Capitulo 1

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HERMIONE

Ella necesitaba a un hombre…

Uno que viniera envuelto con 150.000 galeones…

Hermione Granger veía la fogata en medio de la pequeña sala de su apartamento, mientras  se preguntaba si había perdido la cabeza, si porque por primera vez en su vida actuaba sin pensar, tras romper su relación con Ron, enterarse de la enfermedad de su padre, necesitaba dinero para su tratamiento, pero te preguntaras porque realizaba una fogata?, la razón es muy simple su amiga Luna le hablo de un hechizo para conseguir lo que más anhelas y allí se encontraba realizando un hechizo del cual no estaba segura si funcionaria, pero bueno te dije que ella estaba desesperada, ahora te preguntaras porque necesita un hombre, bueno al parecer Ron no estaba muy contento con la ruptura y quería recuperarla, pero en los planes de Hermione no se encontraba una reconciliación, díganle orgullosa por no perdonarlo, pero dime que harías tu si encuentras a tu supuesto novio en los brazos de la trepadora de Lavender Braun?, ella puso fin a esa farsa, su relación con Ron siempre fue algo fría y distante, parecía que solo estaban juntos por puras apariencias, ya que todos les decían que eran una bonita pareja, pero Hermione ya no estaba perdidamente enamorada de él y hasta llego a pensar que nunca lo estuvo, es decir que solo fue un capricho, ella estaba segura de que aun no había conocido el amor verdadero y quizá nunca lo conocería.

Con un suspiro Hermione puso la lista de cualidades que se suponía debía tener su verdadero amor, vio como el fuego consumía la hoja, si, realmente había enloquecido, era imposible que el hombre perfecto apareciera así nada más. Se escucho el sonido del timbre y Hermione salto, era posible?, el hombre había llegado?, rápidamente tiro su ofrenda-hechizo a la basura, sus dudas se disiparon al ver parado en su entrada a su amigo Harry, hacía tiempo que no lo veía, desde que Ginny les anuncio sobre su embarazo que fue una semana antes que ella rompiera con Ron.

- Harry!! – dijo ella efusiva, dándole un rápido abrazo, ojala que Ron no usara a Harry porque si no correría sangre, ¿Por qué Ron no la dejaba en paz?
- Herms…es bueno ver que estas … bien? – le dijo Harry, parecía preocupado y algo incomodo.
- Por supuesto!! – dijo ella con una sonrisa mas falsa que el oso Yogui, al ver el rostro de su amigo que les decía que no le creía nada, con un suspiro resignado se hizo a un lado de la puerta y dejo a su amigo pasar.
Harry se sentó en el sofá esperando oír a Hermione, pero un olor a quemado llamo su atención, buscando la fuente de aquel aroma se encontró que provenía del bote de basura - ¿Qué es eso? – le dijo a ella señalando acusadoramente el bote.
- Ah eso es…- trataba de justificar Hermione, pero nada se le vino a la mente, y con otro suspiro cansado le dio a Harry la receta de Luna.
- Hechizo para hallar el amor verdadero? – dijo Harry leyendo el titulo, nunca creyó que su amiga fuera del tipo desesperado, quizás eso también era cumpla de Ron – se que Ron…- empezó a decir, pero Hermione lo callo con una mirada amenazante – se que no quieres hablar de él pero … - ella lo miraba cada vez más feo, sabía que su vida peligraba si continuaba pero… - él esta arrepentido – dijo en un bajo murmullo, era definitivo gracias a su amigo perdería a Hermione su hermana.
- Lo siento Harry…pero no volveré con él – dijo ella mirando a sus zapatos, como si en ellos se encontrara la solución a todos sus problemas, ojala así fuera.
- Hermione no soporto verte tan triste – le dijo Harry, casi como si le suplicara que volviera con Ron, pero eso no era lo que la tenía tan triste.
- Hay algo más – dijo ella enfrentándose con la mirada penetrante de su amigo.
- Que sucede Herms? – dijo el preocupado.
- Es mi familia…- dijo ella insinuando que no daría mas detalles, no quería que su amigo se enterara de que necesitaba tanto dinero, conociendo a Harry sabia que se haría responsable del dinero, pero ella no quería ser una carga, no ella tenía que conseguir el dinero bajo sus medios, no quería preocupar a su amigo por lo que disimulo estar bien – están bien es solo que hace tanto que no los veía – dijo ella recomponiéndose. Uno de los bolsillos del pantalón de Harry empezó a brillar.
- Es Ginny…me está volviendo loco con esto del embarazo – dijo con un tono de disculpa y el rostro totalmente culpable, ella se sintió triste al tener que mentirle, pero era lo mejor Harry ahora debía preocuparse de su propia familia, la que tanto había deseado.
- Me lo imagino ve! – le dijo ella empujándolo para que saliera, conociendo a Ginny se pondría como loca si tardaba mucho, y con lo del embarazo seguro que su carácter se multiplico por 10, pobre Harry.
- Herms…cualquier problema ya sabes – le dijo en un abrazo de despedida y ella asintió vigorosamente, pero en el interior sentía una gran culpa – nos vemos – le sonrió y lo despido cerrando la puerta, con un suspiro cansado tras esperar unos diez minutos ella también salió a la calle, tenía un apartamento alquilado en el mundo Muggle, muy cerca del callejón Diagon, callejón al cual se dirigía ahora, si, le encantaba ir a la tienda de libros “Alexandria” si en honor a la dueña una anciana muy inteligente con la que Hermione había hecho buenas migas, antes de entrar en su lugar de relajación, solo por instinto miro hacia el frente de la tienda, a una cafetería “la beldad” que servía el mejor café de todo el mundo mágico, tal vez fuera allí más tarde, su mirada se perdió entre los clientes y fue allí donde lo vio, choco con los ojos platinados, eran inconfundibles, eran los mismos ojos que la despreciaron durante muchos años, aquellos que la lastimaron tanto, hace tanto que no lo veía, habían pasado cinco años de su graduación y de la derrota de Voldemort, si, Draco Malfoy la veía desde aquella cafetería, pero aun que el estuviera tan lejos no aminoro el sentimiento de miedo que surgió de ella.

Cásate conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora