2. Es hora del juego

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Hoy empiezo las clases, y aún no conozco a mis nuevas compañeras aunque hayan llegado hace tres días. Una de ellas se la pasa siempre por fuera y llega cuando ya estoy dormida, y la otra solo dejó sus cosas y no ha vuelto a aparecer. No es como si me afectara, pero es raro ni siquiera saber el nombre de las chicas que se supone comparten habitación contigo. 

Vi mi horario y noté que tenía clases al otro lado del campus. Genial, será un largo recorrido. Decido conocer donde pasare los siguientes años matándome. Pero mientras voy caminando noto como un montón de chicos corren eufóricos, me llama la atención hacia donde se dirigen así que los sigo. Noto que al lugar que se dirigen queda por fuera de los límites de la universidad, es más, es una carretera de moto cross. El destino debe estar burlándose de mí. 

-¿Sabes nena? No creo que este sea un lugar donde quieras estar - me grita un tipo. Es alto, tal vez por una cabeza y media, moreno pero muy guapo.  Tiene un aspecto despreocupado pero atractivo, aun así no logra importarme su físico, acaba de insinuar que este no es un lugar para mí y eso no es nada bueno. Algo me dice que terminaré en problemas.

-¿Disculpa?¿Y desde cuando el moto cross no es para chicas? Creo cariño, que estas provocando a la chica equivocada.

-Uhhh ¿chica ruda? No lo creo, solo mírate. Ni siquiera creo que seas capaz de subirte a una moto

Oh no, el no dijo eso.

-¿Quieres apostar? No me importaría dejar tu cara enterrada en lodo

-¿Sabes que? Apostemos, si yo gano saldrás conmigo y si tu ganas

-Me darás tu moto- lo interrumpí

-¿Es un juego? Ni loco apuesto mi moto

-O sea que realmente crees que te puedo ganar- afirme de forma petulante para provocarlo

-Hagamoslo, tu saldrás conmigo sí o sí, belleza- me guiño un ojo y se fue caminando. Ni siquiera sabe mi nombre y ya apostó que saldría con él. Pobre idiota.

Logré que un chico llamado Sam me prestara su moto, realmente no se negó al saber que había apostado con Lucas, al parecer ese era el nombre de él. Todo el mundo escuchó sobre la gran apuesta y empezaron a apostar quien sería el ganador. Al parecer, y no me sorprende, nadie cree que yo sea capaz de ganar.

Llegó el momento de la carrera, mi cuerpo no dejada de producir adrenalina y sentía como si mi corazón se me fuera a salir. Tenía puesto el casco y lo único en lo que pensaba en como iba a recorrer la pista mientras caminaba hacia la linea de salida. Quería darle una lección a ese idiota por subestimarme pero no lograba controlar mis nervios, en eso suena mi teléfono; es Sebas.

-Hola?-contesto inmediatamente

-¿Dónde estas metida? Que no has hablado conmigo desde que te largaste al otro lado del mundo, no tienes idea de lo triste que es Londres sin ti -soltó tan rápido como si lo hubiera estado guardando desde hace meses.

-Pues estoy a punto de empezar una carrera de moto cross....-solté de la nada, alguien va a matarme.

-No juegues conmigo nena, te conozco y no serias tan tonta de volver a subirte en una de esas motos luego de que casi mueres -no dije nada, entonces las captó- Espera ¿es en serio?¿Que demonios pasa por tu cabeza Juliana?

-Él me reto, no iba a dejarme-justo en ese momento me llamaron, ya iba a comenzar la carrera -bueno cariño, es hora, apenas le patee el trasero a ese idiota te llamo. Colgué sin dejarlo responder y me dirigí hacia la linea de salida.

Fui corriendo por la moto y me puse en posición, habían al menos otros cinco tipos, uno de ellos no dejaba de mirarme así que decidí ignorarlo. Lucas se hizo al lado mío y me guiño un ojo, idiota, lo voy a dejar comiendo tierra. Recordé cada carrera en la que había estado, cada tipo que me había subestimado, e incluso mi accidente. Comenzó la carrera y enfoqué toda esa energía en ganar, no tarde en estar al frente junto al chico que tanto me observaba y que no sabía su nombre. Había olvidado lo magnífico que era esto, el vacío que se siente en cada salto, el control que sientes al no caer, estaba tan ensimismada en como me sentía que no me dí cuenta que Lucas me pisaba los talones. Acelere, aunque perdí en control por un segundo logré recuperarme, pero apareció el tipo raro. No tengo ni idea de en que momento lo había dejado atrás y mucho menos de donde apareció, salió del suelo, estoy segura.

Debo admitir que la carrera fue divertida, gané. Los dos idiotas creían que me iban a ganar así que no me tuvieron en cuenta en la ecuación, así que aproveche y los adelante en la ultima parte, salté y caí de lado pero fui la primera en llegar. Casi pierdo una pierna, pero les gané. Bueno a quien engaño, quedé inconsciente y cuando desperté, Sam estaba conmigo y estaba eufórico. Me habían llevado a mi habitación ya que se habían encontrado a Cata en el camino y ellos la siguieron. Así que ahora estaba aquí, acostada en mi cama viendo como habían al menos 7 personas en el cuarto. Cata, Sam, Lucas, el chico raro, mis dos compañeras de cuarto y no reconocía al otro chico. Sam se acercó a la cama.

-Hey, te diste un buen golpe ¿cómo te sientes?-dijo mientras se sentaba al pie de la cama

-Me duele la cabeza ¿por qué demonios hay tanta gente acá?- toqué mi cabeza y me di cuenta de que estaba vendada ¿tan fuerte caí?

-Están preocupados por ti, creyeron que te mataste- En eso la puerta se abre en un dos por tres y se muestran dos personas, que podría distinguir en cualquier lugar. Estoy en problemas.

-¿QUIERES DECIRNOS QUÉ DEMONIOS ESTABAS PENSANDO CUANDO DECIDISTE VOLVER A MONTARTE EN UNA MOTO?- gritaba como todo un loco Camilo.

-¿ACASO NO TE BASTÓ CON CASI MORIR EL VERANO PASADO POR LO MISMO? TENEMOS QUE TOMAR UN VUELO DE DOCE HORAS PARA ENCONTRARNOS CON ESTO -le siguió Sebastian. Esperen ¿cuanto dure inconsciente ?

-QUE CASI TE VUELVES A MATAR- dijeron al unísono.

-¿Le pueden bajar? La cabeza va a estallarme -dije lo más tranquila posible

-No sería raro, estuviste inconsciente todo el día de ayer -dijo el tipo raro con una sonrisa burlona

-¿Te conozco?-dije malhumorada

-No, pero te encantaría- lo dijo de una manera coqueta- Jason, un placer para ti conocerme. Me guiñó un ojo pero inmediatamente recibió un puño por parte de Sam.

-Con ella no te metas, Williams-dijo con un sorpresivo enfado Lucas.

-Okay, me encantaría saber que demonios está pasando aquí pero tengo cosas más importantes que lidiar con sus peleitas ¿podrían dejarme sola, para así lidiar con estos idiotas?- señalé a mis mejores amigos.

Este iba a ser un día largo ¿en qué me he metido, de nuevo?

Un cambio extremoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora