Presionó con suavidad el timbre dejando salir el tan conocido sonido de estos, espero unos momentos a que le abrieran la puerta, luego de un rato la imagen de una mujer mayor se mostró ante ella, su expresión paso de sorpresa a una de felicidad al reconocerla, ella también le devolvió la sonrisa.
—Bomsol, ha sido un largo tiempo de no verte—Habló con emoción la señora, Sungmin bajo un poco la mirada apenada por no aparecer antes ante la señora.
—Si...Disculpe no venir antes, Jimin si me había comentado sobre visitarla solo que...estuve un poco apenada—Susurró con la mirada baja, Bomsol se sentía avergonzada de estar allí delante de la madre de su novio, ella la había cuidado desde que era pequeña y le tenía mucho cariño y respeto, y es exactamente por eso último es que se sentía mal de estar allí sabiendo que hacía cosas con su hijo.
—Descuida querida, ya estás aquí y seguramente estás buscando a Jimin—Habló divertida la señora— debe estar en su habitación puedes subir.
La madre de Jimin la dejó adentrase sin ningún problema en la casa, era igual cuando era pequeña cuando simplemente abría la puerta, le sonreía y le dejaba un espacio para avanzar a sus anchas en el lugar.
Subió las pequeñas escaleras, miró a su derecha para ubicar la puerta que daría a la habitación de Jimin, al estar enfrente de esta le entró un pequeño y ligero miedo, estar para en ese lugar no era nada del otro mundo pero de alguna manera se empezaba a cuestionar el hecho de estar allí.
Respiró antes de tocar la puerta con suavidad, al terminar de tocar sintió que lo hizo muy suave y que el chico podría no escucharla así que dio unos toques más fuertes esperando que estos si fueran escuchado, al instante la puerta fue abierta dejando ver al chico con una grande gafas de montura negra sosteniendo en una de sus manos un lapicero, estaba estudiando.
Él estaba con los ojos bien abiertos, y no comprendía porque ella estaba enfrente de ella.
—Noona, ¿Que haces aquí?—Soltó ligeramente, su voz se escucho apagada pero es normal, tenía la garganta seca.
Ella miró al suelo un momento mientras mordía su labio inferior, subía de vez en cuando la mirada, al decidir decirle la verdad le mostró una pequeña sonrisa.
—Creo que... debemos hablar—Soltó de poco mientras su mirada se afianzaba, estaba agarrando coraje para esto—Es momento.
—Es momento...—Repitió él lentamente, asintió muchas veces mientras caía en cuenta de lo que pasaba—Pasa, por favor.
La joven se adentró a la habitación, esta lucía diferente a la que recordaba, la cama ya no estaba en el centro estaba en una esquina, mientras que su escritorio de estudio y computadora estaba en otra esquina, el color crema de las paredes si se mantuvo.
Hay cosas que se mantiene y otras que no.
—Disculpa no comunicarme contigo, estuve ocupado estudiando.
—N-no, ehm, descuida yo...—De alguna manera el nerviosismo se estaba apoderando de ella y no podía porque lo que iba a ser era algo que se llevaba mucho de su esfuerzo—Yo soy quien se debe disculpar—Declaró en voz baja.
Jimin giró el rostro a un lado sin "comprender", realmente ya se estaba haciendo una idea de lo que pasaba pero no podía ser abrupto con ella, tenía que seguir siendo paciente.
—Soy todo oídos a lo que quieras decirme—Jimin tomó asiento en su gran cama, acción que ella le siguió, sus palabras había agitado el corazón de Bomsol, pero ya no había marcha atrás.
—Jimin, sabes que yo no he sido la mejor "novia" del mundo y...—De alguna manera el confesar eso no le hacía sentir bien, sentía que necesitaba cambiar sus palabras para no sentirte castigada por si misma, no lograría nada haciendo eso en este momento, miró su cartera y recordó que ahí estaba su respuesta, la abrió y sacó el pergamino—¿Recuerdas esto?
Él observó el objeto con detenimiento, sonrió al recordarlo que se le escapó una carcajada.
—No podría olvidarlo, con eso me confesé—Lo tomó en su manos y lo abrió, al leerlo reía apenado de lo que había escrito—Sinceramente no se que pensaba cuando escribí de esta manera tan vergonzosa, ¿No te da pena?
Bomsol rió con timidez y asintió.
—Eran tus sentimientos, eran reales, ¿verdad?
Jimin la miró a los ojos, no quería que sus palabras fueran tomadas a la ligera.
—Lo siguen siendo.
Un escalofrió recorrió su espalda, se estaba confesando nuevamente y pareciera que no tuviera nada que decir, estaba decidida a no seguir de esa manera, no quería que el sufriera o esperara más por ella, no merecía sufrir cuando ella también sentía lo mismo.
Dirigió una de sus manos a la mano que sostenía el pergamino, con la otra retiró el papel y la sujetó con suavidad esa mano, dio ligeras caricias con sus pulgares, Jimin estaba expectante a lo que ella diría, en realidad estaba sonriendo pero ella no se daba cuenta porque tenía la mirada baja.
Tiene que ser recalcado que Jimin aveces no tiene paciencia, suspiró y sin desatar su mano del agarre de la chica se levantó un poco de la cama para luego sentarse pero estirando una de sus piernas la cual rodeo el cuerpo de ella dando así una cercanía inesperada, con su mano libre tomó el mentón de Bomsol y lo acercó a su rostro permitiendo así que sus labios conectaran y dieran nacimiento de un beso.
El beso no se prolongó mucho solo era un abre bocas para sus palabras.
—Te amo Bomsol.
La expresión de ella se quebró por un momento y sintió sus ojos aguarse.
—Tonto, yo venía a hacer eso, por qu—Jimin volvió a tomar sus labios en un beso más pasional, entendía porque estaba haciendo esto y eso le ganó, no pudo evitar querer poseerla en ese momento, tenerla para él sin dudas, una sensación cálida dominaba su ser pero sabía que debía aguantar, ella todavía no le decía nada aún cuando lo intuía.
—Habla...por favor—Dejo su frente contra la de ella esperando así poder aguantar.
—Jimin, yo siempre te he querido... perdona nunca habértelo dicho, tuve miedo de que nuestra relación en algún momento se terminara así como la de mis padres, no quería y no quiero perderte, lo que tu tienes nadie más lo tiene.
—Se que tengo una buen paquete si es de eso de lo que hablamos—Dijo en tono picarón mientras alzaba y bajaba una de sus cejas, Bomsol lo golpeó suavemente mientras reía.
—Bobo, no mates el momento.
—Es inevitable para mi.
—Mi idea al venir aquí era decirte que te...—No pudo continuar porque su voz se fue cortando, el miedo estaba apareciendo, Jimin la tomó de ambos lados de su rostro, le dedico una sonrisa de esa que buscan tranquilizarla.
—Descuida, yo te voy a aceptar y te voy a corresponder, no dudes.
Jimin entendía que estuviera asustada pero ella necesitaba sentirte segura porque no se atrevería a dar el paso sin sentir seguridad, ya era un lindo gesto que estuviera allí y él de verdad que la entendía, en algunas oportunidades pudo presenciar las peleas que tenían los padres de Bomsol, no eran nada agradables y podía comprender porque ella no quería ser abierta en ese aspecto de su vida, ver que tus padres que dicen que un día se aman y te aman en otro momento empiecen a insultarse sin cuidado podía hacer dudar de la realidad a alguien tan joven.
—Te amo... Park Jimin, te amo.
No saben cuando deseo escuchar esto, finalmente el día había llegado.
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Noona please, love me (P.J)
RomansaA los chicos le gustan las chicas, a las chicas le gustan los chicos, a los niños le gustan las chicas mayores y las mayores les gusta jugar con ellos porque son niños y jugar es divertido. ¿En conclusión? -Noona! ¿Cuando vas a quererme?