S I E T E*

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De una manera u otra, siempre le dijeron que su destino era casarse, sonreír al sentir el peso de la corona en su cabeza y dirigir un reino. Dar desendientes que repitieran su legado y alcanzar la vejez después de haber hecho historia, tal vez lo hizo. Tal vez es histórico haber sido abandonada en el altar dos veces, en el mismo templo, por dos prometidos que además eran hermanos.

Aunque su cuerpo se encuentra posado sobre piedra, le pesa el oro incrustado en su vestido, en la joyería de sus orejas y cuello, pero los cree livianos comparados a la expectativa y la decepción en el rostro de sus padres, en el saber de que la tienen a ella, Kim Jennie, como la culpable de ser abandonada. ¿Qué creen que le falta? ¿Es a caso su rostro insuficientemente bello? ¿Es su cuerpo un desastre que produce un rechazo tal? ¿Le falta riqueza?

Acuna su rostro entre ambas manos enfundadas en la seda de un par de guantes, y con sus lágrimas vuelve aún mayor su pesar, su voz se le escapa entre sollozos entrecortados que nadie escucha, que hacen eco contra las paredes del templo y los troncos de los árboles.

Piensa y piensa, recrea y plantea escenarios en su mente, del pasado y de un futuro que desconoce, visualiza a Kim Seokjin y a Kim Taehyung, y no halla razones, formas o imaginación suficiente para verse a sí misma reinando con alguno de ellos, y no es por falta de amor, porqué realmente nunca lo creyó posible; ser merecedora de amor no es necesario ni importante, no tanto como ser una buena reina. No tanto como cumplir con más expectativas.

"Se siente como..."

"Si fuera un fracaso." completa una voz a su lado, paciente y entrecortada, como si hubiera pasado el mismo tiempo que ella llorando. Se gira apenas, sin intención de ocultar el pigmento deshecho de sus labios y mejillas, o los estragos en sus ojos hinchados.

"Exactamente como eso." le responde, sin preguntar su nombre, y sin importar si es uno de sus dioses reclamando su alma, si pudiera ser sincera, le gustaría que lo fuera.

"Me dijeron durante semanas que Min Jungkook era bastante atractivo, que probablemente el matrimonio iba a poder frenar su revoltosa manera de ser." la mujer, que ahora puede detallar, se sienta a su lado, quita de su rostro los cabellos lacios que se le atraviesan por el viento. Tiene un vestido con incrustaciones de jade y diamante, pero la tela que arrastra está manchada de lodo. "No lo pude comprobar, nunca entró al templo, y..." se encoge de hombros. "Por un instante, aunque no quise, me imaginé que todo salía bien."

"Se supone que así debe ser." le responde, limpia sus mejillas y la mira.

"Soy Lisa, Manoban." se presenta, extiende su mano y ambas tocan la punta de sus dedos. Kim Jennie había escuchado ese apellido, como había escuchado que cualquiera mataría por reinar a lado de la princesa que tiene delante, pues sus tierras son ricas en infinidad de piedras preciosas y, bueno, eso es incluso más atractivo que el rostro de la primogenita.

"Kim Jennie." se limita a decir.

"¿Sabes algo? Quiero decir, ni siquiera conocí al príncipe."

"El rey menor Min llegó al templo y se lo llevó de prisa." se encoje de hombros, no puede evitar derramar un par de lágrimas más.

"Es la primera vez que nos vemos, pero ¿Quisieras...?" extiende sus manos y sin esperar a que terminara su frase, deja que un abrazo la envuelva, encuentra el consuelo que en sus propios padres no pudo sentir, ni en los de un par de maridos que jamás llegaron a serlo. "Estoy segura de reinar junto a ti llena de dicha, y la ausencia de los príncipes Kim en su momento, no nubla mi pensar." y ante esas palabras, la príncesa Jennie llora aún más.

❛Príncipe❜ #3 ❝En la cima del trono.❞ [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora