U N O*

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Nota del autor: sí, es necesario leer el segundo libro.

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Cuando Taehyung pensaba en la muerte; su educación le gritaba que tal cosa no existía, que el alma simplemente se había elevado hasta sus dioses y que pronto estaría de vuelta en el mundo, solo que en otro tiempo y otro lugar, pero con la vejez de su espíritu intacta. Creyó que, sin importar nada, la muerte no sería dolorosa, se sentiría la ausencia, meramente temporal, pero que su corazón sería capaz de resistir.

Al menos, así fue hasta la muerte de su hermano, cuando no importó quién era él antes de ese momento ni tenía validez aquello que podría ser después. La existencia de todo se resumía en la sábana blanca encima de lo que el pueblo sabía que era su príncipe, se resumía en el frío que le abrazaba los huesos y en el vapor que exhalaba su cuerpo. El mundo se volvió líquido y cayó en una gota de líquido carmesí a la nieve y no, no fue porqué la sangre de alguien de la realeza hubiera sido derramada, ni siquiera fue porqué un ser humano había muerto, fue porqué era Jin, solo Jin. Su familia y su escudo protector de cualquier dolor excepto, claro, el de su perdida.

¿Sus lágrimas serían capaces de llevarse consigo todo lo que sentía? ¿Sus pulmones podrían sostener el oxígeno suficiente para mantenerlo vivo? ¿A caso seguía vivo? Probablemente cualquier idioma y sus incontables palabras serían insuficientes si tuviera que describir ese sentir que le acuchillaba el corazón, tal vez su llanto se congela con el invierno y el viento clava las estacas frías de lágrimas directo a su pecho.

Sus recuerdos, que siempre supieron ser los pilares de su estabilidad, se han convertido en barro húmedo del que es imposible sostenerse, como dispuesto a dejarlo caer al fango. El odio atraviesa sin permiso cada una de sus terminaciones nerviosas, se instala en la forma en la que mira a esa mujer, aquella que le dió la vida y a la que, inevitablemente, acusa de haberle arrebatado eso mismo a su hermano y al sentimiento que compartió con el joven e inteligente sirviente que llegó al castillo para pecar de amor.

Se pregunta si las reglas, que ni siquiera están escritas en algún papel, son más importantes que una vida, porqué en ese concepto se encuentran tantas cosas que, siente, se han hecho trizas irreparables en su propia alma.

"No sería capaz de pedirte que lo superes, tal vez, eso no sea posible, pero por ahora, haz que deje de doler. Odio verte así..." le susurra la suave voz de Jungkook, tan calmado como su propio pesar le permite estarlo.

"Fue...tan injusto." murmura en respuesta.

Taehyung piensa en Jungkook, en su presencia arraigada a la suya, a sus recuerdos impregnados de su olor, y sus posibles futuros que se inundan de su mirada, porqué ser los príncipes menores de un reino alabado, siempre significó preocuparse por encontrar una buena forma de pasar el rato, y hacerse sonreír. No sabe en qué momento lo amó tanto que llamarlo "hermano" o "amigo" se quedó corto, pero con la definición de injusticia perdida en algún rincón del mundo, no hubo razón para no amarse.

Hasta que eso que conocía como "correcto" logró terminar con el amor, con lo que creía que era más fuerte de que todo eso.
Terminaron con Kim Seokjin, con su risa contagiosa, su anhelo de libertad y tendencia a romper las reglas, con su sonrisa encantadora y abrazos que reparan el alma. Terminaron con Kim Namjoon, de timidez desbordante y corazón de un solo dueño, de hoyuelos profundos y sueños de amor que siempre creyó posibles. Terminaron con un par de simples y desdichados humanos que rogaban, sin más, poder amar sin que las palabras "príncipe" y "sirviente" fueran un muro entre ambos.

La muerte de ambos detonó en la peor tormenta de nieve que el pueblo haya presenciado nunca, cubrió de blanco y frío cada rincón del reino. Para Taehyung fue mucho más que eso, fue haber visto a Min Yoongi volverse frágil, fue verlo pretender valentía cuando dió la noticia a los padres de Namjoon, fue ver sus lágrimas sin caer congelarse con la nieve cuando prometieron reencontrarse en primavera. Vió al rey Min caer, y mostrar aún así la frente en alto y el brillo de su corona. Sólo que un poco más frío que el invierno.

❛Príncipe❜ #3 ❝En la cima del trono.❞ [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora