Tóxico (Levi x Eren/Riren/Tragedia)

Parte 6: Miseria

Eren había recorrido la habitación del hombre una y otra vez sin encontrar nada que fuera comprometedor.

Al parecer Levi Ackerman vivía con su hermana alfa solo y sin secretos turbios que desenterrar.

Se sentó en la cama, aliviado por tener donde descansar los tobillos que ya le dolían por el peso del vientre que cada día solo se hacia más y más grande.

"Yo le hice esto" solía decir Levi, apretándole el estómago y manteniéndolo sentado en su regazo cuando algunos de sus compañeros de trabajo venían a casa a beber.

Los alfas eran orgullosos y haber sembrado cachorros en el vientre de un omega fértil y joven debía de incrementar más su ego.

Los otros alfas reían y lo felicitaban, en cambio Mikasa siempre ponía mala cara y no soportaba verle cerca cuando estaban los dos solos en casa.

No sería la primera alfa que lo tratara mal así que Eren protegía su rostro dejando el vientre al descubierto cada vez que esa mujer intentaba pegarle, dejando sorprendida a la alfa ya que se era un comportamiento atípico de los omegas preñados.

—¿Qué está pasando aquí? —Levi entró en la sala y Mikasa retrocedió rápidamente enseñando el cuello a su hermano en señal de sumisión.

Eren corrió a esconderse detrás de aquel alfa.

—No vuelvas a tocar al omega —amenazó serio con la voz más áspera de lo que pretendía— no mientras yo no te lo permita ¿haz entendido?

Una vez más había ganado y se aferró a esa pequeña victoria asiéndose de la manga del alfa

Aquella alfa no volvió a cruzarsele en el camino y pudo caminar a sus anchas por toda la casa, más cuando llegaba Levi debía permanecer en la habitación.

Hasta entonces Levi no le había dado una segunda mirada si no fuera para tocarle el vientre o anudar.

Los días pasaron y el trabajo de Eren rindió frutos cuando descubrió el porque Mikasa se quedaba sola todas las tardes en el salón, se trataba de un omega, uno bajito y calvo que visitaba la casa con frecuencia y miraban películas o simplemente conversaban.

Y podía jurar que la mujer estaba bastante enamorada de él, más ella y el omega le eran un estorbo ya que habían planeado presentarse con Levi muy pronto entonces el omega viviría con ellos y la presencia constante de ambos no le dejaría tener al alfa para si mismo.

Tenía que hacer algo y pronto, antes de que su engendro naciera.

Así que salió a escondidas y fue en busca de Reiner para que hiciera un trabajo por él, alquilaron un hotel barato y ya en casa se encargó de limpiar todas las pruebas.

La televisión estaba encendida esa tarde y el alfa tendido sobre la cama con Eren a horcadas haciéndole un masaje porque era "muy bueno" y le había prometido que no se arrepentiría.

El alfa le había mirado raro, pero accedió  quitándose la camisa y dejando que le frotara la espalda con las manos.

No pasaron diez minutos cuando Eren se detuvo, inquieto al botar sutilmente feromonas de angustia y esperando que Levi las captara.

—¿Que es lo que te pasa? —preguntó este y Eren se quedó en silencio.

El olor incrementándose en la habitación.

—Tu hermana...

Levi hizo una seña para que se bajara y se sentó, alentándolo a continuar.