100Themed Challenge

Tema 15: Silencio

Otro día en Kadic, y para sorpresa de Ulrich, Odd no había dicho nada en todo el día. No es que le molestara, de hecho encontaba relajante que su amigo rubio por primera vez procupara no hablar por un periodo tan largo de tiempo.

Pero el alemán empezó a preocuparse cuando, tras pasar todo el día, el italiano aún se resistía a hablar. Aunque disfrutara el silencio, Ulrich disfrutaba más el sonido de la voz de Odd.

-Odd, ¿te pasa algo?-preguntó interesado. Odd sólo negó con la cabeza-¿te duele algo?-volvió a intentar, y el rubio sólo volvió a negar.

Ulrich se puso a pensar, ¿Qué podría tener Odd que se niege a hablar? ¿Se había peleado con sus papás? No, no podía ser eso, el alemán sabía que Odd adoraba a sus padres; ¿estaría enfermo? Tampoco, Odd no tenía ni una sola señal de estar resfriado; ¿cambio de voz?… ¡¿en qué pensaba? Ya ambos habían pasado por la pubertad, así que menos podía ser eso. Ya decidido en averiguar que le sucedía al rubio, Ulrich se armó de valor y le preguntó.

-Odd, ¿Sucede algo?-preguntó el chico. Odd en respuesta sólo negó con la cabeza-¿entonces por qué no hablas?-preguntó preocupado.

Odd pareció estar a punto de decirle, pero luego su semblante cambió a uno triste y, tras agachar la mirada, negó con la cabeza, negandose otra vez a hablar.

Era oficial: ahora Ulrich estaba aún más preocupado por Odd, pues cuando parecía que ya le diría que tenía, no-sabía-qué le hizo cambiar de opinión y decidir guardar silencio. Cuando el castaño se daría por vencido, se le vino una idea a la cabeza: darle un beso al rubio, eso lo desubicaría y lo haría cantar.

Sin esperar, Ulrich tomó la mano del rubio, le puso la mano en la mejilla y le dio un beso en los labios. Para su sorpresa, Odd cerró los ojos y abrió la boca, cosa que el alemán aprovechó para colar su lengua por la boca del menor. Odd enredó sus brazos alrededor del cuello de Ulrich, mientras este lo abrazaba por la cintura, acentuando más el beso.

Finalmente, tras varios segundos ya estaban acostados en la cama del rubio, con sus lenguas peleando por dominarse entre si, mientras Odd enredaba sus dedos entre la cabellera de Ulrich, y el acariciaba la piel del italiano bajo la camisa. Cuando rompieron el beso, los dos estaban acalorados y sonrojados.

-Ahora, ¿me dirás por qué no hablabas?-preguntó el castaño. Odd sonrió, acercó sus labios al oido de Ulrich y le susurró algo que hizo al castaño sonrojar, y acto seguido, volviero a besarse.

"Me había prometido a mi mismo, que no hablaría sino hasta conseguir que me besaras"

Fin