Kids Game

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Si. Yo Kim Taehyung, estaba vigilandote. Miraba tu mirada lujuriosa sobre aquel chico. ¿Tu nueva presa verdad? Como no, eras tan superficial.

Podría decirte que te odio. Enserio, podría decirtelo a la cara, gritarlo a los 4 vientos. Pero nunca sería verdad. Y de repetirlo tantas veces ya me habría vuelto un mentiroso compulsivo.

Eras engreída, demasiado diría yo. Siempre ibas con una sonrisa y nunca era linda y sincera, era prepotente . Muchísimo. Tenías el mundo a tus pies. El mundo era tuyo. Completamente tuyo.

Describirte es difícil frente más personas. Porque yo soy el único que te conoce perfectamente, porque como tu has dicho, los dos participamos en ese juego de niños. Ese que aun no puedo mencionar. Y decirles a todos la verdad era difícil. Yo era un Idol, si, muy conocido pero no era bueno jugar contigo. Podrías arruinar mi carrera con solo chasquear los dedos, eras como fuego, pero no uno normal, uno mágico, perdona, maldito, imposible de apagar. Estar contigo es como estar en un infierno ardiendo. Te quemaba.

¿Pero sabes qué?  Soy masoquista y me encanta quemarme.

Bebí de mi copa, acabandola y dejando el dinero sobre la barra, el cual poco después fue recogido por el camarero. Agarrabas al chico de la mano y te lo llevaste a una habitación cualquiera de ese maldito antro, si, un antro muy lujoso. Mi pregunta ¿por qué coño hay habitaciones? Igual era normal, pero yo nunca salí de fiestas por mi carrera.

Salí del local. El aire era fríos y removía mi cabello. Los chicos sin duda me matarían. Llevaba años sin verte. Pero he visto que no has cambiado, sigues igual de hermosa e igual de hija de puta. Tu sonrisa burlona me volvía completamente loco. Esos sentimientos que creía que habían desaparecido resurgieron nada más verte ayer caminar por la calle. Salieron de ese oscuro baúl que no sabía que existía, y ese sentimiento se apodero de nuevo de mi cuerpo esa malditas mariposas revivieron y con más fuerza que nunca.

Los pelos se me volvieron a poner de punta, mi respiración volvió a ser agitada y mi corazón se paro en seco cuando te vi. Ese corto vestido negro que se  ceñia a tu cuerpo, resaltando este, unos grandes aros y tu larga cabellera negra, casi hasta la cintura. Estabas frente a mi. No dijiste  nada, y te acercaste, abrazandome, me sorprendí y no reaccione, hasta que pegaste tus labios con los míos, pasando tus manos por mi cuello, y a pesar de llevar unos tacones demasiado altos, tenías que ponerte de puntillas. Sonreí sobre tu boca y te pegue demasiado a mi,  enroscaste tus piernas sobre mi cintura y te estampé contra mi coche, olías a alcohol, tabaco y drogas. Pero seguías teniendo ese olor que tanto te caracterizaba. Abriste la boca para hablar pero al parecer te arrepentiste y me mordiste ligeramente mi cuello, para después succionarlo y morderlo más fuerte, dejando una hermosa marca, un chupetón qué tardaría unos días en irse.

—Taehyung, continuemos con nuestro juego de niños.– me susurraste al oído, me enfurecí al salir esas palabras de tu boca, impactando en mi oído al igual que tu cálido aliento. Me separé de ti y enseguida frunciste el ceño extrañada.

Te acercaste a  mi ligeramente sorprendida. A miss. Perfecta. Ósea tu, nunca te rechazaban. Abrí la puerta de mi coche y me arranqué dejandote en el aparcamiento totalmente descolocada.

Mis ojos se nublaron por las lágrimas. Casi caía de nuevo en tu trampa, tu hermosa y excitante trampa. La que tanto daño me había hecho.

Teníamos la mima edad. Los dos nos criamos en Busan, pero por cosas del destino nos volvimos a encontrar en Seul. Quería pensar que viniste a buscarme, qué sentías algo por mi apesar de los años, y que nunca me habías olvidado. Pero no era así. Con solo 15 años hice el amor contigo, yo era virgen al contrario que tu, pero apesar de ser como hermanos me enamoré perdidamente de ti y tu jugaste con mi corazón. En aquel entonces habría muerto por un beso tuyo. Lo juro. Pero ahora, espera, ¿a quién miento?, ahora también. Pero necesito salvarme, salvarme de ti. Ya que el juego de niños que tanto te gustaba me destruyó, no solo a mi, también a nuestra familia.

Exacto, nuestra.

Eras la hermana, bueno hermanastra según tu, que todo el mundo de desearía. Pero odiabas con todas tus fuerzas a tu madre, ¿verdad? La odiabas tanto que querías acabar con su felicidad, acabando con la de mi padre a la vez. Podía ver como te ardía la sangre cuando la veías sonreir, al principio no lo entendía, no entendía su odio hacia ella, pero al cabo del tiempo yo también la odie.

Por eso creaste ese juego de niños. Uno del que al final me volví adicto.

Recuerdo cuando te sentaste frente a mi sobre mi cama, arrebatandome el libro y tirandolo a cualquier parte de la habitación. Para después besarme. Comenzando la partida.

Me quitaste lentamente el cinturón, y mi pantalones caían entre mis piernas junto tu camisa. Nuestros besos eran interrumpidos por pequeños gemidos y faltas de aire, ya que nos tocábamos mutuamente sobre la poca ropa que nos quedaba. Sonreiste. Y aquella noche perdí, perdí una y otra más. Si perdí la virginidad, pero se sintió como si ganase unas putas olimpiadas mundiales.

Me sentía perdidamente en la gloria, tu estabas sobre mi pecho, totalmente desnuda y tan exhausta como yo, me miraste y sonreiste triunfante, y más cuando la puerta de mi habitación se abrió, dejando ver a mi padre y a tu madre. Me sorprendí y nos tape a los dos con las sábanas.

A la hora de riñas oía los gritos de mi padre pidiendole la anulación de la boda a tu madre y los sollozos y súplicas de esta. Tu solo sonreía a mi lado, te mire e intente abrazarte pero me esquivaste.

—¿Qué haces?– Te incogiste de hombros– Te amo, Myeong-Suk. –.

—¿Qué? Espera Taehyung, no me gustas ni siquiera, esto lo tenía planeado. Esto es un juego de niños, ideado para romper el matrimonio de nuestros padres.

Tal vez era un niño estúpido que creía que el amor era fácil y tu te aprovechaste de esto. Pero cuando te encontré borracha entendí todo.

Tu no te acuerdas, pero vi tu cicatriz, la que te hizo tu padre, si, cuando ni más ni menos, te violo. Exacto. Lo se. Me lo confesaste, amor. Esa noche bebiste demasiado, querías caer rendida. Y tu madre tuvo la culpa, ella sabía que tu padre quería abusar de ti, era un pedofilo que necesitaba medicación para controlar los impulsos sexuales hacia su propia hija, realmente repugnante, pero esos medicamentos le estaban matando y por orden del médico debió dejarlos. Tu madre tuvo la culpa. Por eso la odio aun más que tu. Porque mientras se iba a un hotel a acostarse con cualquiera te abandono  encerrada en una casa con un enfermo mental, totalmente ebrio. Y si no fuera por los vecinos que escicharon tus gritos no te habría conocido, ese cuchillo que te clavo en el estómago para que te callases te habría matado y no me hubiera enamorado de ti.

¿Puedo agradecer esto?  Si no hubieras roto todas las relaciones que tuvo posteriormente tu madre, posiblemente no te conocería. ¿Puedo agradecer que te violaran?

No podía ver, pise el acelerador con fuerza, sentía la ira apoderarse de mi cuerpo. No sabía a donde iba. Tal vez necesitaba un descanso de todo.

El móvil sonó por séptima vez en menos de 3 minutos contados. Era Jin, entendía que estuviese preocupado eran las 3 de la mañana y no había aparecido aun por casa. Frene dando un volantazo, quedándome en el arcén y por fin cogí a Jin. Oía su voy más preocupada y chillona de lo normal, sin duda estaba enfadado.

—Mira... Jin... Lo siento, enserio. Pero no me esperéis. – Dije mirándome al reflejo del retrovisor. – Llegaré mañana por la mañana. -colgué - creo....

¿Le estaba mintiendo? Sí. Pero tenía esa necesidad. Quería estar solo y ahogarme en mis propias lágrimas. Por muy triste que sonará, era verdad. Necesito solo una noche. Para creer que olvidado todo. Con esto me basta.

¿Estas contenta, Cariño? Has destrozado lo poco que quedaba del Taehyung original, dejando el que hace una exagerada representación de vivir feliz. Gracias por ese juego de niños que mato al niño que era antes.

Porque te odio, y estoy mintiendo.

Ya que al enterarme de tu muerte. Solo he querido imaginarte en mi vida.
Aunque pasen los años y que ya no estés. Me seguiré inventando historias, haciendo que nos volvamos ha encontrar. 

Kids Games | K. Taehyung      ONE SHOTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora