Capítulo 9

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El frío empezaba a calar en sus huesos como en las noches anteriores y el miedo a morir de hipotermia no le permitía quedarse dormido.

Cada noche era mojado con jarrones de agua en el rostro intentando ahogarlo, sus pulmones quemaban cada vez y su garganta dolía al toser e intentar atrapar algo de oxígeno.

Se intentó mover buscando una posición más cómoda pero los amarres en sus tobillos le hicieron sisear de dolor. Las cuerdas atadas en sus piernas con fuerza habían causado notorios cortes alrededor. Las heridas estaban sangrientas y supuradas por la inicial infección. La fiebre se sentía subir a cada momento mientras los espasmos de su cuerpo le ayudaban a mantener el movimiento para entrar en calor.

Ya no quería seguir más ahí, su cuerpo dolía, su corazón dolía, su alma dolía.

Extrañaba la calidez en los brazos de JunMyeon, su sonrisa tranquilizadora y esas palabras suaves que le hacían saber que todo estaría bien. Las necesitaba más que nunca mientras intentaba ver por las hendiduras de las tablas del lugar en el que se encontraba atrapado.

Las lágrimas caían silenciosas mientras su pecho se contraía.

JunMyeon, te necesito...






KyungSoo había pasado los dos últimos días completamente empeñado en ayudar al general Kim quien se había resuelto muy bien el mantener a su hermana conforme con algo de información falsa sobre comerciantes que habían tratado con él, que, aunque no ser del todo falsas, servían como cuartada a su favor.

Se mantenía atento a cada movimiento de esta, con quien hablaba o salía.

Notó su falta dentro del palacio a cierta hora, pero también notó algo que le desconcertó y enfadó.

Justo cuando su hermana se dirigía para salir una segunda vez, mando a llamar al comandante Wu, sin embargo, este no se reportó.

Algo dentro de él estaba empezando a picar. Podía sentir la irritación y molestia, pero más allá de ello, la traición.

Decidió esperar cerca de la entrada del palacio y ver si sus sospechas eran ciertas.

Alrededor de tres horas, el comandante Wu apareció en su visión caminando apresurado y con la mirada gacha. Unos minutos después su hermana llegaba en su palanquín junto a sus cortesanos, salió de él y se encaminó hacia sus aposentos.

Debía estarle jugando el destino una pasada cruel.

Lo daba por hecho, el comandante Wu, el que creyó toda su vida le era leal, le estaba dando la espalda, conspirando con su hermana para destronarlo.

El muy desgraciado, quien había levantado su espada hacia su difunta esposa ahora la estaba levantando contra él.

Se levantó de su lugar y se encaminó hacia el salón de la armada esperando encontrar al general Kim.

Al llegar todos en el lugar reverenciaron antes él.

No prestó atención igual, simplemente abrió ña boca para hablar con voz clara y fuerte.

-El general Kim, A la sala de juntas, el resto puede retirarse- dijo caminando hacia la puerta frente a él, pero se detuvo señalando a dos guarias a su lado- Ustedes dos, cuiden fuera. Si alguien entra, den por seguro su muerte.

Afire Love (SooBaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora