C h a p i t r e 16:
Pressentiment.Paris, Francia.
- Actualidad-A la mañana siguiente, mientras Alya y Marinette se vestían en un silencio profundo, alguien tocó a la puerta. No lo notaron la primera vez, pues cada una tenía pensamientos más importantes en mente. El aire de la habitación era mucho más pesado que de costumbre.
Alya no le había dicho nada todavía y Marinette no tenía la intención de envolver a sus amigos con sus problemas, sin saber que ellos ya estaban enterados. Su resfriado se había vuelto un poco más normal y sólo tenía los ojos un poco rojos, al estornudar seguían saliendo pequeños destellos sin llegar a lo alarmante.
Se quedó unos minutos agarrando con fuerza su reloj, que se había convertido en su segundo corazón, palpitaba y le proporcionaba energía.Fue Alya quien abrió la puerta, entre miradas de soslayo y preocupación a su amiga, que se veía intranquila y callada, apretando contra su pecho el reloj sin defectos. Le fue inevitable a la morena no compararlo con el suyo, bastante desgastado de la parte central. Una parte de ella estaba agradecida de evitarse todos esos problemas, pero no podía quitarse de encima la curiosidad de cómo podría ser ese mundo en el que ella tuviera control.
Y pensar que hace unos días su mayor problema era que Nino estuviera enamorado de Marinette... Hasta resultaba divertido.
Al abrir la puerta, la mirada vacía de la secretaría, que parecía haberse vestido a oscuras, le dio un frío saludo. Alya frunció el ceño.
—¿Qué quiere?
—El director busca a la alumna Marinette Dupain Cheng—dijo, en una voz tan monocorde que parecía una grabación.
—¿Para qué?—La secretaria sacudió la cabeza, aburrida.
—Son órdenes, no requiere un porqué.
—Está bien, Alya—Marinette ya estaba a un lado de ella, estaba lista y dispuesta. —Iré.
—Sígame.
Alya quiso decirle que tuviera cuidado, pero se quedó completamente congelada en su lugar, con los ojos muy abiertos.
Con un ademán de mano, se despidió de la morena y se convirtió en la sombra de la secretaría. Mientras la seguía en silencio, no dejó de pensar que sería una mujer bastante bonita si quitara esa expresión de desdén y frustración que arruinaba su joven rostro. Se veía como una estatua enmohecida con el paso del tiempo.
Al llegar a la dirección tomó asiento en la banca mientras la mujer hablaba con el director. Entendía que su asistencia a clases no fuera la mejor, pero sus calificaciones lo compensaban, y tampoco se había metido en líos, exceptuando lo de Alix... Puede que se tratara de la beca.
—Nathalie, dile que puede pasar.
Marinette se levantó con rapidez y atravesó el umbral de la oficina. La puerta se cerró con fuerza a sus espaldas.
El director estaba de pie mirando a la ventana, con esa actitud enigmática que tanto confundía. Tenía una paleta en la mano que le ofreció a la alumna. Ella se negó con amabilidad.
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Butterfly effect -(Miraculous Ladybug-AU.)
Fiksi PenggemarUna sola decisión puede cambiar tu vida. Y eso Marinette lo sabe. Cuando misteriosas lagunas mentales comienzan a atacarla y nuevas visiones del futuro la atormentan, decide tomar control. Ser Ladybug ya no es un juego de niños. No al plagio.