El caos hecho mujer.

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Deberías saber que eres dinamita,
capaz de perforarle los intestinos,
la mente, el alma, las fobias,
la realidad, la fantasía a cualquiera.
Podrías perforar hasta sueños
y sin pedir permiso.

Tu simple acto de presencia
es cura y salvación.
No eres insulsa, eres caótica.
La entropía que nadie esperaba.
La serendipia más pasional
de la vida.
La alegría que sacaría al más aburrido
de la monotonía.

Tú miras a los ojos
y los demás no sabemos si acercarnos
o salir corriendo.
Tú tocas
y cualquier ser humano racional
se olvidaría de su cordura por un rato.
Tú besas
y no detienes el puñetero minutero,
sino vidas...
Tú hablas
y el sonido de tu voz
podría deshacer murallas.
Tienes esa habilidad,
la de poner a un mortal a tus pies.
Tú matas y seduces, querida.

Con el sonido de tu risa,
con el ademán de pasarte
la mano por el pelo,
con el mini segundo que dura
un pestañeo coqueto
cuando miras distraída,
podrías provocar el inicio de una guerra
o el culminamiento de una misma.

Cuando te vean llegar,
nadie imaginaría
que existen ángeles
que saben llevarte al borde del abismo
con el sonido de sus tacos,
con la vista del pintalabios rojo en sus labios
y esa maldita sonrisa
que se convierte,
-en cuestión de segundos,-
en la perdición de cualquier ganador.

Unos cuantos escritos©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora