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—Bien Jiwoo, dime todo lo que sabes de un tal Kim Taehyung —decía Hoseok mientras tomaba asiento en la cama de su hermana quien lo miró sorprendido—. ¿Qué sucede?
Jiwoo tomó su celular y empezó a buscar algo del nombrado.
—Me es raro que no lo conozcas, está en último año y hace poco terminó una relación de años. Eran la pareja preferida en todo el colegio.
La mayor le mostró una foto en donde salía él con su ex pareja. Para Hoseok la chica le parecía muy linda, de hecho ha dialogado varias veces con ella y se nota muy buena gente. Ella antes entrenaba junto a él pero no le iba bien, por esa razón decidió salirse. Fue lo mejor para la mayoría, ella arruinaba las jugadas al tener temor de un simple balón. Era muy tierna.
El pelirrojo tomó el celular de su hermana y siguió viendo fotos de Taehyung. En cada una que miraba quedaba encantado. La belleza de ese hombre no se comparaba con los demás. Todos quisieran un rostro con esas facciones marcadas, unos ojos que podían intimidarte sin tener esa intención. Lo que más le sorprendió fue la dulce sonrisa que tenía en una foto con su novia, o ex novia. Sus ojos mostraban destellos al verla, Hoseok sabe que ese es el efecto del amor.
Le entregó el celular a su hermana con una duda en mente. —Parece que se amaban demasiado, ¿por qué habrán terminado? —Jiwoo alzó los hombros. Ella tampoco sabía el porqué pero nunca le interesó saberlo. Es vida de ellos, no le incumbe enterarse de lo que pasa.
—A todo esto, ¿por qué querías saber sobre él? Es la primera vez que me pides información sobre alguien. ¿Te gusta Taehyung? —Hoseok se sonrojó y negó con la cabeza. Ni siquiera lo conocía, ¿cómo su hermana podría creer tal cosa?—. ¿Entonces?
—Hoy en entrenamiento se sentó a mi lado y me habló un poco, él me conocía y eso me sorprendió un poco. Por eso quería saber sobre él.
Jiwoo sabía que él no era como todos lo miran. Taehyung había estado coqueteando con varias de sus amigas y ellas le contaba cómo era. Pero no quería que su hermanito supiera, tal vez ya cambió esa forma de ser.
También ella sabe que Hoseok es fácil de ilusionar y teme por eso.
—Es buena persona, pero no te acerques demasiado, ¿bien?
—Está bien, gracias dulzura.
Hoseok sonrió y abrasó a su hermana que intentaba impedir el toque corporal. Hoseok se alejó e hizo un puchero.
—¡Dejate querer!
—¡Nunca!
Ambos rieron y decidieron ver una película mientras comían chucherías. En la mente de Hoseok seguía el nombre de aquel chico. Tal vez podían llegar a ser amigos, pero no se esforzaría.
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