Lowell

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El primer reino al que la hechicera llegó fue al de los Lowell, al momento de llegar al pueblo los guardias la reconocieron y supieron que se trataba de algo importante y que la reina tenía que ver. La escoltaron hacia la entrada del castillo y tomaron su caballo para llevarlo al establo.

Al momento de entrar al castillo se encontró con el príncipe Carlos jugando con un pequeño gatito y con el su madre, la reina Hannah, Ariel se llenó de nostalgia y tristeza, se le hacía imposible imaginar que un pequeño bebé sería uno de los causantes de una gran guerra. Se quedó parada en la puerta contemplando como convivían hasta que la reina notó su presencia.

-Buenos días Ariel, me habían notificado que te encontrabas en el reino pero no sabía que estabas tan cerca de mi.

-Buenos días su majestad, espero no haber interrumpido.

-Llámame por mi nombre, por favor. Supongo que te encuentras aquí por algo importante, ven, vamos a un lugar más privado.- dijo la reina mientras cargaba en sus brazos al príncipe Carlos y lo llevaba con ellas.

Mientras subían a la alcoba de la reina platicaban sobre el joven Carlos y como había estado la economía del país. Cuando llegaron al habitación Hannah colocó a su hijo en su cama ya que se había quedado dormido mientras subía, invitó a Ariel a pasar a la terraza para poder platicar.

-Ahora si, platícame a que se debe tu visita, te he visto preocupada desde que llegaste y me mortifica si es algo malo lo que vienes a decirme.

-Y lo es, Hannah,- dijo la hechicera tomando una expresión de seriedad en su rostro- usted sabe que tengo el don de comunicarme con los astros cuando algo que puede impactar en los reinos va a suceder y ese es el motivo por el que me encuentro aquí.

-¿Habrá una guerra?- dijo la reina interrumpiendo a Ariel pero esta la ignoró y siguió en lo que estaba.

-Al momento de que Carlos nació, hace un año y una semana, nació con el una profecía que puede llegar a ser aún mas peligrosa de lo que ya es si no se toman cartas en el asunto. La noche del nacimiento del joven príncipe las estrellas decidieron comunicarme que su hijo significa un gran peligro para su nación, terminará con la paz que ha tenido desde años e iniciará una guerra con el reino vecino.

Ariel pudo notar una cara de sorpresa en Hannah pero esta no se atrevía a decir nada, parecía que no creía lo que estaba escuchando. La hechicera pensó en seguir hablando pero esperó aproximadamente 10 minutos para que la reina contestara.

-Mi hijo una amenaza para mi pueblo- susurró- no puede ser posible, es el único heredero ¿Hay más sobre esa profecía?

-Me temo que si, desde que recibí ese mensaje traté de comunicarme con ellos otra vez para obtener mas respuestas pero todo eran simples intentos fallidos hasta un año después, o sea hace una semana, pude contactarme de nuevo con ellos.  Mi reina, hace una semana nació la heredera del reino vecino, Diana Hamill hija de Alma, ella junto con su hijo son los causantes de esta futura guerra.

-¿Ya fuiste con Alma?

-Aún no, desde que nació Diana estuve pensando en una solución o en un plan para esto, para poder atrasar la guerra o que el impacto no sea tan grande, porque, como usted debe saber, las profecías no se pueden romper ni negar, es el destino ya escrito de cada una de las personas que se encuentran en ella.

-Entonces supongo que tienes una idea ¿Qué podría pasar con estos dos bebés?

-Por supuesto, entenderé si no aprueba la idea que tuve ya que es algo difícil, esto podría afectar en el legado de ambos reinos. Había pensado en que yo podría cuidar de ambos herederos en el bosque, que vivan conmigo.

-¿Qué? ¿Estas loca? No dejaré ir a mi hijo, lo quiero y quiero verlo crecer, su único destino es liderar este reino.

-Se que no es fácil, pero piénselo bien, lo mejor sería que me entregue al príncipe lo mas pronto posible ¿sabe? así, mientras crece en el bosque estará apartado del pueblo y no sabrá que es el heredero y así no correrá ningún riesgo, ¿Qué opina?

-Un año, déjame estar un año mas con el, por favor, después te lo entregaré.

Ariel salió del reino con su caballo después de haber llegado a un acuerdo con la reina, los aldeanos habían visto que la hechicera salía del castillo lo que era importante, algo iba a pasar, se crearon rumores de una supuesta traición, una epidemia y obviamente de una guerra, lo que no se podían imaginar era que se quedarían sin heredero en un año y no habría quien gobernara el pueblo.

Había una vez una guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora