triste e inevitable final que conocen venga, hablamos del día cuando se termine esa etapa, lo que les puede esperar es la monotonía típica del trabajo. 

Dicen que si vas a la Universidad es para asegurarte un buen futuro, te enfocaras en tus estudios, tendrás buenas notas y eso será bueno para cuando decidas trabajar en una Empresa. 

Unas risas de fondo eran escuchadas además de mucha bulla y música.

No fue el caso para estos dos.

Ellos no vinieron con esa finalidad a la Universidad. Si comprendían su importancia a futuro pero no les interesaba.

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Que alguien hiciera una fiesta no era extraño de ver, alquilaban un lugar, lo llenaban de alcohol, música y mucha gente conocida que invitaba a otra gente, esta vez hubo una pequeña diferencia en esta situación y fue que la hicieron en el hogar de algún estudiante, pero nada anormal si se ponían a pensarlo mucho, lo que si era extraño en realidad debía de ser ver a Im Bomsol en una de ellas. Hacía un tiempo atrás que había dejado de asistir a dicha reuniones porque decidió enfocarse en sus estudios, pero en esta ocasión hizo una excepción ya que había sido invitada a esta, aunque eso de invitar fue más el ruego de un peli marrón de mirada tierna y labios apetecibles.

Por cuestiones de la joven estos no llegaron junto ya que ella tenía que finalizar unas actividades, el chico aceptó y se adelantó esperando encontrarla en la fiesta.

La chica al llegar al lugar fue golpeada por el ambiente que la rodeaba, la estridente música que hería sus oídos y que la vibración llegaba a lugares incorrectos. Si, las fiestas eran eso, había olvidado el sentimiento y también como había algunas personas que se enrollaban entre ellas a plena vista de los ojos de la sociedad universitaria. 

Se dispuso a buscar unos lindos ojos que con el simple recuerdo siempre le hacían sonreír y esa ocasión no fue diferente. Pero se vio interrumpida su búsqueda al chocar con una mirada conocida para ella, al reconocerlo simplemente le saludó con la cabeza dejando claro que si lo había notado, este solo sonreía por el simple hecho verla. No lo ignoró.

Él se acercó a ella y rodeó su cintura, ella no se alejó pero tampoco lo apartó, alzó la mirada para poder analizar sus movimientos sobre ella, el chico era muy alto así que la tarea era un poco dolorosa para su cuello.

—Hi baby, how you been?—Preguntó con diversión en ese inglés que tanto le encantaba escuchar.

—Yo muy bien, tú... Veo que estás bien—Dejó ver una simple sonrisa mientras su mirada bajaba y subía con rapidez para poder soltar esas palabras que detonaban que él chico no ha tenido problemas, soltó una ronca risa que en otros tiempos la hubiera desestabilizado pero ahora no era posible esa reacción.

 —Bueno, bien, bien. No, sabes que te he extrañado—La chica cerró los ojos resoplando aire, trató de pensar de manera correcta y no dejarse llevar por el pasado.

—Recuerda pasado pisado.—Se recordó a si misma para no caer.

—Nam—Fue lo único que pudo pronunciar ante de que los gruesos y carnosos labios del moreno atacasen los suyos, fue un beso lento con mucho movimiento de parte de él pero que ella nunca correspondió, y eso le afectó a él. Ella apartó el rostro y con su mano creó distancia entre ambos, se relamió los labios antes de hablar—No puedo hacer esto, y lo sabes.