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8.

Antes de que leáis me disculpo porque este capítulo es muy largo, y lo es porque quería añadir todas las preguntas incómodas que me escribisteis y no dejar a alguien fuera, por eso es más largo de lo normal. Aun así espero que lo disfrutéis!
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Como era de esperarse, Hwasa se enfadó muchísimo, pero sobre todo se sintió decepcionada de que ambos le hubiésemos hecho esto cuando ella confiaba en nosotros. Y veía normal que se sintiese así, incluso debería haber actuado mucho peor de lo que lo hizo, pero a pesar de todo fue bastante buena. Le gritó varias cosas a Jaebum, le dijo que nunca más quería saber de nosotros y le pidió que se marchase.

Claramente, mi hyung se estuvo sintiendo mal por mucho tiempo, pero yo me mantuve a su lado y le di todo el apoyo que necesitaba.

A día de hoy, se sentía bien. Ya había pasado un mes y medio y las cosas se calmaron por completo. Ahora él estaba solo con sus ojos fijos en mí, no quería tener algo con nadie más, y cada día que nos veíamos me dejaba claro que quería estar conmigo.

Y hablamos sobre todo eso, pero yo aún no me sentía preparado. Si bien sus besos, caricias y palabras cursis me agradaban demasiado, por otra parte me era bastante complicado imaginarnos siendo una pareja. Pero él me rebatió eso diciéndome que no tenía que imaginar nada, sino que solamente vivirlo. Me aconsejó que dejase a mis sentimientos fluir con total libertad y que no pensase en lo demás.

Y tenía razón, no podía estar día a día controlándome, y mucho menos con la excusa de que él era mi mejor amigo y así debía ser siempre. Jaebum no me podía ver de manera amistosa, así que mis pensamientos no tenían sentido. Y si yo cada día me sentía más atraído a él, entonces debía aceptar que también estaba cayendo.

Y hoy iba a ser el día en que aceptaría que mi corazón se aceleraba al tenerle cerca y le diría que estaba dispuesto a cambiar nuestra relación de amistad por una más seria.

Jaebum debía estar a punto de llegar porque hoy teníamos que grabar un vídeo de preguntas incómodas. Lo cual me daba bastantes nervios porque sabía que nuestros seguidores tenían algo de malicia en sus mentes e iban a preguntar cosas íntimas. Pero la decisión estaba tomada y teníamos que hacer este vídeo sí o sí. No íbamos a dejarles con las ganas a nuestros seguidores que tanto apoyo nos daban día tras día. No podíamos agradecerles de otra manera que satisfaciéndolos con respuestas sinceras a las preguntas que ellos nos hacían.

Al cabo de unos minutos, el timbre sonó. Fui con tranquilidad a abrir la puerta, pero en cuanto vi a mi mejor amigo ahí parado con su pelo hacia atrás, unos pantalones negros estrechos y una camiseta gris oscura, mi tranquilidad se esfumó.

Y no, no era algo nuevo que no hubiese visto nunca. Incluso su ropa era demasiado simple y en otras ocasiones se había vestido mejor. Pero hoy me estaba pareciendo mucho más atractivo de lo normal. ¿Eso era algo bueno?

-Pasa. -dije con un tono bajo y entró.

Antes de poder girarme para ir hacia el salón, él agarró mi brazo y me atrajo a su cuerpo. Nuestros rostros quedaron a escasos centímetros y a los dos segundos después sus labios tocaron los míos.

Me besó con suavidad y a la vez ganas, pero no a tal punto de que fuese un beso desesperado o algo por el estilo. Sino que se trataba de un beso en el que claramente me decía que me había echado de menos. Y lo entendía, porque ningún día de la semana tuvimos oportunidad de vernos.

-Lo siento, te he echado de menos. -dijo una vez que se separó.

No sabía por qué se disculpaba, porque para nada debía hacerlo. Me había gustado que hiciese eso inesperadamente.