...

12 0 0
                                    


Harold salió del pasillo acompañado de sus colegas hacia la sala de juntas, mientras que Celia no dejaba de hacer berrinches porque mi castigo no era nada de lo que ella había imaginado, pero lo que no sabía era que el hablar mucho con personas desconocidas no se me da, tal vez no tenga sentido pero lo es, yo solo me presentó y los llevó con sus guías, nada más, pero ahora tengo que mantener conversación con la persona, llevarlo o llevarla a visitar la zona segura y lo más importante, que se sienta seguro en este lugar.

-Vamos amigo, tu puedes, solo respira y ya, a menos que quieras que Celia le cuente a su padre que estás interesado en el exterior y después descubra tu secreto- dijo Rafa

-¡No lo digas en voz alta!- le dije mirando alrededor para asegurarme que nadie lo había escuchado, por suerte Celia ya había salido del pasillo.

- Perdón, pero es mucho mejor guiar a alguien que, bueno tú ya sabes.

- Además, puede que la persona que guíes se convierta en alguien importante para ti, jamás se sabe- comentó Luca

- Bueno, haré lo que pueda, aunque dudo que esa persona se convierta en alguien importante para mí, todos me olvidan siempre, soy un don nadie, no soy tú Luca- comenté un poco triste

- Claro que no, eres más, solo que aún no te das cuenta de eso amigo.

- Gracias chicos... bueno supongo que me tengo que preparar para guiar a alguien, deséenme suerte.

-¡Suerte!- me gritaron ambos

Salí del pasillo en camino a la entrada de la zona segura para recibir el o la nueva integrante de este lugar. Durante estos días los rescatados eran cada vez menos, se desconocía la razón y supongo que por eso el jefe estaba enojado, nosotros sabemos que habrá un momento en el que ayudaremos a todos los jóvenes y niños, pero somos millones de personas en este mundo, además aproximadamente cada semana se rescatan ocho personas, unos se quedan y otros los enviamos a otras zonas seguras, ya que existen catorce en total.

El elegidoWhere stories live. Discover now