6. Pánico

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De repente abrí los ojos mientras tenía una respiración entrecortada. Seguía en el mismo lugar, sentía que habían pasado horas pero todo seguía igual, empecé a patalear con las fuerzas que me quedaban resistiéndome a que pasara lo que tenía que pasar. Sus ojos me recorrieron de arriba a bajo

-¡Déjame! ¡Suéltame!- me costaba respirar-.

-Shhh- cuando lo miré él ya se había desabrochado el pantalón, mi espalda estaba en la pared y con sus manos inmovilizó mis muñecas poniéndolas contra la pared, acercó su cuerpo más y mas al mío y en ese instante me di cuenta de que no tenía ropa en la parte inferior de mi cuerpo, qué me había hecho, las lágrimas se apoderaron de mi, pero no sé de dónde saqué las fuerzas y cuando acercó su cara a la mía, eché mi cabeza hacia atrás para luego volverla hacia adelante con todas mis fuerzas, lo que ocasionó que él empezara a sangrar sin control, lo que me dio unos segundos para correr- ¡Maldita!- me gritó de todo pero yo ya no escuchaba

Aporreé todas las puertas que encontré gritando ayuda hasta que alguien me abrió la puerta y caí en sus brazos sin aire sin nada

[...]

Todo se volvió blanco, lleno de luz, y no, no estaba muerta, ¿o si? No, eso no podía ser.

Empecé a escuchar un sonido constante, providente a una máquina con líneas que subían y bajaban. Estaba en...en...¿en el hospital?

¿Qué hacía en el hospital?¿Estaba enferma?¿Me habían atropellado?-tragué fuerte-¿Me había quedado en coma? No, no podía ser, yo-yo estaba en casa de-de Jeff, hablando, y-y luego...eh...

Repentinamente una apariencia masculina se asomó en mi campo de visión y, sin saber porqué me alteré, trate de apartarme, mi corazón se aceleró y cerré los ojos con todas mis fuerzas con tal de esconderme inútilmente

- No te voy a hacer nada, yo te traje aquí- alcé la vista y miré a mi alrededor, estaba en...¿el hospital?-.

Traté de hablar, preguntar, pero no podía a causa de los tubos que me brindaban oxígeno.

Él me dijo algo más pero estaba abatida pero no pude asimilar las palabras que me decía.

Ya no estaba rodeada de tubos, ¿me había dormido? Bien, eso no me importaba en ése momento, lo importante es que ya podía empezar con mis preguntas a...¿dónde estaba? ¿Dónde estaba ése hombre?
Miré por toda la sala, no había rastro de nadie
¿Había sido una visión? Parecía una película, odio cuando pasa eso en las películas, cuando más se necesita a alguien, desaparece.

Me puse a pensar, y dejé que mi mente viajara hasta que volví a la realidad cuando algunas de las palabras que me dedicó el misterioso hombre tuvieron sentido en mi cabeza, eran frases desordenadas lo único que pude recordar, "Aporreaste mi puerta", "ensangrentado", todo cobró sentido, recuerdos invadieron mi mente, la presión de unas grandes manos en mis muñecas, la falta de aire, mi corazón acelerado, la oscuridad de la noche, risas, su boca recorriendo mi piel, pero todos esos recuerdos dejaron de ser importantes, cuando vinieron a mi mente, sus ojos, esmeralda, sobresalientes de la oscuridad, llenos de malicia, desnudandome por completo una y otra vez.

-¡Ayuda!- no me di cuenta de que había aguantado la respiración por tanto rato-.

Apreté el botón de emergéncia una y otra vez hasta que una enfermera apareció por esa puerta

-¿Está bien? Qu..

-Quiero irme a casa, qui-quiero a mamá, quiero a-a papá- mis sollozos retumbaban por toda la habitación- Déjenme marchar, yo no hice nada, lo prometo, qué quieren de mi, ¿por qué estoy sola? Ayúdenme, solo quiero marchar, solo quiero que mi vida sea como antes- traté de levantarme pero ella me agarró y me abrazó- ¡Déjame!-gritaba como niña pequeña- ¡No hice nada!-Ella no me soltó- Ayúdame, porfavor- dije casi en susurro-.

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⏰ Última actualización: Oct 04, 2019 ⏰

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¿Puedo volver a sonreir?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora