Que emoción, primer día de clases. He estudiado en 8 lugares diferentes a lo largo de toda mi vida, es lo que sucede cuando tu padre es militar, por lo que estoy acostumbrada a llegar a un lugar donde no conozco a nadie. Pero odio tener que conocer gente ¿Raro no? Generalmente a las personas les emociona llegar a nuevos lugares y conocer a medio mundo, bueno, a los que suelen ser sociales. Mis amigos y yo somos un caso aparte, ni siquiera sé cómo nos hicimos amigos. O tal vez sí, pero no es una historia que me apetezca recordar.
Al caso, voy caminando por la cual será mi universidad los siguientes 4 años. Observo a todo el mundo ya con amigos y me siento incómoda, maldita sea. Camino a través de las instalaciones y me doy cuenta de que me perdí. Fabuloso. Por obra y gracia del espíritu santo aparecen unos chicos, usan unas chaquetas con el logo de la universidad y noto que le dan indicaciones a todo mundo, mi boleto de salida. Les digo el número del aula a la que necesito llegar, y ellos me dan las indicaciones necesarias, camino a través de un corredor para luego subir unas escaleras y llegar al salón donde planean reunir a todos los de mi carrera. Será una breve reunión donde se supone nos dirán cómo son las políticas y todas las cosas para luego recibir nuestro horario.
Observo el lugar y decido sentarme en una de las últimas filas. No quiero hablar con nadie, sin embargo, una chica, castaña rojiza, de aparentemente unos 16 años se sienta junto a mí. Viste con un saco naranja, jeans y botas negras que le dan un estilo relajado pero sexy. No la saludo, solo la observo y en ese instante se sienta al otro lado; dejándome en la mitad de ambas (algo me dice que me obligarán a hablarles).
Como si me hubiera leído la mente, la segunda chica que se sentó empezó a hablar. Y no tuve más remedio que responder.
- Hola, soy Natalia ¿y ustedes?- dijo alegremente la chica, tenía un cabello rubio cenizo, el cabello le podía llegar cerca de la espalda baja, era muy guapa y el color miel de sus ojos solo resaltaba más su belleza.
-Catalina, pero prefiero que me digan Cata ¿y tu, cual es tu nombre?- me pregunta la castaña rojiza con una enorme sonrisa.
-Juliana, soy Juliana, un gusto- me presenté.
-¿Cómo terminaron estudiando esto? - nos preguntó Cata.
-Me llamó mucho su enfoque, así que acá estoy- dijo Natalia
-Una llamada telefónica-dije al mismo tiempo. Ellas me quedaron viendo raro pero no quise explicarles.
----Flashback----
-Es momento de que decidas lo que vas a hacer luego de graduarte, no te voy a mantener si no haces nada con tu vida -Alega mi mamá sobre mi hermoso y bello futuro.
-Mamá, apenas tengo 16 ¡Y LOS CUMPLÍ HACE UN MES! Prácticamente soy un feto ¿y esperas que decida algo que definirá el resto de mi vida?
-Por eso debes decidir, porque tu vida depende de esto-
¿Estas hablando en serio? ¿Cómo esperas que lo haga entonces?
-Mamá, progenitora mía, no me presiones más por favor- le ruego por quinta vez.
-Si no lo hago, no harás nada. Te vas a quedar ahí esperando un milagro que no va a suceder-
*Suena el teléfono*
-Aló
-Hola buenos días, ¿estoy llamando a la señorita Juliana Pérez?
-¿Quien la busca?- Uno nunca sabe si lo que piensan es robarlo.
-La estamos llamando desde la Universidad de Stanford, recibimos su solicitud para la escuela de medicina y sólo queríamos avisarle que nos ha llamado la atención su expediente. Felicitaciones señorita, ha sido admitida en nuestro programa de medicina.
-¿Mamá? Creo que ya tengo un futuro -mira a mi mamá con cara anonada
-Ehhh por supuesto, muchas gracias.
*Fin de la llamada*
--------Fin Flashback-------
Luego de la incomoda conversación, decidimos hablar de nuestras vidas, de donde veníamos y ese tipo de cosas. Me enteré de que Cata realmente tiene 20 años, Y YO QUE CREÍA QUE TENIA 16. Y al parecer Natalia tiene un novio de casi un año.
Dimos un recorrido por el lugar, y luego almorzamos en el restaurante más recóndito que puede existir.
-Así que ¿eras como una basquetbolista estrella?¿Cómo terminaste en la escuela de medicina?-le pregunta Nat a Cata más alegre de lo normal. Al parecer se ha pasado un poco de copas.
-¿Increíble no? Las vueltas que da la vida. Aunque realmente creí que terminaría siendo psicología o algo así- dijo Cata mientras se comía una papa.
-Bueno, ahora es el turno de Juliana ¿Qué hacías antes de llegar acá?¿Cómo era tu vida?
-Nada fuera de lo normal, no soy una chica emocionante.
-Yo creo que ocultas algo, eres demasiado callada. Más de lo normal- me acusa Cata mientras me apunta con otra papa.
-¡SI! De seguro tienes un oscuro pasado -dijo Nat muy animada, definitivamente está borracha.
-Creo que se equivocan conmigo, no hay nada emocionante en mi vida.
Luego de charlar un poco más, cada una fue a su dormitorio. Al parecer aun no se instalaban mis futuras compañeras. Así que me recosté y encendí mi laptop. Apareció un aviso de una llamada de mi mejor amigo. Sonreí y contesté.
-Hola idiota- su cara apareció en la pantalla e inmediatamente sonreí con su saludo.
-¿Qué tal imbécil, ya me extrañas?- le mande un beso jodiendo
-Por supuesto nena, no tienes idea de lo aburrido que es estar sin ti
-Jajajaja oh vamos, de seguro ya incendiaste la facultad de ingeniería. Te conozco - lo acuse como solía hacerlo cuando estábamos en su casa y el empezaba a alardear.
-No, aun no. Pero no dudo de que tu hayas hecho eso. Siempre has sido una busca problemas.
-Para tu información, soquete. Soy una chica diferente, incluso tengo amigas, dos.
-Espera ¿Amigas?¿Tú?¿Desde cuando soportas a las de tu mismo género? Desde que te conozco apenas y logras entablar una conversación con una mujer que no sea tu mamá o Fer.
-¿Increíble no? Supongo que eso significa un nuevo comienzo para mí.
-No tienes idea de cuanto odio que te hayas ido hasta la otra mierda del mundo. Te extraño pero entiendo tus ganas de empezar de cero. Solo no te vuelvas un riesgo nacional, no quiero tener que ir hasta allá a pagar tu fianza.
-Lo sé, lo sé, pero esto es importante para mí. Lo necesito ¿entiendes?
-Si, lo entiendo, soy tu mejor amigo ¿lo olvidas? Quiero lo mejor para ti.
-Creo que es hora de descansar, besos. Te amo
-Te amo nena, cuídate. Y no olvides hablar con Sebastián. Empezará a alegar de que ya lo olvidaste.
-Ajajaja lo haré, adiós Cami
-Camilo, arruinas mi masculinidad mujer.
Luego de que colgó, me quedé ahí. Tirada viendo el techo. Pensando en la que ahora es mi vida.
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Juliana en descripción
Hola, espero les guste esta nueva historia. Gracias por leerme, si es que lo hacen ja.
xdxdxd
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Un cambio extremo
Teen Fiction¿No les ha pasado que han sufrido tanto que necesitan escapar de donde están? No me mientan, se que les ha pasado. Me pasó a mí, solo que creí que las cosas mejorarían. Que equivocada estaba.